Desde 2004, PNC ha defendido la educación de la primera infancia a través de PNC Crezca con Éxito para potenciar el aprendizaje y el desarrollo durante los primeros años críticos de un niño. Una educación de alta calidad para la primera infancia brinda a los niños las aptitudes que necesitan para aprender, crecer y progresar, y marca una diferencia duradera para su vida adulta.

"En el contexto de la pandemia global actual, abogar por la educación de la primera infancia nunca ha sido tan importante", dijo Sally McCrady, directora de Asuntos Comunitarios y presidenta de la PNC Foundation. "Los niños pequeños deben seguir con las interacciones y estímulos que necesitan para desarrollarse, y estamos comprometidos a empoderar a los cuidadores y apoyar a los profesores para ayudar a que eso sea posible".

El trabajo de PNC está guiado por algunos de los expertos en la primera infancia y organizaciones colaboradoras más respetados del país. McCrady habló recientemente con su socia de larga data, Jeanette Betancourt, vicepresidenta principal de Impacto Social de EE.UU. en Sesame Workshop, la organización sin fines de lucro que está detrás de Sesame Street, sobre cómo ayudar a los niños pequeños a aprender y crecer en un mundo cambiante.

McCrady: Los padres y los cuidadores son arrastrados en muchas direcciones mientras hacen malabares con el trabajo y el cambiante entorno escolar. ¿Qué consejos tiene para ejercer como padre y maestro al mismo tiempo?
Betancourt:
Piensa en tu papel como padre en primer lugar. Tu papel es acompañar a tu hijo en su aprendizaje y ayudar a que sea más fácil cuando sea necesario, no tienes que ser el maestro. Establecer un calendario ayudará a crear una estructura. Haz un programa con el tiempo para la escuela y el tiempo que necesitas para tu trabajo. Esto te ayudará a identificar los momentos en los que puedes acompañar a tu hijo para ser comoderador en su aprendizaje.

Al comienzo de la pandemia, se produjo repentinamente el cambio a la enseñanza virtual. Ahora, los profesores pueden dar instrucciones con más antelación para que los niños y los cuidadores sepan qué esperar. Comunícate con el profesor de tu hijo y recuerda que es una manera de aumentar tu compromiso familiar habitual.

Jeanette Betancourt y Sally McCrady

McCrady: ¿Qué consejos podría darnos para establecer un espacio propicio para el aprendizaje a distancia?
Betancourt:
Haz que tu hijo participe en la creación de su espacio de aprendizaje. Deja que escoja una silla cómoda u organice lápices y papeles especiales. Intenta hacer que la zona sea lo más personalizada posible. Crear un espacio completamente separado sólo para ellos es óptimo, pero no todos tienen el espacio para hacerlo. Si el espacio es reducido, puedes usar cinta adhesiva en el suelo para ayudar a que tu hijo entienda los límites de su espacio de aprendizaje. Establece una manera para que tu hijo pida ayuda si la necesita y comprende que quizás necesites usar audífonos si estás compartiendo un espacio pequeño.

McCrady: ¿Cómo pueden los padres y cuidadores equilibrar el aumento de tiempo en pantalla que conlleva el aprendizaje a distancia con mantener a su hijo interesado?
Betancourt:
Dado el entorno actual, tenemos que mirar el tiempo de pantalla de forma diferente. El tiempo de uso de pantalla será mayor, pero ahora es una necesidad. Piénsalo así: no es el número de horas, sino las experiencias que tu hijo está teniendo. Dedica tiempo para explorar las curiosidades e intereses de tu hijo fuera del tiempo de aprendizaje a distancia. Puedes hacerlo aprovechando las rutinas diarias, como cocinar la cena juntos. Usa estas rutinas como una forma para relacionarte con tu hijo. Hablen de cómo se cocina y coman juntos. La actividad física también es importante. Muchos profesores están asignando tiempo durante el día para los descansos y otras actividades; utiliza este tiempo para salir a explorar al aire libre y hablar de los bichos o animales que vean.

McCrady: ¿Cómo ayudar a los niños a seguir desarrollándose social y emocionalmente en este ambiente?
Betancourt:
Continúen haciendo lo que hacen naturalmente como padres y cuidadores: establezcan rutinas y aprovechen los momentos cotidianos. Para que los niños se sientan cómodos y seguros, todo se basa en las rutinas. Las rutinas son duras durante este tiempo, pero puedes usar las actividades diarias como la hora de la comida y el baño como constantes.

Tú eres quien mejor conoce a tu hijo. Los niños a menudo nos muestran, en lugar de decirnos, lo que sienten. Sean conscientes de los cambios de comportamiento o acciones, como estar demasiado apegado o distraído. Luego, haz lo que mejor te parezca para dar consuelo a tu hijo. Recuerda que todos estamos más estresados en este tiempo. Como padres, intentaremos esconderlo, pero los niños son muy perceptivos. No bloquees tu estrés. Cuídate primero tú para poder cuidar a los demás.

McCrady: ¿Qué consejo tiene para manejar la frustración o la falta de interés que los niños pueden experimentar durante el día de clases virtuales?
Betancourt:
Participa activamente. Observa si tu hijo se muestra frustrado o desinteresado. ¿Su trabajo les resulta demasiado fácil? ¿O existe otra razón? Observa los momentos en los que ocurran estas reacciones, pero no sientas que debes solucionar esto. Este es un momento de aprendizaje para tu hijo. Comunícate con los profesores de tu hijo, especialmente si observas un patrón continuo. Todos los niños se frustran o se desinteresan durante el día, pero es el grado y la frecuencia lo que debes vigilar.

McCrady: ¿Cómo pueden los padres y cuidadores ayudar a los niños a mantener la calma cuando todo parece diferente?
Betancourt:
Cuando se trata de niños pequeños, no podemos dejar de recalcar que las rutinas son muy importantes. Cuando esas rutinas cambian constantemente, puede ser difícil para ellos. Regresar a la escuela ahora es muy diferente. Ayuda a tu hijo a prepararse para reducir sus miedos. Habla con tu hijo sobre lo que sucederá ese día, y proporciona toda la información que puedas en el momento. Si las escuelas cambian su estructura de virtual a presencial o viceversa, planifica las cosas muy cuidadosamente. ¿Cuándo asistirá tu hijo a la escuela? ¿Cuándo irá a casa? Habla con tu hijo para que sepa qué esperar antes de que se produzca la transición.

McCrady: ¿Qué consejos puede compartir para ayudar a los niños a entender por qué no deben tocarse la cara?
Betancourt:
Todos tenemos una inclinación natural a tocarnos la cara. Explícale a tu hijo el contexto de por qué estás tratando de evitarlo: que se trata de cuidarse el uno al otro. Utiliza los momentos cotidianos para explicar cómo la limpieza, al igual que el lavado de manos, es parte de la rutina familiar. Tocarse la cara no es lo más fácil de detener, pero abordarlo con buenas prácticas de higiene puede hacerlo más fácil.

McCrady: ¿Cómo pueden los padres y cuidadores apoyar a los educadores de sus hijos durante este tiempo?
Betancourt:
La comunicación es clave. Comparte con el profesor de tu hijo cómo van las cosas, qué está siendo difícil y qué está funcionando bien, y cuéntale sobre el estado general de tu hijo. Recuerda que los educadores son trabajadores de primera línea. No te olvides de alabar sus esfuerzos y mostrar tu aprecio a través de una nota o un simple "gracias".