Los patrocinadores de planes con beneficios definidos han estado luchando con la reciente volatilidad del mercado a medida que el brote de coronavirus ha afectado los mercados. Los tres factores de mercado a continuación han provocados grandes cambios en los niveles de fondos: 1) los rendimientos de capital han disminuido los activos de los planes, lo que generó un impacto negativo en el estado de los fondos; 2) el descenso en las tasas del Tesoro disminuyó las tasas de descuento de los planes y aumentó los pasivos, lo que generó un impacto negativo; y 3) los diferenciales de crédito también afectaron las tasas de descuento de los planes, y el rápido incremento de los diferenciales ha ocasionado pasivos generales menores, lo que genera un impacto positivo.

En general, los niveles de fondos han disminuido hasta la fecha este año para la mayoría de los patrocinadores de planes debido a la volatilidad en los mercados de capital, y es natural que los patrocinadores de planes se puedan hacer algunas preguntas a medida que miran hacia el futuro.

¿Qué se prevé respecto a las finanzas de los planes?

Si los planes no ven una recuperación en el estado de los fondos para finales del año, los requerimientos de las contribuciones futuras aumentarían, aunque a un ritmo relativamente lento debido a diversos mecanismos de ayuda para financiamiento y aplazamiento. Las primas de la PBGC (Pension Benefit Guaranty Corporation) podrían aumentar de manera significativa, es decir, hasta $45 por cada $1000 de disminución en el estado de los fondos. Sin embargo, hay montos máximos de prima por participante que pudieran aplicarse y restringir el monto de los aumentos en las primas. El impacto en los balances generales probablemente sería inmediato, ya que el estado de los fondos se marca al precio del mercado en los estados de cuenta al final del año fiscal. El impacto en el estado de cuenta de los ingresos podría diferirse a lo largo de varios años futuros, puesto que la mayoría de los planes para la jubilación no emplean reconocimiento de gastos de pensión marcados al precio del mercado.

¿Ayudará la Ley CARES?

Un par de medidas de ayuda de la recién aprobada Ley CARES (Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por el Coronavirus) podría ayudar a los patrocinadores de planes a enfrentar esta época difícil.

  • Retraso de las contribuciones: las contribuciones en efectivo que vencen durante el año calendario 2020 se pueden pagar a más tardar el 1ro de enero de 2021, con intereses.
  • Estado de restricción de beneficios: los planes pueden elegir usar el porcentaje de logro objetivo de fondos ajustados del plan antes del 1ro de enero de 2020, para determinar el estado de restricción de beneficios para los años del plan a partir de 2020. La ayuda podría beneficiar a los planes de año no calendario que quizás no hayan podido pagar sumas globales o que podrían estar sujetos a bloqueos temporales del plan durante el 2020.

A pesar de las solicitudes de ayuda adicional para financiamiento a plazo más largo por parte de los defensores de los planes, tales como los ajustes a las primas de PBGC o la mayor flexibilidad de las tasas de interés, la Ley CARES proporciona la ayuda descrita para la mayoría de los empleadores. Hay esperanza de que se podría proporcionar más ayuda en futuras propuestas de leyes para estímulos.

¿Qué tipo de ajustes de cartera se pueden considerar?

Mantenerse según lo programado con estrategias a largo plazo generalmente sigue siendo la medida prudente a tomar en el caso de los patrocinadores de planes de beneficios definidos. Un descenso controlado desarrollado (glidepath) cuidadosamente se ha diseñado para los periodos volátiles como el actual, y apegarse al plan probablemente generará los mejores resultados a futuro.

Si la política de descenso controlado no requiere aumentar de nuevo el riesgo (agregar de nuevo renta variable) cuando caigan los índices de los fondos, la implementación de medidas para aumentar de nuevo el riesgo ahora podría generar consecuencias no deseadas.

Recomendaríamos continuar siguiendo las prácticas normales de reequilibrio, pero con una cuidadosa evaluación de los costos de las transacciones en el caso de los segmentos no líquidos o de las posibles oportunidades dentro de la política que podrían añadir valor. Por ejemplo, los planes deben haber visto tenencias de bonos del Tesoro dar mayores rendimientos que las tenencias de bonos corporativos, generando así una oportunidad para cambiar los costosos bonos del Tesoro por bonos corporativos más baratos. Además, los planes que necesitan convertir los activos de vuelta a renta variable podrían considerar cuáles segmentos se consideran más baratos con respecto a los valores justos.

En el caso de los patrocinadores de planes que aún no implementan bonos de larga duración en sus estrategias, estos pueden seguir vacilando con respecto a realizar el cambio a bonos de largo plazo. A pesar del nivel absoluto de las tasas de interés, gracias la reciente ampliación significativa de los diferenciales corporativos existe la oportunidad de comprar bonos corporativos a niveles más baratos. A final de cuentas, no se espera que los bonos de corta duración en carteras produzcan un exceso de rendimiento frente a los pasivos, y se espera que los bonos de larga duración ayuden a disminuir la volatilidad en el estado de los fondos, de manera similar a lo que observamos recientemente.

¿Las transferencias de riesgo de pensiones aún son una opción?

A medida que ha aumentado la actividad de la transferencia de riesgos de pensiones en años recientes, es probable que un número de planes estén en proceso de delegar pasivos a través de una liquidación parcial o de la terminación del plan. Desde una perspectiva de inversión, una mejor práctica consiste en reestructurar la cartera en cuanto se tome una decisión para comenzar el proceso de terminación de 12 a 18 meses.

Es probable que los planes que reestructuraron sus carteras antes de 2020 queden significativamente aislados de los vaivenes recientes en el mercado, lo que significa que es más probable que continúen el proceso de terminación.

Estas carteras tendrían una combinación de efectivo destinado para valores asegurados de suma global o bonos de larga duración destinados para anualidades sensibles a las tasas de interés. En términos generales, los valores de los bonos deben moverse a la par con los valores de anualidades, aunque podría haber algo de riesgo de base si la calidad del crédito de la cartera no es igual al costo de la aseguradora. Los planes que aún no han reestructurado las carteras podrían considerar retrasar la terminación hasta que mejoren las condiciones del mercado y el costo de la terminación vuelva a un nivel asequible.

Planificar para lo inesperado

Es difícil predecir cuál será la posición de los planes al final del año en curso, dado que muchos factores externos contribuyen al trayecto definitivo.

Como siempre, tener un plan financiero implementado para la pensión y una hoja de ruta para navegar los diversos entornos podrían ayudar a prepararse para situaciones adversas como la que atravesamos actualmente.

Para obtener más información, comunícate con Kimberlene Matthews, directora de soluciones de pensión al correo electrónico kimberlene.matthews@pnc.com.