Al atacar el sexismo en el lugar de trabajo, los aliados, es decir, los hombres que implementan un enfoque proactivo para combatirlo en el lugar de trabajo, pueden ofrecer un apoyo crucial. “El establecimiento de alianzas tiene que ver con intentar aprender cómo sería ponerse en el lugar de alguien más”, dice Tracy DeCock, directora del mercado de banca corporativa para las zonas metropolitanas de Maryland y Washington de PNC. “Tiene que ver con estar dispuesto a aprender y crecer”.

Y, en el caso de varias industrias, incluidos los sectores que tradicionalmente son dominados por hombres, como las finanzas, el establecimiento de alianzas se debe convertir en un imperativo empresarial para mejorar la igualdad de género. “Los hombres siguen dominando los puestos de nivel ejecutivo en los servicios financieros, particularmente en la gestión de las áreas de pérdidas y ganancias de la empresa que tienen un poder y una influencia significativos”, explica DeCock. “Para que las mujeres ingresen y asciendan en los cargos y puestos ejecutivos de poder, deben tener a los hombres como aliados en estas áreas de sus compañías”. 

Aunque los hombres como aliados pueden ser poderosos agentes de cambio en sus organizaciones, a menudo deben aprender cómo ser defensores de sus colegas mujeres de forma significativa. Esta es la forma en que los programas a lo largo de toda la organización se pueden alinear a la par de las acciones individuales para desarrollar nuevos aliados.  

Cómo los aliados pueden ayudar a acelerar la igualdad

En el 2018, PNC se asoció con Forté, una organización que se dedica a impulsar a las mujeres en carreras significativas, para desarrollar la iniciativa Men As Allies (Los hombres como aliados), un programa de aprendizaje y mentoría diseñado para elevar a las mujeres en el lugar de trabajo. Men As Allies ayuda a los hombres de PNC a conocer las barreras que ponen retos a sus compañeras, así como aprender las conductas propias del establecimiento de alianzas. 

“Es importante comprender que el programa Men as Allies no se creó con la intención de dirigir, salvar, rescatar o en forma alguna sugerir que las mujeres necesitan de los hombres para ser exitosas”, dijo Josh Stewart, jefe de adquisición de talento y participación de PNC, quien colaboró en la creación del programa. “No se trata de simplemente actuar cuando algo ande mal. Los aliados homenajean y engrandecen los logros de las mujeres de PNC todos los días”.

En PNC, Men as Allies es un programa de desarrollo profesional de seis semanas durante el cual los aliados examinan los prejuicios sociales y personales en torno al género, se les enseña a reconocer las microagresiones y aprenden a alzar la voz. Después se les da la oportunidad de convertir esa perspectiva en acciones al convertirse en mentores, lo que genera resultados mutuamente favorables para los mentores y alumnos.  

“Mi tutor, Sanjay, me ayuda a establecer conexiones y me ofrece exposición a las personas que ayudan a ampliar mi red”, dice Rachel Wang, gerente sénior del grupo de análisis y estrategia de cartera y participante del programa de mentoría. “Y la relación de mentoría me da visibilidad como modelo a seguir para las mujeres que empiezan a tener éxito”.

Las mentorías también ayudan a los aliados a fortalecer sus habilidades de liderazgo. “Mi tutoría con Rachel ha hecho que mi forma de pensar sea más sólida”, afirma Sanjay Gupta, un participante de Men as Allies y jefe de desarrollo de modelos del grupo de análisis y modelación de balances generales de PNC. “Me permite tener una mejor comprensión de las demás partes de la empresa y me brinda perspectivas referentes a la naturaleza consultiva de ser un mentor, en lugar de solucionar problemas”.

Promover aliados en el lugar de trabajo

Todo lugar de trabajo, sin importar cuan pequeño sea, se puede beneficiar de una cultura en la que las mujeres prosperen y se sientan apoyadas. Y cada miembro del equipo puede jugar un papel importante en la creación de un lugar de trabajo más equitativo. 

Se debe motivar a los hombres para que dejen de lado los términos marcados por el género y en lugar de ello emplear lenguaje positivo que engrandezca la imagen, recomienda DeCock. “Hay que describir a las mujeres como líderes en lugar de mandonas; entusiastas en lugar de dicharacheras; apasionadas en lugar de sensibles”, menciona. 

Debemos alentar a los aliados para que salgan de su zona de confort para generar empatía con respecto a cómo las colegas que son mujeres pueden experimentar los entornos dominados por los hombres. “Ser aliado tiene que ver con volverte vulnerable en situaciones profesionales”, dice DeCock. “Date la oportunidad de asistir a un evento profesional de mujeres para que sepas cómo se siente ser el único hombre en la mesa o en la sala”.

Por último, recuerda que el establecimiento de alianzas empieza con una conversación franca, por lo que debes ofrecer un espacio seguro para que las mujeres compartan sus experiencias. “Es muy fácil para los hombres caer en la cultura de la ‘hermandad masculina’ y ni siquiera darse cuenta”, dice DeCock. “Cuando hablamos de forma abierta y sincera sobre lo que está ocurriendo entre nosotros, es una conversación poderosa”.