Un dinero inesperado le quema en el bolsillo. O alguien tiene dinero para quemar. Hay metáforas que relacionan el fuego con el dinero e insinúan que el dinero es abundante. Sin embargo, tu empresa debe tener mucho cuidado con el consumo de dinero en efectivo.[1] Aquí te explicamos por qué.

¿Qué es el consumo de dinero en efectivo?

De manera bastante simple, el consumo de dinero en efectivo se refiere a cuánto dinero en efectivo consumes cada mes. El “consumo bruto” es el monto total que gastas cada mes, y el “consumo neto” es el monto que pierdes cada mes (la diferencia entre el efectivo entrante y el efectivo saliente). A menudo el consumo neto se aplica a las empresas emergentes que subsisten con el monto que han recaudado mientras se preparan para lanzar su producto o servicio al mercado.

Entonces, por ejemplo: si empezaste tu compañía con un préstamo o financiamiento para empresas emergentes de $500,000 y gastaste $100,000 al mes (antes de percibir ingresos):

  • Tu “tasa de consumo” es de $100,000 (el monto “consumido”, en este caso, mensualmente)
  • Tu “margen”, o la cantidad de tiempo antes de que se agote tu dinero en efectivo existente, es de cinco meses.

Como puedes ver, es vital que las compañías moderen su consumo de dinero en efectivo[2] a fin de mantener la estabilidad.  

Controla tu consumo de dinero en efectivo.

¿Cómo puedes ayudar a monitorear y en última instancia desacelerar el consumo de dinero en efectivo? Estas son cinco estrategias que debes tener en cuenta.

1. Crea un plan de negocios sólido que incluya los factores financieros clave detallados.

Aunque dicha estrategia no detendrá de inmediato el consumo de dinero en efectivo, ayudará a mantener el rumbo y tomar con calma el consumo de dinero en efectivo que sea necesario. Siguiendo con el ejemplo anterior, si tienes disponible el equivalente a cinco meses de capital, debes tener un entendimiento firme con respecto a cómo repondrás el capital una vez que este se haya agotado. Saber que esperas obtener una ganancia[3] de las ventas que se materializará tres meses a partir de hoy te puede hacer sentir mucho menos ansioso con respecto a tu consumo de dinero en efectivo este mes y el siguiente debido a que sabes que eso es lo que está previsto y tienes un plan para contenerlo.

2. Elabora un presupuesto y dale seguimiento.

Como pequeña empresa, es vital llevar un control cuidadoso de tus gastos (¡y anotarlo!), de tal manera que no gastes demasiado dinero inadvertidamente en categorías específicas. Por ejemplo, podrías darte cuenta que tienes demasiadas suscripciones y que necesitas cancelar unas cuantas, o que debes hacer un esfuerzo para reducir las facturas de servicios o hacer llamadas para comparar precios y obtener una mejor tarifa de WiFi u otros servicios esenciales.

3. Minimiza los gastos operativos.

Un presupuesto puede ayudarte a identificar los desembolsos más pequeños, pero podría ser el momento de dirigir tu atención a los elementos de mayor costo, como el espacio de oficina. Si estás gastando mucho dinero en una oficina elaborada, podrías decidir que un espacio de trabajo cooperativo ofrece todo lo que necesitas. Los sueldos y salarios también caen en la categoría de “gastos operativos”, así que debes analizar tu equipo cuidadosamente y asegurar que cada miembro esté rindiendo conforme a su máxima y mejor capacidad. ¿Hay tareas que puedas subcontratar a un trabajador independiente en lugar de contratar un empleado de tiempo completo (asumiendo así los costos de sus beneficios e implicaciones fiscales relacionadas)? O quizás un empleado valioso podría aprender una habilidad nueva que le permitiría hacerse cargo de una doble función.

4. Genera un mejor procedimiento de facturación para que te paguen con más rapidez.

La mejor manera de ayudar a detener el consumo de efectivo es tener ingresos de dinero, por lo que es importante facilitar la forma de pagarte. Para ayudar a preparar a tu empresa para el éxito, desarrolla procedimientos normalizados que utilices al facturar, lo cual incluye:

  • Enviar las facturas en la misma fecha cada mes.
  • Volver a verificar los detalles del destinatario y de la factura para asegurar que esta no sea dirigida incorrectamente de manera no intencional debido a que falte información.
  • Incluir tus términos de pago, por ejemplo, “pago a 30 días”.
  • Ofrecer una variedad de formas de pago; confirma las mejores prácticas para aceptar pagos con tu representante de banca empresarial.
  • Dar seguimiento en intervalos regulares cuando una factura esté “vencida”.

5. Colabora con tu representante de banca con respecto a qué productos y servicios pueden minimizar el consumo.

Por último, recuerda que tu representante de banca empresarial trabaja con muchas compañías igual a la tuya, y puede ofrecer soluciones y asesoramiento para minimizar el consumo de efectivo. Contáctanos hoy para descubrir qué productos y servicios podrían ayudarte a reducir el consumo de efectivo.


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