Se ha inscrito en un instituto superior o una universidad y ha recibido un préstamo estudiantil. Después de que la institución aplique los ingresos a la matrícula y los cargos, sobra dinero. ¿Cuál es la mejor manera de utilizarlo?

Aunque el monto no sea grande, es importante administrar los fondos adecuadamente. Una decisión equivocada puede ser costosa. Sobre la base de las normas y los enfoques de sentido común que rigen el uso de los préstamos estudiantiles, a continuación se indican algunos aspectos que debe tener en cuenta si se enfrenta a esta situación.

Solicite préstamos solo por el monto que necesita. Es posible que le ofrezcan un préstamo mayor del que necesita. ¿Debería tomar el monto adicional “por si acaso”? La mejor estrategia suele ser solicitar un préstamo por lo menos posible teniendo en cuenta todos los gastos potenciales que pueda tener. Crear un presupuesto antes de comprometerse con un monto es un buen punto de partida.

También es buena idea agotar otras fuentes de financiamiento, como becas, subvenciones y otras opciones, antes de solicitar un préstamo.

Ken Bogacki, vicepresidente de préstamos estudiantiles de PNC, aconseja: “Si solicita un préstamo con prudencia y lleva un control del monto que solicita en préstamo, tendrá más probabilidades de disponer de los medios para hacer frente cómodamente a los pagos mensuales una vez que se gradúe”.

La universidad calcula su costo de asistencia. Se inscribe en una universidad y solicita un préstamo en función del número de créditos que haya elegido. La universidad determina el monto final de la matrícula, teniendo en cuenta las subvenciones y becas. Si su préstamo estudiantil cubre más de ese monto, recibirá un reembolso de su universidad. 

Utilice los fondos sobrantes únicamente para gastos relacionados con la educación. Son gastos que apoyan directa o indirectamente sus estudios. Los libros, una computadora, la comida y el alojamiento, los materiales necesarios para las clases y demás gastos relacionados con la educación son ejemplos obvios.

Bogacki señala: “No todo el mundo sabe que también se pueden utilizar los fondos para gastos de transporte, como abonos de autobús o gasolina para ir y volver de la universidad. El cuidado de los hijos también podría ser un gasto permitido si lo necesita para seguir estudiando”.

Las calificaciones importan. El progreso académico satisfactorio se define como el proceso que una universidad utiliza para determinar si un estudiante está cumpliendo con todos sus requisitos educativos y está en camino de graduarse a tiempo con un título o certificado. Si no está cumpliendo esas metas, simplemente está acumulando deudas sin alcanzar sus metas.[1]

Si suspende o no asiste a las clases, es posible que no pueda optar por un préstamo para el siguiente semestre o año escolar. Las políticas y los procedimientos varían en función de la universidad y el tipo de ayuda financiera. Si se encuentra en esta situación, su asesor de ayuda financiera puede ayudarle a comprender las opciones disponibles.

Piense en el futuro. Recuerde que su préstamo no es dinero gratis. Tendrá que pagar todo lo que le presten con intereses. Solicitar menos en préstamo reducirá el monto que pagará a largo plazo. Es importante que lleve un registro del monto total de sus préstamos estudiantiles y calcule los pagos mensuales que tendrá que efectuar después de graduarse.

Puede considerar la posibilidad de devolver los fondos sobrantes para reducir el monto total del préstamo y, por tanto, los intereses que pagará a lo largo del tiempo.

Aunque no tiene que devolver los préstamos mientras está inscrito en la universidad, puede optar por empezar a efectuar los pagos mensuales en cualquier momento antes de que venzan. Empezar pronto, si puede, reducirá su carga financiera en sus primeros años de ingresos.

Bogacki concluye: “Cuando evalúe cuánto solicitar en préstamo, asegúrese de calcular sus ingresos futuros de forma realista, haga un presupuesto prudente y devuelva los fondos sobrantes cuando pueda”.

Para obtener información detallada que le ayude a planificar los numerosos aspectos financieros de su futuro educativo, visite esta calculadora de presupuesto estudiantil.