Ya sea que esté invirtiendo para ingresos de jubilación, para conservar el patrimonio familiar o para ahorrar para una compra de monto elevado más adelante, generalmente existe un consenso en torno al resultado deseado de los ingresos de inversión. Más es mejor. No obstante, la mejor manera de lograrlo es el tema de un debate constante: ¿debo perseguir una estrategia de inversión pasiva o activa?
Para muchos, la inversión pasiva, por ejemplo, un plan 401(k) que administra una compañía, es la opción predeterminada debido a la facilidad y el bajo mantenimiento. Los inversionistas más interesados o conocedores quizás quieran tener un mayor control o la posibilidad de rendimiento que puede ofrecer un enfoque activo. En última instancia, el mejor enfoque probablemente incluya ambas estrategias, y su ponderación será dirigida por sus metas, su apetito de riesgo, su aptitud y sus preferencias personales.
“La forma de elegir una estrategia de inversión es única para cada persona y dependerá de la tolerancia al riesgo, aunque también dependerá simplemente del tiempo y el deseo que se tenga de influir en las decisiones de negociación bursátil”, dijo Andy Schuler, Director de administración de inversiones de PNC Private Bank. “Ambas estrategias pueden ser efectivas si considera las ventajas que estas ofrecen con sus metas personales”.
¿Cuál es la diferencia entre la inversión activa y la pasiva?
La inversión activa es una estrategia que se basa en la toma de decisiones referentes a la compra, la venta o la conservación de activos en función de las fuerzas del mercado, teniendo la meta de generar ganancias al superar el rendimiento del mercado general. Las estrategias de inversión activa requieren investigación, una revisión detenida de los activos de la cartera y operaciones frecuentes en respuesta a la actividad del mercado. Una estrategia de inversión activa puede ser empleada por el inversionista individual o con la ayuda de un administrador de fondos.
Las ventajas principales de una estrategia de inversión activa incluyen:
- Capacidad de superar el rendimiento del mercado: porque el administrador se encuentra negociando activamente acciones individuales que en teoría se anticipan a los movimientos del mercado para generar rentabilidad.
- Eficiencia al responder a las oscilaciones del mercado: la negociación activa permite que los administradores respondan en tiempo real a los altibajos del mercado.
- Posibilidad de generar ganancias cuando el mercado está a la baja: en lugar de absorber las pérdidas durante un mercado bajista, existe la posibilidad de encontrar ganadores ocultos.
- Flexibilidad para elegir y seleccionar acciones individuales en una cartera: los administradores activos no están obligados con las acciones de un fondo en particular.
Las desventajas principales de una estrategia de inversión activa incluyen:
- Costo: debido a que las acciones se negocian activamente, habrá un mayor número de cargos por transacción además del costo del administrador de fondos profesional.
- Riesgo de inversión: superar el rendimiento del mercado de forma constante es una ciencia difícil, lo que puede dar lugar a pérdidas.
- Compromiso de tiempo: gestionar las inversiones activamente es un proceso que lleva mucho tiempo y requiere investigación, análisis y una negociación activa, en particular si usted lo está gestionando por cuenta propia.
Una estrategia de inversión pasiva está diseñada en torno al principio de comprar y conservar a largo plazo. Las estrategias pasivas no dependen de las respuestas a la actividad del mercado a corto plazo. Muy a menudo, la administración de inversiones pasiva se logra al invertir en un fondo indexado que monitorea un índice, como el S&P 500, el Dow Jones o una cesta de acciones. El fondo monitorea el rendimiento de dicho índice y, con el tiempo, reproduce su crecimiento y sus disminuciones.
Las ventajas principales de una estrategia de inversión pasiva incluyen:
- Confiabilidad a largo plazo: con el tiempo, la historia nos indica que el mercado crecerá. Invertir en un fondo indexado que monitorea el mercado reproduce dicho crecimiento.
- Diversificación: invertir en un fondo con una variedad de acciones ofrece un amortiguador natural ante una recesión en cualquier industria.
- Eficiencia de tiempo: debido a que una estrategia pasiva depende de comprar y conservar, la investigación y el monitoreo de las acciones individuales no se necesitan diariamente.
- Rentabilidad: dicha estrategia de comprar y conservar también implica menos operaciones, costos de transacción y posibles eventos imponibles.
Las desventajas principales de una estrategia de inversión pasiva incluyen:
- Incapacidad para superar el mercado: la seguridad de reproducir un índice confiable significa que sus ganancias se limitan al crecimiento del índice. No tendrá la oportunidad de sacar el máximo rendimiento de superar el mercado con operaciones individuales.
- Sujeta al rendimiento del mercado: aunque la historia indica el crecimiento del mercado a largo plazo, las estrategias de inversión pasiva también están sujetas a las recesiones del mercado, sin la posibilidad de deshacerse de las acciones individuales que tienen un rendimiento inferior.
- Incapacidad de elegir y seleccionar: si va a invertir en un fondo indexado, tiene un menor control sobre las acciones individuales del fondo.
¿Qué es lo que le conviene?
La doctrina común puede indicar que un enfoque pasivo en cuanto a la inversión es una manera más segura de generar el crecimiento confiable de la cartera con el tiempo. La inversión activa requiere investigación, negociaciones y programación constantes para lograr el crecimiento con lo que puede ser un costo significativo. Sin embargo, no se puede ignorar el hecho de que en un enfoque pasivo no falta el riesgo de inversión de un mercado bajista, pues se tiene muy poca capacidad para controlar las decisiones individuales que pueden proteger contra las pérdidas o superar el rendimiento de un índice. Los enfoques pasivos también pueden dar lugar a la pérdida de una gran parte del beneficio de contar con la experiencia de un administrador de fondos profesional.
En última instancia, la respuesta de si le conviene una estrategia de inversión activa o pasiva dependerá de sus metas de inversión individuales, su horizonte temporal en el mercado y su tolerancia al riesgo. Para muchos inversionistas, el enfoque indicado será una combinación de invertir en un fondo de administración pasiva al mismo tiempo que dedica activos adicionales a un enfoque activo de mayor riesgo, posiblemente con mayores recompensas. Su asesor puede ayudarle a identificar los riesgos y las ventajas de cada estrategia con respecto a su situación particular.
“Properly managed, both methods, can be good investment strategy,” Schuler said. “No necesariamente tiene que elegir entre uno o el otro, pero su asesor puede ayudarle a determinar cómo ponderar sus activos entre el enfoque pasivo y el activo”.