Al abrir una cuenta de cheques, se le dará la opción de obtener una tarjeta de débito. Una tarjeta de débito está vinculada a su cuenta de cheques y los fondos se retiran una vez que realice una compra. Una tarjeta de débito puede ser útil para gastar dinero de forma inteligente y llevar un control de su cuenta de cheques. Si bien estas pueden parecer preocupaciones de una persona adulta, los adolescentes también se pueden beneficiar de una cuenta de cheques y una tarjeta de débito.

Entonces, ¿qué edad debe tener para obtener una tarjeta de débito y una cuenta de cheques? La respuesta es depende, ya que los requisitos de cada banco podrían variar. 

A menudo, los consumidores más jóvenes pueden obtener una cuenta de cheques y una tarjeta de débito si su padre, madre o tutor figura como cofirmante en la cuenta.

Requisitos comunes de edad 

Salvo algunas excepciones, cada estado requiere que la persona cuente con la mayoría de edad en dicho estado para poder abrir una cuenta bancaria de depósito. En la mayoría de los estados dicha edad es 18 años.[1] Entonces, ¿cómo pueden los adolescentes o estudiantes más jóvenes obtener una cuenta de cheques y una tarjeta de débito? Muchos bancos y cooperativas de crédito ofrecen cuentas específicamente para adolescentes o estudiantes. Dichas cuentas para consumidores más jóvenes requieren un titular adulto para la cuenta conjunta. Después abrir la cuenta, se puede emitir una tarjeta de débito para ambos titulares de la cuenta, lo que brinda al adolescente (incluso con 14 años de edad) los beneficios que acompañan a una tarjeta de débito.

Beneficios de una tarjeta de débito para adolescentes

De la misma manera que las tarjetas de débito brindan a los adultos una manera flexible para hacer el pago de compras en tiendas y en línea, estas brindan la misma conveniencia a los adolescentes. Además brindan otras ventajas, las cuales debe consultar con su banco al momento de abrir su cuenta. 

Familiarizarse con las operaciones bancarias

Tener una cuenta de cheques con una tarjeta de débito vinculada brinda a los jóvenes la experiencia de transferir dinero, planificar compras e interactuar con el software y aplicaciones de la cuenta bancaria.

Debido a que resulta mucho más eficaz aprender con la práctica, recibirán un curso acelerado referente a toda esa terminología bancaria de una manera que de verdad sea importante para ellos.

Ahorrar para metas financieras

Al parecer siempre hay cosas que los jóvenes quieren comprar, ya sea entradas para el cine o un nuevo par de zapatillas. Si ya están acostumbrados a ahorrar dinero en una alcancía en casa, tener una cuenta de cheques y una tarjeta de débito es un excelente paso para conocer cómo ahorrarían y gastarían siendo adultos.

Aunque tener acceso a una tarjeta de débito (incluidos los privilegios de cajero automático) puede parecer una tentación para gastar en exceso, los jóvenes a quienes se deja que manejen las consecuencias suelen aprender más rápido a moderarse y planificar anticipadamente. En lugar de que se les diga que ahorren su dinero para una época difícil, pueden obtener práctica de primera mano. Además pueden acceder a aplicaciones móviles y herramientas de planificación como parte de su cuenta, lo que puede ayudarles a aprender a ahorrar y hacer presupuestos.

Preparación para la independencia financiera futura

Muchos estudiantes no tienen los conocimientos necesarios de educación financiera. De hecho, el 32 % de los adolescentes no sabe cuál es la diferencia entre una tarjeta de débito y una de crédito. Sin embargo, el 75 % de los adolescentes afirman que sus padres son la principal fuente de información financiera y que confían en mamá y papá incluso por encima de las plataformas más populares de redes sociales. Debido a esta confianza obtenida, puede ser perfectamente lógico obtener una cuenta conjunta con los padres.[2]

En el panorama general, es importante transferir conocimientos financieros de una generación a la siguiente, y tener una cuenta de cheques y una tarjeta de débito es el primer paso para dicho aprendizaje práctico. Estas lecciones se pueden enseñar desde temprana edad para que, cuando los estudiantes se vayan a la universidad o vivan por cuenta propia, no se inclinen a tomar malas decisiones financieras. Este tipo de empoderamiento puede generar efectivos positivos perdurables cuando se trata de la seguridad financiera futura.

Protección contra los delitos cibernéticos

Por último, los adolescentes que utilizan tarjetas de débito reciben una introducción temprana al concepto de las compras seguras en línea. 

Los adolescentes también pueden consultar las pautas de la FTC [Comisión Federal de Comercio] para evitar estafas.[3] Las mejores prácticas incluyen:

  • Bloquear las llamadas de números desconocidos y los mensajes de texto o de redes sociales no deseados.
  • Nunca debe compartir información personal (p. ej., número de Seguro Social, número de celular, contraseñas o PIN), en particular como respuesta a un mensaje no solicitado.
  • Evitar responder a solicitudes de dinero que requieren que actúe rápidamente. Los estafadores usan la técnica de “temor a perder la oportunidad” (Fear of Missing Out, FOMO) para obtener información financiera de sus víctimas antes que estas puedan darse el tiempo para investigar o pedir ayuda.
  • No se avergüence de pedir ayuda. Incluso si ha sido víctima una vez, vale la pena hablar para evitar que vuelva a suceder.

También es prudente eliminar la información de su tarjeta de débito de las cuentas de compras en línea después de cada compra. Además, no todas las estafas tienen que ver con una tarjeta de débito directamente. Algunos delitos, como las estafas de romance, pueden emplear casi cualquier método de pago, en particular tarjetas de regalo, criptomonedas y giros postales. Aprender sobre ellas ahora puede ayudar a protegerse para no ser vulnerable en el futuro.

¿Su hijo está listo para tener una tarjeta de débito?

Aunque hay cuentas de cheques y tarjetas de débito disponibles para los niños más pequeños, quizás usted se pregunte si es una buena idea tener una. Cada niño madura a su propio ritmo, y es posible que algunos niños incluso no quieran tener una cuenta ni una tarjeta de débito sino hasta que sean mayores.

De cualquier manera, eso no significa que usted no pueda enseñarles al uso de una tarjeta de débito. Si usted desea asegurarse de que asuman la responsabilidad de usar la tarjeta nueva con seriedad, puede ayudar a guiarlos para que la utilicen adecuadamente.  

La ventaja de la tecnología de hoy en día es que, a menudo, cuando tiene una cuenta de cheques, puede configurar alertas para su tarjeta de débito que pueden ayudar a monitorear su gasto y gestionar su cuenta.

Qué debe buscar al elegir una cuenta de cheques y una tarjeta de débito

Hay un gran número de cuentas de cheques que ofrecen tarjetas de débito dirigidas a adolescentes y adultos jóvenes. Aunque todos afirman que son fáciles de usar e ideales para estudiantes, no todas son iguales. Algunas cosas que debe buscar incluyen:

  • Los cargos, incluidos los cargos mensuales por servicio o los cargos por el uso de cajeros automáticos fuera de red.
  • La red de cajeros automáticos, dónde se ubican los cajeros automáticos y cuántos retiros se pueden realizar al mes.
  • Los controles que le notifican a usted o a sus padres sobre compras importantes o actividad inusual en la cuenta.
  • Protección contra sobregiro 
  • Fácil acceso en línea con herramientas para monitorear cuentas, depositar cheques y transferir dinero.
  • Acceso a servicio de atención al cliente por chat o teléfono.

Cómo solicitar una cuenta de cheques y una tarjeta de débito con su hijo 

Cada banco tiene políticas propias con respecto a cómo abrir una cuenta. Algunos permiten presentar la solicitud en línea y requieren que cargue la documentación o realice la verificación por otros medios. Otros pueden pedirle que se presente en persona en una sucursal del banco para llenar la documentación. Sin importar cuál sea el método, es posible que le pidan lo siguiente:

  • La documentación que acredite la inscripción del estudiante en la escuela.
  • La edad del estudiante.
  • La dirección del estudiante y del adulto.
  • Ciudadanía del estudiante y del adulto.
  • Identificación con fotografía expedida por el gobierno, por ejemplo, una licencia de conducir de Estados Unidos, una identificación militar o una identificación estatal.
  • Número de Seguro Social del estudiante y del adulto.

Para empezar, explore la cuenta Virtual Wallet Student® de PNC Bank, la cual permite que los niños incluso con 14 años presenten su solicitud con un adulto.