¿Cuál es la mejor manera de recaudar capital para su empresa? ¿Pedir dinero prestado y endeudarse, o aportar fondos de capital mediante la venta de una participación en la compañía? El financiamiento mediante deuda, normalmente un préstamo empresarial o una línea de crédito de una institución financiera, requiere el pago de ese préstamo con intereses. Con el financiamiento de capital, una compañía vende parte de la propiedad de la empresa a un inversionista privado a cambio del capital deseado.

Examinar estas dos opciones revela las ventajas y los inconvenientes de cada una.

Sopesando las ventajas y las desventajas

Ventajas de la deuda: Desventajas de la deuda:
  • Una vez pagado el préstamo, la deuda desaparece.
  • Un préstamo no cambia la propiedad de la compañía.
  • Los préstamos suelen ser menos complicados de obtener.
  • Suele ser una fuente de financiamiento menos costosa.
  • Sabe de antemano cómo afectará al flujo de caja.
  • Los intereses pagados por la deuda pueden ser deducibles de impuestos.
  • Es posible que las tasas de interés no sean favorables cuando quiera pedir un préstamo.
  • La aprobación puede ser difícil si su compañía está apalancada o no hay garantía suficiente.
  • El banco puede requerir ciertos convenios o requerimientos mientras exista un saldo pendiente.
Ventajas del capital: Desventajas del capital:
  • Normalmente no hay garantías, lo que puede ser beneficioso para compañías del sector servicios o empresas emergentes.
  • Es una opción cuando la compañía no puede calificar para un préstamo bancario.
  • Usted evita contraer deudas.
  • Está cediendo una parte de la compañía al inversionista.
  • Dependiendo de los términos del trato, el porcentaje de ganancias que comparta con los inversionistas puede costar más que el monto que originalmente quería pedir prestado.
  • Encontrar inversionistas que ofrezcan términos competitivos puede ser difícil y llevar mucho tiempo.
  • Puede haber impactos desconocidos en el flujo de caja futuro.

Cómo determinar qué es lo mejor para usted 

Generalmente se considera el financiamiento mediante deuda cuando una compañía está establecida y tiene un flujo de caja predecible, ingresos estables y activos (garantía) en su balance general.

Las empresas emergentes que no califican para el financiamiento bancario tradicional o las compañías con ingresos y ganancias netas erráticas, y garantía insuficiente son a menudo candidatas para el financiamiento de capital.

Al embarcarse en una recaudación de capital, reunir a un equipo que escuche y comprenda su empresa y su meta final es un primer paso fundamental. “Recomendamos a los propietarios de empresas que incluyan a su banquero, contador público y abogado”, afirma Jessica Cuffia-Corlette, Vicepresidenta Sénior y Directora de Relaciones Comerciales de PNC.

El rol del banquero es discutir las ventajas y desventajas de ambas opciones y explicar los efectos potenciales que cada forma de financiamiento podría tener en su empresa y en sus metas a futuro, dijo Julie Battershell, suscriptora de PNC Bank. “Su banquero debe recomendarle siempre que hable de la operación con su contador público y su equipo legal”, afirma. “Deben proporcionar información, pero no tomar la decisión por usted”.

El siguiente paso es determinar la capacidad de endeudamiento de una compañía: cuánto dinero puede pedir prestado y conservar la salud actual de la compañía. Con el aumento de las tasas de interés, es importante no endeudarse en exceso, es decir, pedir prestado tanto que no pueda hacer los pagos mensuales sin dejar de cubrir los gastos de operación, afirma Cuffia-Corlette.

Otra posibilidad es obtener financiamiento con una tasa de interés fija, explica Battershell. Incluso en un entorno en el que las tasas de interés están aumentando, es importante considerar el efecto de la deuda frente al capital con el tiempo. “Puede que el financiamiento de la deuda resulte caro en el entorno de tasas actuales. Sin embargo, puede resultar más barato con el tiempo, ya que hay una fecha de finalización de los pagos", dijo. Por otro lado, con el financiamiento de capital, parte de sus ganancias irán a parar al inversionista mientras siga siendo propietario.

Si su compañía necesita capital urgentemente, podría ser mejor buscar un inversionista privado. “Un inversionista privado puede ayudar a garantizar que la compañía disponga de los fondos necesarios para cumplir un contrato nuevo o mayor, o realizar las mejoras necesarias en sus instalaciones que generarán ingresos perpetuos”, afirma Battershell.

Pero a la hora de aportar capital, los propietarios deben plantearse un futuro en el que sus inversionistas tengan voz en las decisiones empresariales, dijo Cuffia-Corlette. Suele haber algún tipo de intercambio por la propiedad, como acciones sin derecho a voto.

Recurrir tanto al financiamiento mediante deuda como al de capital puede ser una solución para las transacciones más grandes y complejas. “Utilizar ambas permite a una compañía más flexibilidad para utilizar el método que le resulte más beneficioso en ese momento”, afirma Battershell.

Deuda frente a capital: escenarios reales

Como a muchos empresarios, a Gina Kallick, propietaria de una empresa de servicios al consumidor durante 25 años, le costó financiar su crecimiento. “Después de muchos rechazos para conseguir financiamiento bancario, mi contador público me presentó a un banquero que creyó en mí y me ayudó a conseguir el capital que necesitaba. Esa relación fue muy valiosa, y lo seguí mientras fue ascendiendo en la industria”.

Kallick, que ahora trabaja en Pittsburgh como instructora de empresas e inversionista ángel en empresas emergentes dirigidas por mujeres o que son de propiedad de mujeres, ofreció este consejo sobre la búsqueda de financiamiento: “Solo hace falta una relación, un inversionista, un banquero para empezar. Pida que le presenten y recomienden a personas con poder de decisión”.

Aproveche su red de contactos y prepárese para proponer su negocio y su estrategia de crecimiento (o estrategia de salida si se dirige a un inversionista) con una presentación sólida y clara, afirma. “Cuente su historia y conozca sus números. Sin capital, no habría podido ampliar mi empresa, lo que finalmente me llevó a una salida exitosa con un conglomerado internacional”.

Las circunstancias dictan a menudo qué tipo de financiamiento es el más ventajoso. Por ejemplo, Cuffia-Corlette dijo que tenía un cliente que sabía que su empresa podía crecer significativamente, pero que no podía hacerlo solo. “Conocían el potencial de crecimiento, pero querían jubilarse antes del tiempo que llevaría implementar ese plan estratégico”, dijo. “De modo que encontraron un socio de capital para acelerar el crecimiento, y trabajamos con ellos durante todo el proceso. Era una situación que beneficiaba a todos”.

Algunas compañías quieren expandirse con una nueva línea o una nueva vertical para producir algo por sí mismas en lugar de depender de la cadena de suministro.  “Los bancos pueden hacer un análisis de la capacidad de endeudamiento y determinar si la compañía debe comprar esa nueva pieza de equipo grande o invertir en más capital humano”, dijo Cuffia-Corlette. “Son situaciones realmente gratificantes porque trabajamos juntos como un equipo”.

“Cualquiera que sea su decisión”, afirma Battershell, “contar con un equipo de expertos a su lado para encontrar el camino adecuado marcará la diferencia”.