Una nueva manera de pensar

En su llamado a la acción en 1776, El Sentido Común, Thomas Paine escribió: “tenemos el poder de reiniciar el mundo”. Al analizar el panorama general, Paine dijo,

Tenemos el poder de reiniciar el mundo. Una situación similar a la de la actualidad no se había presentado desde los días de Noé, hasta ahora. El aniversario del nuevo mundo se aproxima… qué insignificantes y qué ridículos parecen las irrisorias objeciones de unos cuantos hombres débiles o interesados cuando se comparan con los asuntos comerciales del mundo.[1]

En septiembre de 2022, fuimos testigos de una nueva manera de pensar cuando Yvon Chouinard, el fundador de Patagonia, Inc., una empresa minorista de ropa de abrigo, donó la mayor parte de su compañía a la organización benéfica recién establecida Holdfast Collective, la cual se dedica a combatir el cambio climático y defender la naturaleza. Según Chouinard, “la Tierra ahora es nuestro único accionista”.[2]

La donación parece relativamente clara. La mayor parte (98 %) de las acciones de Patagonia, que comprenden acciones sin derecho a voto, fueron donadas a Holdfast Collective, una organización exenta de impuestos calificada según lo dispuesto en la sección 501(c)(4) del Código de Impuestos Internos (IRC). Según el Servicio de Impuestos Internos (IRS), “Para estar exento de impuestos en calidad de organización de bienestar social,... una organización no debe estar constituida con fines de lucro y debe operar exclusivamente para promover el bienestar social. Las ganancias de una organización establecida según lo dispuesto en la sección 501(c)(4) no pueden redundar en beneficio de ningún accionista o individuo privado”.[3]

El resto de las acciones de Patagonia, que comprenden todas las acciones con derecho a voto de la compañía, fue donado a un fideicomiso nuevo, el Patagonia Purpose Trust (fideicomiso de propósito específico de Patagonia). El fideicomiso no es una entidad exenta de impuestos, pero tiene el objetivo declarado de proteger los valores de la compañía.[4] La familia Chouinard continuará guiando el propósito y la actividad de Patagonia al seleccionar y supervisar los directivos del fideicomiso de propósito específico.

Patagonia ha dado a conocer constantemente su deseo de cuidar el planeta Tierra. Según Chouinard,

Empezamos con nuestros productos, al utilizar materiales que causaran un menor daño al medio ambiente. Donamos el 1 % de las ventas cada año. Nos convertimos en una corporación B certificada y en una corporación de beneficios de California al plasmar nuestros valores en un acta constitutiva para preservarlos. Más recientemente, en el 2018, cambiamos el propósito de la compañía al siguiente: Hacemos negocios para salvar nuestro planeta Tierra.[5]

La reciente donación fue diseñada para continuar y ampliar dicha misión. Después de consultar las opciones a su disposición para expandir la misión, la familia Chouinard determinó “que no había buenas opciones disponibles”. Por lo tanto, crearon una opción propia, [6] la cual dio lugar a la nueva estructura de titularidad y a la donación de la compañía completa. Como resultado, las ganancias de Patagonia, además de la parte que se vuelve a invertir en la compañía, se destinan a promover el propósito de Holdfast Collective.

Dicha transacción requiere el consentimiento de los propietarios de la compañía. Incluso en un caso en el que un familiar sea dueño de una compañía completa, es lógico asegurar el apoyo de los demás familiares, ya que dicha donación toma el patrimonio de la familia y lo destina a otros fines. Esto no quiere decir que la familia Chouinard no haya recibido un beneficio además de los beneficios generales relacionados con la realización de una donación para conservar el planeta Tierra. Si la familia hubiese vendido la compañía, dicha transacción podría haber generado un cuantioso impuesto sobre la renta sobre las ganancias de capital derivadas de la venta (las cuales se estiman en $700 millones).[7] Además, la transacción puede haber permitido que la familia evitase el impuesto de sucesión del 40 % que se podría haber impuesto cuando la compañía se transfirió a la siguiente generación. Aun así, la transacción de Patagonia no evitó los impuestos por completo, ya que se calcula que la donación al fideicomiso de propósito específico (el fideicomiso no benéfico) dará lugar a la imposición del impuesto federal sobre donaciones de más de $17 millones. Además, dado que Holdfast Collective está exento del impuesto sobre la renta según lo dispuesto en la sección 501(c)(4) del IRC,[8] la donación de las acciones sin derecho a voto no proporcionó al donante una deducción del impuesto federal sobre la renta.

Aunque algunos han denunciado la evasión del impuesto relacionado con la donación de acciones de Patagonia a Holdfast Collective, fue el congreso estadounidense quien creó los beneficios fiscales relacionados con la transacción. Como el juez Learned Hand de la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos para el Segundo Circuito (ahora famoso) declaró en 1934,

Cualquiera puede arreglar sus asuntos de manera que sus impuestos sean lo más bajos posible; él no está obligado a elegir el patrón que mejor pague al Tesoro; ni siquiera existe el deber patriótico de aumentar sus propios impuestos.[9]

La donación realizada por la familia Chouinard es un ejemplo de una nueva manera de pensar. Llamémoslo “mentalidad de un bolsillo” a diferencia de la “mentalidad de dos bolsillos”. Gran parte del mundo empresarial y filantrópico piensa en términos de dos bolsillos, donde el dinero tiene dos funciones: lo que “ganan” ingresa a un bolsillo, a diferencia de lo que “donan”, lo cual sale de un bolsillo distinto. De acuerdo con la mentalidad de dos bolsillos, cuando hay fondos suficientes en el bolsillo de “ganancias”, el apoyo a la comunidad se puede brindar usando el bolsillo de “donaciones”. Diferencia entre la mentalidad de dos bolsillos y la de un bolsillo. En la mentalidad de un bolsillo, el patrimonio no es binario y las decisiones se toman basándose en una fuente: los valores de la persona y la familia. El dinero se gana, se gasta, se dona o se invierte en entidades que reflejen los valores de quien posee el patrimonio y, de este modo, se crea un ciclo regenerativo. Como tal, la familia Chouinard invirtió su patrimonio en la lucha contra el cambio climático y en la defensa del planeta Tierra al crear una entidad benéfica y permitir que esta invirtiese en Patagonia, una empresa rentable que tiene las mismas metas. Como resultado, un flujo constante de ingresos provenientes de las ganancias de la compañía está disponible para ejecutar este propósito.

Desde luego, los medios reportan extensamente las grandes inversiones, como la donación realizada por Patagonia, o el compromiso que Ford Foundation tiene de invertir $1,000 millones provenientes de su dotación en inversiones relacionadas con su misión.[10] Ford Foundation (la fundación Ford) declaró su meta de la siguiente manera:

Al emplear un enfoque decisivo y por fases, la fundación destinará gradualmente fondos de su cartera de inversión actual y los distribuirá con el tiempo en fondos que busquen obtener no solo retornos financieros atractivos sino también beneficios sociales concretos. Las inversiones iniciales se centrarán en áreas en las que la fundación tiene una gran experiencia previa y en las que identifica tanto una oportunidad como una coincidencia significativa con su misión para reducir la pobreza y la injusticia.

No obstante, cualquiera puede tener esta mentalidad. Al distribuir el capital en función de los valores propios, las conductas financieras de ganar, gastar, donar e invertir se apoyan entre sí de una manera que reconstituye un mayor patrimonio y más oportunidades para esas misiones valiosas.

El tiempo dirá si otros siguen el ejemplo de la familia Chouinard al destinar las ganancias a su misión. No obstante, es posible para cualquiera seguir este trayecto, incluso con cantidades modestas.

Ciertamente, podemos reiniciar el mundo simplemente al cambiar nuestra manera de pensar con respecto al patrimonio, el propósito y la filantropía.

Gráfico 1. La mentalidad de un bolsillo en acción

Fuente: PNC PRIVATE BANK

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VERSIÓN DE TEXTUAL DE LOS GRÁFICOS

Gráfico 1. La mentalidad de un bolsillo en acción

El gráfico muestra cuatro círculos uno al lado del otro con las leyendas “Ganar”, “Gastar”, “Donar” e “Invertir”.

Una flecha inicia del lado izquierdo del círculo “Ganar”, pasando a través de la mitad superior del círculo, luego continúa a través de la mitad inferior del círculo “Gastar”, la mitad superior del círculo “Donar”, y por último a través de la mitad inferior del círculo “Invertir”, lo que da a entender el orden de las acciones involucradas.

El círculo “Ganar” se define de la siguiente manera: Genera nuevas cantidades al trabajar con compañías o empezar compañías que reflejen los valores propios.

El círculo “Gastar” se define de la siguiente manera: Gasta en función de tus valores. Compra en comercios locales en lugar de en tiendas por departamento. Zapatos Tom vs. Nike. Usa ropa de fibras naturales en lugar de ropa de materiales sintéticos.

El círculo “Donar” se define de la siguiente manera: Dona de forma inteligente. Utiliza la fuente de capital adecuada para resolver el problema. Las subvenciones no siempre son la mejor opción.

Y por último, “Invertir” se define de la siguiente manera: Invierte según tus valores. Utiliza el capital en todo el espectro. Reinvierte las ganancias.