En esta época sin precedentes, se ha vuelto más necesario que los patrocinadores de planes de pensión analicen las estrategias de sus programas de inversión. Teniendo esto en mente, hemos reunido algunas mejores prácticas oportunas para ayudarte a enfrentarte al entorno actual.

1) Enfócate en los pasivos

La inversión en los planes de pensión se debe abordar al tener en cuenta los activos del plan en relación con los pasivos que estos respaldan. El entorno actual en el cual la tasa de interés es sumamente baja puede conducir a la pregunta con respecto a si las inversiones de larga duración siguen teniendo sentido. Tal como los mercados lo siguen probando, el riesgo de la tasa de interés es uno de los riesgos clave de los planes de pensión corporativos. Este año hemos observado un crecimiento de dos dígitos en los pasivos debido a la disminución de las tasas. Contar con activos de renta fija que estén alineados con la duración más prolongada de los pasivos de pensión del plan puede ser la manera de manejar dicho riesgo y obtener alivio cuando más se necesite. Se espera que sigamos observando la volatilidad de las tasas y, aunque hay incertidumbre con respecto a la dirección y a la magnitud de los cambios de las tasas, las disminuciones en las tasas del Tesoro o en los diferenciales corporativos siguen siendo una posibilidad. También creemos que es importante mantener estrategias de disminución de riesgo de descenso controlado, especialmente tras los retrocesos que se han observado en los ratios de capitalización. Observamos que muchos de los planes que se encuentran en descensos controlados se beneficiaron del ascenso eventual de los ratios de capitalización que ocurrió tras la crisis financiera de 2008, y ahora puede ser fundamental contar con un plan con miras a futuro.

2) Permanece “activo” en el ámbito de la renta fija: ¡obtienes lo que pagas!

En nuestra opinión, es importante mantener la administración activa de las asignaciones de renta fija, ya que la implementación pasiva de esta clase de activos en particular por lo general es ineficiente. La mayoría de las carteras de larga duración de los planes de pensión constan principalmente de crédito corporativo, debido a que los pasivos de las pensiones se basan en los rendimientos de los bonos corporativos de alta calidad. El impacto del impago y de la reducción de las calificaciones de los bonos podría generar un obstáculo con respecto a las posiciones de los fondos de las pensiones si estas no se administran adecuadamente. Cuando se reduce la calificación de un bono corporativo, el valor de la cartera disminuye, lo cual se intensifica si el administrador del fondo vende el bono con una pérdida tras ocurrir la reducción de la calificación. Sin embargo, es posible que los pasivos aumenten si dicho bono se sale de la curva de rendimiento de alta calidad que se utiliza para medir los pasivos. A fin de evitar las disminuciones excesivas en el estado de los fondos (debido a que se tienen menos activos y más pasivos), es importante emplear la administración activa a través de un administrador que tenga experiencia en la venta de bonos antes que se reduzca la calificación de estos y en cómo enfrentar el volátil mercado de renta fija.

3) Determina si tu modelo de gobierno provee flexibilidad para realizar cambios de manera oportuna.

La mejor práctica antes mencionada se enfoca en una clase de activos que es importante para las pensiones. Sin embargo, cuando se analizan los mercados financieros en términos generales, vemos que diversos sectores se ven afectados de una forma muy distinta por las crisis actuales y observamos oportunidades para aprovechar las posibles ineficiencias. Ahora es más importante que los clientes tengan equipos, ya sea internos o externos, que estén enfocados en los mercados de inversión, y que tengan visiones que se puedan implementar en la cartera antes de que pase la oportunidad. Como ejemplo, el sector energético ha sido uno de los sectores más volátiles a medida que este reacciona y se recupera de la frecuente sobreabundancia de la oferta de petróleo en relación con la demanda. Examinar la cartera completa y analizar cada una de las carteras subyacentes del administrador a fin de comprender su exposición general al sector energético permite que el patrocinador del plan obtenga la exposición deseada y evite que la cartera incurra en las posibles pérdidas que hemos observado en dicho sector.

4) Continúa realizando un reequilibro; los flujos de caja pueden ayudar.

Creemos que es importante mantener las inversiones en el largo plazo. Sin embargo, eso no significa que las carteras no se deban ajustar con el tiempo. Dado que este año los precios están moviéndose significativamente como resultado del retroceso del mercado accionario y del repunte del mercado de bonos, muchos planes han observado disminuciones porcentuales en su asignación a acciones. Creemos que este es el momento para reequilibrar, conforme a una consideración detenida, las entradas (p. ej. las contribuciones) y las salidas (p. ej. los pagos de beneficios y los gastos) futuras de dinero en efectivo, las cuales deben ser relativamente predecibles en el caso de los planes de pensión. Aunque algunas pensiones están aplazando las contribuciones hasta finales de año debido a las disposiciones de la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por el Coronavirus, otros siguen realizando las contribuciones programadas. Dichas contribuciones pueden ser una buena fuente de capital para poder aprovechar las oportunidades de inversión táctica (de corto plazo).

5) Utiliza este tiempo como un momento para reconsiderar el papel de los diversificadores junto con la estrategia general.

Puede ser importante tener una cartera debidamente diversificada cuando los mercados presentan volatilidad. Si anteriormente se consideraron ciertas clases de activos pero aún falta implementarlos, este puede ser un buen momento para buscar dichas oportunidades. Las asignaciones realizadas a los activos que son más defensivos o que tienen una menor correlación con el resto de la cartera han ayudado durante los recientes retrocesos del mercado accionario. Aunque es posible que los planes congelados que tienen un objetivo de terminación quizás deban evitar las inversiones no líquidas que por lo general generan retornos elevados, hay disponibles muchos diversificadores líquidos que podrían generar retornos excedentes que superen los pasivos y que aún sean capaces de reducir los retrocesos de mayor envergadura. En un nivel más general, es posible que los patrocinadores de los planes hayan experimentado retrocesos en el estado de los fondos que fueron mayores de lo previsto durante la crisis actual. De ser el caso, recomendamos que los patrocinadores reconsideren su estrategia a largo plazo mediante un análisis de activos y pasivos con miras a futuro, determinen que la estrategia implementada sea capaz de proporcionar el potencial alcista necesario y la protección requerida contra los descensos, y supervisen, analicen y elaboren informes sobre la estrategia con frecuencia.

PARA UN ANÁLISIS PROFUNDO
Cinco mejores prácticas para los patrocinadores de planes de pensión