A medida que la población latina de los Estados Unidos sigue creciendo, superando los 60 millones en el 20201, PNC quiere crecer a la par para satisfacer las diversas necesidades bancarias de los residentes latinos en las comunidades a las que sirve.

Dorothy Abreu, vicepresidenta sénior de finanzas públicas del mercado de PNC en Chicago, y J. Reymundo Ocañas, ejecutivo de la Banca para el desarrollo de la comunidad del territorio suroeste, creen en la importancia de encontrar puntos en común con los miembros de estas comunidades a través del idioma y la comprensión cultural. Estos son algunos elementos que pueden ayudar a crear un entorno de conexión y confianza.

 

 

Ocañas, quien trabaja en Houston, se unió recientemente a PNC tras la adquisición de BBVA USA. Él y Abreu expresan sus opiniones con respecto al compromiso que PNC tiene para atender e involucrar eficazmente a esta población diversa, ya sea que sean nuevos en la banca o que sean emprendedores incipientes o establecidos, compradores de vivienda o que estén buscando maneras para pagar la universidad.

 

 

 

 

¿Cómo ves que el enfoque de PNC para ofrecer sus servicios a las comunidades se manifiesta en las comunidades latinas?

Abreu: Para llegar a la comunidad latina de manera efectiva, debemos llegar a todo el continuo de esa comunidad. Eso significa llegar tanto a quienes son acaudalados como a quienes todavía no han adquirido un patrimonio. Los factores socioeconómicos que afectan a muchas comunidades latinas son los mismos que afectan a todos los estadounidenses, solo que hay un mayor grado de sensibilidad con respecto a la desigualdad que existe en muchos vecindarios de ingresos bajos y moderados (LMI).

Creo firmemente que la educación es el catalizador que impulsa los cambios duraderos, y PNC pone en práctica la educación financiera adecuadamente a través de nuestros socios de Bienestar financiero organizacional y de nuestra plataforma de Banca en el lugar de trabajo, así como a través de nuestros consultores de Banca para el desarrollo de la comunidad, quienes colaboran con nuestra red de sucursales minoristas y socios de la comunidad.

Lo que más me entusiasma es nuestra flota de sucursales móviles que ofrece servicios bancarios y acceso a cajeros automáticos en las comunidades que, con frecuencia, son las que más están privadas de la banca convencional. El español es el idioma primario de muchos de los residentes de los vecindarios de población predominantemente latina que son visitados por estas sucursales móviles, y hemos identificado maneras para satisfacer sus necesidades.

Ocañas: La adquisición de BBVA USA por parte de PNC continúa el largo legado de centrarnos en las comunidades latinas, principalmente por nuestra anterior relación con BBVA S.A. en Latinoamérica y en nuestras ubicaciones en la región de la Franja del Sol, particularmente en California, Texas y Florida, que coincidentemente son los estados con las poblaciones latinas más grandes2.

Hay un evidente sabor latino que podemos aportar a la comunidad a través de los empleados que no solo conocen y comprenden la gama de culturas asociadas con las poblaciones latinas, sino que pueden generar confianza a través de relaciones con las organizaciones que atienden a estas poblaciones y con las personas influyentes de dichas poblaciones.

¿Cuáles son las necesidades bancarias específicas para los miembros de las comunidades latinas?

Ocañas: Las necesidades que observamos principalmente son diversas e incluyen cosas como poder acceder a la información, materiales e incluso a la información de su cuenta en su idioma.

La comunidad latina no es homogénea. No todos necesitan información en español ni necesitan banqueros que puedan comunicarse en el idioma, aunque definitivamente resulta útil para quienes acaban de inmigrar.

Crecí como un mexicano estadounidense de primera generación en la frontera entre Texas y México, y he observado de primera mano que un gran número de miembros de la población de la zona no cuenta con bancarización o su bancarización es insuficiente. Ese no es el caso de todas las personas, aunque es la realidad de muchos. Además, con frecuencia, el acceso a teléfonos inteligentes o Internet en casa es mínimo, y eso genera cierta desconexión y falta de acceso en el caso de algunas personas.

Todo esto forma parte de la manera en que trabajamos para ayudar a las familias en su trayecto hacia el bienestar financiero, sin importar dónde se encuentren en dicho trayecto. En última instancia, tenemos la meta de ayudarles para que no solo tengan cuentas básicas, sino también satisfacer sus necesidades de cuentas de ahorros y de inversión y de adquirir una casa propia y tener una pequeña empresa.

Abreu: Si he aprendido algo con los desafíos de la pandemia, es que las cosas que nos unen son muchas más que las cosas que nos dividen. Con esa actitud, creo que los desafíos a los que se enfrentan las comunidades latinas se parecen a muchos de los desafíos a los que se enfrenta cualquier persona o familia que quiere hacer de los Estados Unidos su hogar. Muchas personas que inmigran a los Estados Unidos lo hacen debido a las caóticas condiciones políticas y económicas, lo que se puede traducir en desconfianza hacia las instituciones.

Lo que hemos identificado en el mercado latino de Chicago es que la disponibilidad de materiales en su idioma es de gran ayuda para derribar las barreras, al mismo tiempo que se genera confianza en cuanto al servicio o producto que se está ofreciendo.

También sabemos que las personas de nuestros mercados latinos valoran las relaciones que se basan en la confianza, pues reciben información clara y transparente y se les facilita el espacio para tomar las decisiones que ellos creen son adecuadas para ellos mismos y su familia.

¿Cómo nos fortalece el enfoque que PNC tiene en las comunidades latinas?

Ocañas: Creo que hay excelentes oportunidades financieras en este grupo demográfico, ya que este comprende una parte significativa de la población de familias jóvenes que aprovechan las oportunidades para lograr el bienestar financiero. Para los efectos de la experiencia del empleado, hay una excelente oportunidad para la exposición cultural a medida que seguimos trabajando con personas de comunidades y orígenes diferentes en una zona nueva que se extiende de costa a costa. Esa experiencia del empleado contribuye a la forma en que atendemos a nuestros clientes. También creo que el hecho de establecer relaciones con organizaciones sin fines de lucro que ofrecen servicios a los latinos nos muestra el impacto que PNC puede lograr en las comunidades en las que vivimos y trabajamos.

Abreu: Cuando las personas se sienten conectadas, se establecen en un lugar y eso aumenta la lealtad y la longevidad que tienen entre sí, lo que en última instancia hace que PNC y las comunidades a las que atendemos sean mucho más fuertes.