Los empleadores ayudan a los empleados a lidiar con el aumento del estrés financiero

El estrés financiero ha sido una preocupación importante desde hace mucho tiempo, y las preocupaciones monetarias solo han aumentado a medida que la pandemia del COVID-19 sigue deteriorando la economía. Los empleados que se enfrentan a estos desafíos deben evitar tomar malas decisiones financieras a corto plazo a expensas de su preparación para la jubilación o su salud financiera en general. Para abordar estos problemas, los empleadores se enfocan en añadir herramientas y recursos educativos para ayudar a los empleados a abordar sus dificultades actuales y estar mejor preparados para resistir los desafíos futuros. Los seminarios web grabados, las sesiones de educación virtual en vivo, la consultoría personal por Internet o por teléfono y los programas de bienestar financiero integrales, son algunas de las maneras creativas en que las organizaciones ponen un toque personal para ayudar a los empleados a mantener el rumbo hacia la jubilación mientras enfrentan la tensión financiera.

Lo que debes saber

  • Ofrecer programas de bienestar financiero a los empleados puede ayudar a abordar las preocupaciones referentes a la participación en el plan de jubilación. Es posible que las dificultades y la incertidumbre generadas por el impacto económico del COVID-19 estén provocando que muchos empleados no participen en los planes de contribuciones definidas o reduzcan los aplazamientos.
  • Cuando los empleados tienen estrés financiero, la salud y la productividad pueden verse afectadas. Las preocupaciones monetarias a menudo provocan una producción disminuida, una rotación más alta, un incremento en las ausencias y distracciones diarias en el trabajo.
  • Los empleados necesitarán ayuda más allá de las decisiones requeridas para sortear la crisis inmediata a medida que restablecen su patrimonio y fortalecen su bienestar financiero en el futuro.
  • Medir el estrés financiero de toda la fuerza laboral es un buen primer paso para comprender las fortalezas y debilidades de los empleados de una organización en relación con el bienestar financiero.
  • Enfocar los esfuerzos de comunicación en los recursos educativos disponibles, la capacitación financiera y las soluciones para situaciones imprevistas puede ayudar a los empleados que enfrentan estrés adicional debido a la pandemia.
  • Los patrocinadores de los planes deben personalizar sus programas de educación y bienestar financiero para cumplir con las necesidades de los diferentes grupos demográficos que comprenden la fuerza de trabajo de su organización.
90 %
de los empleadores creen que la COVID-19 tendrá un impacto negativo en el bienestar de los empleados[1]
67 %
de las compañías consideran que es una prioridad la comunicación acerca de los beneficios y los programas de bienestar durante la pandemia[1]
35 %
de los empleadores han implementado, tienen planes de implementar o consideran implementar nuevos recursos de asesoría financiera[1]