Many people tend to use their HSAs to pay for medical expenses in real time, withdrawing money as expenses are incurred. But we believe there’s a real planning opportunity in waiting.

Las cuentas de ahorros para la salud (HSA) pueden proporcionar una solución única para ayudar a cubrir los costos médicos futuros, desde gastos pagados con tu propio dinero para aquellos que se jubilan anticipadamente hasta grandes gastos médicos en la jubilación que de otra manera requerirían un retiro del plan de jubilación.

Las cuentas de ahorros para la salud (HSA) ofrecen también muchos beneficios fiscales. Al igual que los planes de jubilación 401(k) y las cuentas individuales para la jubilación (IRA) tradicionales, el dinero se puede asignar a opciones de inversión.[1] No hay impuestos federales sobre el dinero que aportas a través de deducciones de la nómina ni sobre los ingresos por inversiones mientras el dinero está en la cuenta.[2] A diferencia de los planes 401(k) y las cuentas IRA tradicionales, no se aplican impuestos sobre los retiros calificados.

Puedes destinar activos para gastos futuros de atención a la salud al dejar tu dinero en una cuenta HSA para que se acumule y crezca mientras usas otros fondos para pagar los gastos actuales. También puedes aplicar tu cuenta HSA para cubrir no solo los gastos actuales sino también cualquier gasto calificado pasado que se haya pagado con fondos que no sean de la cuenta HSA, siempre y cuando el gasto se haya asumido después de que hayas establecido la cuenta HSA y conserves los recibos.

Financiar gastos médicos después de la jubilación

Muchas personas que desean jubilarse antes de los 65 años encuentran que un obstáculo importante para sus planes puede ser la capacidad de pagar los gastos médicos durante la brecha antes de ser elegibles para Medicare.[3] Si bien las primas de seguro de salud que no sean de Medicare por lo general no son gastos elegibles, puedes usar el dinero de la HSA para los deducibles relacionados con el plan de seguro médico que sí obtienes, así como para los copagos y los costos de medicamentos recetados.[4]

Por ejemplo, según una investigación del Employee Benefit Research Institute (Instituto de Investigación de Beneficios para Empleados), un hombre de 65 años podría necesitar $144,000 y una mujer de 65 años $163,000 para cubrir los costos de atención médica en la jubilación más allá de lo que cubre Medicare.[5] Las cuentas HSA se pueden usar para pagar las primas, los deducibles y los copagos de Medicare, así como gastos médicos que Medicare no cubre, como los aparatos auditivos y la mayor parte de la atención odontológica. En algunos casos, los servicios de mantenimiento y cuidado personal, como la asistencia por discapacidades, también pueden cubrirse si cumplen con calificaciones estrictas.

La característica de retiro libre de impuestos de las HSA puede ser una fuente de ingresos particularmente importante una vez jubilado. Si utilizas las cuentas IRA tradicionales y las cuentas del plan 401(k) para pagar gastos importantes, como costos médicos, puede haber consecuencias financieras más allá de pagar impuestos por el retiro. El incremento de ingresos sujetos a gravamen puede generar primas de Medicare más altas, un mayor número de beneficios de seguro social sujetos a gravamen y el aumento de tu categoría del impuesto sobre los ingresos. El dinero de la cuenta HSA se puede retirar para gastos de atención médica calificados pagados con anterioridad sin estos impactos, y se puede utilizar para lo que sea, por ejemplo, para realizar reparaciones imprevistas en el hogar, salir de vacaciones o comprar un automóvil nuevo, siempre y cuando se conserven los recibos de los gastos calificados.

Los planes IRA Roth y los planes Roth 401(k), al igual que las cuentas de ahorros para la salud (HSA), permiten retiros sin ramificaciones tributarias. Sin embargo, las contribuciones se hacen después de impuestos, y el retiro de las ganancias antes de la edad de 59½ puede conllevar penalidades y/o estar gravado.[6]

Después de aprovechar cualquier contribución equivalente del empleador al plan 401(k), quizás debas considerar contribuir a una cuenta HSA ya que puede proporcionar beneficios de impuestos que son diferentes o superiores a las cuentas de jubilación tradicionales y Roth. Aunque las cuentas HSA solo pueden aplicarse a gastos de salud calificados para recibir retiros libres de impuestos, creemos que la planificación de los costos de salud es una parte importante de la planificación para la jubilación.

Por ejemplo: Cómo usar tu Cuenta de Ahorros para la Salud (HSA) para ayudar con los gastos médicos de la jubilación[7]

Melissa, de 40 años de edad, contribuye al plan de jubilación 401(k) de su empleador, así como a su cuenta HSA para cubrir gastos médicos futuros. Primero contribuye el 6 % de su salario al plan 401(k) de su empleador al aprovechar por completo la contribución equivalente del 50 %. Después, invierte la totalidad de los $3,600, es decir, el monto total que se le permite contribuir en 2021, en su Cuenta de Ahorros para la Salud (HSA) para cubrir gastos médicos futuros. Aunque ella asume gastos médicos calificados por $2,000 a lo largo del año, elige pagarlos de una cuenta diferente, sujeta a impuestos. Al permitir que la totalidad de la contribución de $3,600 crezca libre de impuestos, ella podría tener más de $15,000 disponibles a la edad de 65 años para retirar y gastar, todo libre de impuestos, en gastos médicos calificados.[8] Si, en lugar de ello, decide contribuir $3,600 cada año, podría tener casi $213,000 en su Cuenta de Ahorros para la Salud (HSA) al cumplir los 65 años, lo cual supera la estimación de sus costos totales de atención médica antes mencionados. Ella entonces podría realizar un retiro calificado de $2,000 en cualquier momento con base en los gastos en que haya incurrido cuando tenía 40 años, suponiendo que haya conservado los recibos correspondientes a dichos gastos.


Administrar los retiros

La forma en que administras los retiros de la cuenta de ahorros para la salud (HSA) evoluciona durante tu vida. Por ejemplo, dos consideraciones importantes son el saldo de tu cuenta de ahorros para la salud (HSA) y tu estado civil. Ante un fallecimiento, las cuentas de HSA pasan al cónyuge supérstite y conservan todas las características impositivas.

Sin embargo, cuando las Cuentas de Ahorros para la Salud (HSA) se transfieren a beneficiarios que no son el cónyuge, el saldo se convierte en ingresos sujetos a gravamen para el beneficiario en el año en que fallezca el titular de la Cuenta de Ahorros para la Salud (HSA). Puede tener lógica, en ciertas circunstancias, que una persona soltera gaste la Cuenta de Ahorros para la Salud (HSA), al reconocer que si hay gastos médicos calificados en el año de tu fallecimiento, la Cuenta de Ahorros para la Salud (HSA) puede utilizarse para pagar esos gastos antes de la transmisión al beneficiario que no es el cónyuge.

Por otra parte, si estás en un nivel de impuesto sobre la renta más bajo que un beneficiario no cónyuge, podrías considerar nombrar a tu patrimonio hereditario como el beneficiario de tu cuenta de ahorros para la salud (HSA), principalmente porque su valor se incluirá en tu declaración de impuestos final, y estará gravado a tu menor tasa de impuesto sobre la renta contra la mayor tasa de impuesto sobre la renta del beneficiario que no es cónyuge.

Una cuenta de ahorros para la salud HSA proporciona una combinación única de beneficios fiscales que no se ofrecen con ninguna otra cuenta. 

A través de una planificación cuidadosa, tienes la oportunidad de crear un fondo de dinero para ayudar a administrar los gastos de atención a la salud durante tus años de jubilación.

Saber cuándo retirar

La decisión de cuándo usar el dinero de la cuenta de ahorros para la salud (HSA) y cuándo usar otros recursos requiere una estrategia bien planeada y en evolución. A continuación se presentan algunas consideraciones para analizar con tu asesor:

  • el estado civil;
  • el saldo en la cuenta;
  • tu tasa imponible versus la tasa imponible del beneficiario que no es cónyuge; y 
  • el impacto de los gastos imprevistos durante la jubilación.

Para obtener más información, por favor, consulta con tu asesor de PNC o comunícate con PNC Private Bank.