Comenzar un nuevo trabajo puede ser estresante. Entre asumir nuevas responsabilidades, aprender la cultura de la compañía y asimilar nuevas políticas, tu lista de tareas puede sentirse como si fuera una milla de largo. Establecer tu cuenta de jubilación 401(k), si tu nuevo empleador ofrece una, y decidir qué hacer con la de tu empleador anterior, probablemente no sean una de las prioridades de tu lista. Pero deberían estarlo.
Según un artículo reciente de Bloomberg[1], los investigadores de la Oficina del Censo de los Estados Unidos estiman que el 79 por ciento de los estadounidenses tienen acceso a un plan de jubilación 401(k) en el lugar de trabajo o uno equivalente, pero solo el 32 por ciento de los estadounidenses empleados invierten en ellos. Esto es preocupante al considerar que las personas asumen cada vez en mayor medida la responsabilidad de financiar su propia jubilación. Además de eso, las personas generalmente viven más tiempo, por lo que es necesario financiar jubilaciones más largas.
La buena noticia es que, en tu larga lista de tareas nuevas, establecer tu plan 401(k) y revisar tus cuentas antiguas puede ser relativamente simple.
“Lo primero que debes saber es que, por lo general, tienes el control de estos activos”, expresa Rich Ramassini, planificador financiero certificado y vicepresidente ejecutivo superior de PNC Investments. “Lo segundo es recordar que abriste las cuentas a fin de prepararte para la jubilación, por lo que mantener tu dinero invertido cada vez que cambies de empleador puede ayudarte a lograr esa meta. En otras palabras, piensa detenidamente acerca de tus opciones y no te sientas tentado a cobrar un plan antiguo antes de la jubilación simplemente porque ahora tienes acceso a él”.
Cuando cambias de trabajo, normalmente tienes cuatro opciones para las cuentas de jubilación de empleadores anteriores:
Si lo permite el plan de tu empleador anterior, esta opción permite que tus activos permanezcan invertidos en impuestos diferidos, pero puede resultar que tengas varias cuentas 401(k), lo que puede dificultar el seguimiento del rendimiento y el progreso de las mismas. Si dejas dinero en el plan de un empleador anterior, asegúrate de que se trate de una decisión activa. “Por lo general, a las personas no les gusta el cambio, lo que puede llevar a algunas a permitir que varias cuentas permanezcan con varios empleadores”, expresa Ramassini. Considera detenidamente las opciones de inversión y las disposiciones de cada plan. Si el plan de tu empleador anterior realmente encaja mejor con tus metas, considera seguir ese plan. Sin embargo, debes revisar todos los planes cada vez que cambies de trabajo para determinar qué opciones de inversión satisfacen mejor tus necesidades.
Con una transferencia directa, tus activos del plan 401(k) de tu empleador anterior se envían directamente a tu nueva cuenta si lo permite el plan de tu nuevo empleador. Nunca dispongas del dinero para que puedas evitar impuestos y penalidades. “Mantener tus inversiones juntas en un solo lugar puede ser una excelente manera de alcanzar tus metas de jubilación”, expresa Ramassini. “A menudo, se siente mejor construir sobre algo que comenzar desde un saldo de cero, por lo que esta opción también puede ser motivadora”.
Transferir el dinero de una cuenta 401(k) antigua a una IRA permite que tu dinero mantenga su estatus de impuestos diferidos. “Por lo general, las contribuciones 401(k) se hacen antes de la deducción de impuestos; por lo tanto, siempre y cuando tu dinero permanezca en una cuenta 401(k) o IRA tradicional, los impuestos se pueden seguir difiriendo hasta que lo retire”, expresa Ramassini. “Las personas pueden cambiar de trabajo de 5 a 7veces a lo largo de sus carreras, y no todos los empleadores ofrecen un plan 401(k). Las IRA pueden darte la opción de consolidar los fondos de jubilación en un solo lugar, lo que hace que sea más conveniente gestionar y hacerle seguimiento al rendimiento de la inversión”.
Elegir “sacar dinero” de tus cuentas de jubilación te brinda acceso a una suma global de dinero, pero también significa que tendrás que pagar impuestos sobre el monto que retires. Debes analizar las posibles implicaciones fiscales a nivel estatal y federal con un profesional de impuestos. Si tienes menos de 59 ½ años, la distribución también puede quedar sujeta a una penalidad por retiro prematuro del 10 por ciento.
Independientemente de qué ruta tomes, asegúrate de hablar con tu empleador anterior acerca de las reglas o los plazos específicos del plan. Después, evalúa cuidadosamente cada opción y considera consultar a un profesional financiero que pueda ayudarte a determinar la mejor opción para tu situación.
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“Dos tercios de los estadounidenses no contribuyen a su cuenta 401(k)”, 21 de febrero de 2017
Si tienes una cuenta 401(k) de un empleo anterior, puedes tener varias opciones por considerar. Cada una puede tener diferentes costos, opciones de pagos y otras características. Consulta a tu asesor legal o fiscal para obtener más información.
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