Citas de juegos, citas con el doctor y fiestas en el aula, además de lavar los platos, lavar la ropa y hacer la cena. A menudo, es la mamá quien tiene la responsabilidad de encargarse de todo lo anterior, al mismo tiempo que desarrolla y mantiene una carrera. Además, si uno de los padres debe dejar su empleo, la sociedad sigue asumiendo que debería ser la mamá.

Pero ¿y los papás? Según la Oficina del Censo de los EE. UU.,[1] tan solo 189,000 hombres casados con hijos menores de 18 años se identificaron como papás que se quedan en casa en el año 2012. Las cifras han aumentado continuamente con los años, pero la pandemia también instó a algunos hombres a reevaluar su papel en el hogar.[2] Aún no queda claro cuál ha sido el alcance total del cambio, pero la National At-Home Dad's Network calculó estas tendencias a largo plazo y pronosticó que el número de papás que se quedan en casa aumentará a 1.75 millones hacia 2022.[3]

“Siempre he sido partidario de que uno de los padres se quede en casa, ya sea el padre o la madre”, dijo Michael Jasper, antiguo vicepresidente y gerente de mercadeo de PNC. Jasper se convirtió en un papá que se queda en casa con sus tres hijos a principios del 2022. Aunque hubo algunos problemas de salud detrás de su decisión de alejarse de su empleo, está contento de haber hecho el cambio. “Ahora que lo estoy haciendo, pienso, ¿por qué no lo había hecho antes?”, dijo.

Romper la tradición

Las mamás siguen representando la mayoría de los padres que se quedan en casa. Según datos de Project 257SM, las mujeres dedican casi el doble de tiempo que los hombres realizando labores domésticas no remuneradas (es decir, cuidado de los hijos, cuidado de adultos mayores, deberes del hogar, etc.), lo que hace de esto uno de los cuatro impulsores primarios de la brecha económica de género.

Para combatir esta desigualdad, un mayor número de hombres están optando por quedarse en casa y asumir dicha labor no remunerada. Sin embargo, para los papás que se quedan en casa, los estereotipos y el hecho de desempeñarse en una sociedad que atiende a las mamás como cuidadoras primarias, pueden ser algo abrumador. “Yo lo estoy haciendo al final de mi carrera, así que es más una cuestión de logro para mí, y las personas de cierta manera consideran que me estoy jubilando”, dijo Jasper. “Pero es un gran estigma en la sociedad. Todos los padres que conozco quisieran pasar más tiempo con sus hijos, pero los hombres titubean en este sentido porque se nos ha enseñado que debemos ser los proveedores. No tenemos problema en decir que una mujer puede renunciar a su educación para quedarse en casa, pero si un hombre lo hace, ¿qué le pasa? Es una doble moral que no debería existir”.

Para Sean Brett, quien ha estado en casa con su hija durante cinco años, resulta natural ignorar las opiniones de los demás, incluso si para su esposa no siempre es posible hacer lo mismo. Cuando ella se percata de las reacciones incómodas referentes a su condición de papá que se queda en casa, él recurre a sus convicciones. “Cuando tomo una decisión sobre mi vida que creo es la mejor decisión para mí y para mi familia, tengo la confianza de ignorar o evadir a las personas que me juzgan”, dijo Brett.

Brett se ha dado cuenta cómo las normas de la sociedad a menudo hacen que sea difícil para los papás desempeñarse como cuidadores primarios. Brett recuerda que le resultaba difícil llevar a su hija, quien entonces era una bebé, a comer fuera, ya que muy pocos baños para hombres tenían cambiadores. Hace mucho que su hija dejó de utilizar pañales, y las compañías están trabajando para corregir este problema, pero cuando no hay baños familiares disponibles, Brett lleva a su hija, que ahora tienen seis años, al baño para hombres, lo que en ocasiones puede ser incómodo.

Brett también aprendió mucho sobre cómo dirigir un hogar. “A pesar de que podrías pensar que sabes que dirigir un hogar implica mucho trabajo, cuando empiezas a asumir la responsabilidad de este, te das cuenta que implica mucho más de lo que pensabas originalmente”, dice.

El gran regreso (al trabajo)

Jasper no se imagina querer regresar a la vida corporativa, pero si regresa a trabajar, “será algo que pueda hacer sin prisas”, dijo.

Brett tampoco tiene mucha fe en que regresará a trabajar, ya que actualmente se está enfocando por completo en su papel como padre que se queda en casa (y como profesor conjunto de su hija que estudia en línea).

Mientras tanto, Maureen Mack, directora ejecutiva de mercadeo para la región de Norteamérica en Hexagon, también menciona que no se imagina cuándo su esposo, quien se queda en casa a tiempo completo, volverá a trabajar. La guardería era muy buena, dice Mack, pero ni ella ni su esposo trabajaban el típico empleo de nueve a cinco, y “no querían discutir sobre quién tenía que recoger de la guardería al ser más preciado sobre la tierra”.

Los Mack sabían que sus finanzas se verían afectadas si solo uno de los dos trabajaba, pero han aprendido a elaborar un presupuesto y ceñirse a este. Lo que es más importante, dijo Mack, ahora sus hijos siempre tienen alguien con quien contar.

El legado que dejamos

Brett y Jasper saben que su decisión de quedarse en casa afectará la opinión que sus hijos, en particular sus hijas, tienen sobre los roles de género. “Es muy bueno que mi hija me vea como el cuidador primario”, dijo Brett. “Sus primos tienen mamás que se quedan en casa, así que es bueno que ella vea que esa no es necesariamente la forma en que las cosas deben ser”.

Ya seas una mama o un papá que se queda en casa con los hijos, Brett te recomienda que lo disfrutes. “Son pequeños solo una vez”, dijo. “Tienes este tiempo para crear recuerdos y tienes que aprovecharlo”.