Óscar Artola y Óscar Vives Ortiz tienen más en común que sus nombres de pila. Además de ser expertos en el mundo de las finanzas, los dos empleados de PNC conocen la importancia de formar parte de las comunidades a las que atienden.

Los dos hombres dicen que su experiencia y sus auténticas conexiones con sus raíces latinas funcionan como extensiones del compromiso que PNC tiene de satisfacer las necesidades de las diversas comunidades, ya sea como voluntarios para impartir talleres de educación financiera o para ofrecer perspectivas a los propietarios de pequeñas empresas.

Artola, vicepresidente y gerente de relaciones en Banca Corporativa e Institucional, creció en Washington, D. C., tras emigrar de El Salvador a los Estados Unidos con sus padres. Comenzó su carrera en la banca después de la universidad y de haber dedicado cuatro años de servicio en el Cuerpo de Marines de EE. UU.

"Siempre me interesaron las finanzas, pero si me hubieran preguntado hace 20 años, nunca habría imaginado que me dedicaría a este trabajo", dice.

Artola, quien lleva casi 15 años trabajando en el sector financiero, más recientemente en el mercado de PNC en Baltimore, trabaja con la alta gerencia de las compañías para elaborar estrategias que impulsen la rentabilidad, aumenten el flujo de caja y generen ventajas competitivas.

"Probablemente nunca lo imaginé porque realmente no crecí viendo a mucha gente que se pareciera a mí en esta profesión. En mi experiencia, el número de hispanos y latinos que trabajan en la industria todavía es limitado", explica.

Superar los desafíos

Vives ha trabajado como planificador patrimonial para PNC Private Bank en Tampa, Florida, por cinco años.

Este residente de Florida que ha vivido en el estado desde hace mucho tiempo se trasladó de Puerto Rico a Jacksonville (Florida) a los 9 años, después de que sus padres se separaran.

"Mi madre pensó que podía darnos a mí y a mi hermano menor un futuro mejor al mudarnos, pero eso presentó una serie de retos que había que superar", dice. "Llegué aquí sin hablar inglés, y aunque era ciudadano estadounidense, la cultura era muy diferente a la que viví en Puerto Rico".

Vives recuerda haber ahorrado para comprar un videojuego cuando era niño. Cuando finalmente ahorró el dinero, fue a la tienda, seleccionó su juego y se acercó a la cajera con el cambio exacto. Solo que no tuvo en cuenta cuál sería el costo al agregar el impuesto sobre ventas.

"Me quedé boquiabierto. Le decía, con mis conocimientos limitados del inglés que se había equivocado de precio, pues yo no entendía el concepto del impuesto sobre ventas. En Puerto Rico no existía eso", explica Vives.

Puerto Rico no establecería un impuesto sobre las ventas sino hasta el año 20051.

"Son ese tipo de diferencias culturales las que pueden representar verdaderos obstáculos para las personas que se trasladan al territorio continental de Estados Unidos o que emigran a este país", afirma.

Vives dice que su amor por el lenguaje universal de las matemáticas y el hecho de ver a su madre luchar como madre soltera de dos hijos inspiró su interés por las finanzas.

"Cuando me mudé a Estados Unidos, puede que no supiera hablar inglés, pero sí hablaba el lenguaje de los números", dice. "De pequeño, sabía que no quería tener dificultades financieras como mi familia. Me propuse leer la autobiografía de Warren Buffet cuando era adolescente, y luego iba a la biblioteca a leer otros libros sobre temas financieros".

Dar un paso más

Las experiencias de Artola y Vives les impulsan a dar pasos adicionales para ayudar a otros en las comunidades latinas a aprender sobre la administración financiera personal eficaz, la elaboración de presupuestos y la inversión.

"Disponer de materiales en español es definitivamente útil para garantizar un entorno inclusivo, pero no debería detenerse ahí", dice Artola. "Muchas personas en las comunidades latinas e hispanas confían en las recomendaciones de boca en boca, y es entonces cuando puede ser útil conocer a alguien que tenga información o que pueda cerrar la brecha para establecer un mejor patrimonio generacional".

Vives reconoce que ha tenido una orientación educativa y profesional inestimable a lo largo de su camino. Dice que es mucho más importante para él contribuir a su comunidad ayudando a la gente con la planificación de la jubilación, talleres de educación financiera, así como a través de su trabajo como tesorero de Tampa Hispanic Heritage Inc.

La organización se centra en eventos educativos y culturales que celebran la cultura latina, además de proporcionar becas para estudiantes.

Reconocimiento por su labor

La Asociación Hispana de Responsabilidad Corporativa (HACR) reconoció recientemente a Artola y Vives como Young Hispanic Corporate Achievers (YHCA) en el 2021 por su liderazgo profesional y comunitario2. PNC ha tenido una participación continua en la HACR durante los últimos ocho años y ha acumulado un impresionante grupo de antiguos alumnos de la YHCA que se reúnen regularmente.

Artola y Vives participaron en el programa Achievers de tres meses, que se centra en el desarrollo personal y de liderazgo.

"Fue bueno estar entre personas con ideas afines que tenían experiencias similares a las mías. Nuestra cohorte incluía un espectro de personas vinculadas a diferentes países hispanos", recuerda Vives. "El programa ha sido muy bueno para ayudarnos a explorar la mejor manera de ser auténticos en PNC, así como en nuestras comunidades en general".