El salario mínimo puede ser un tema controversial. La cantidad mínima de dinero que las compañías deben pagar a sus empleados tiene un impacto directo en los empleados y las compañías en sí, lo que a menudo genera un efecto de filtración en la economía en su totalidad. En otras palabras: Todas las personas se ven afectadas por el salario mínimo.

Si bien el salario mínimo federal actual se ha fijado en $7.25 por hora, los diferentes estados pueden establecer salarios mínimos locales que superen el límite federal.[1] Por ejemplo, Colorado, tiene un salario mínimo estatal de $13.65 por hora,[2] y Nueva York ha fijado el suyo en $15 por hora.[3] (Para ver más actualizaciones salariales a nivel estatal, consulte la lista de leyes estatales sobre el salario mínimo del Departamento de Trabajo de EE. UU.).

Considerando el gran impacto que tiene este asunto, lo que más conviene a los propietarios de pequeñas empresas es tener una sólida comprensión de cómo cualquier aumento futuro al salario mínimo puede afectar su balance final. Las empresas deben tener preparado un plan para establecerlo rápidamente en caso de que sea necesario reducir sus gastos para incorporar un aumento al salario. Estos son algunos conceptos básicos.

El salario mínimo: una historia breve

La Ley de Normas Laborales Justas (The Fair Labor Standards Act) fue aprobada en 1938. Esta creó la División de Salario y Horarios, que hizo que la ley nacional para empresas ofreciera un salario mínimo de 40 centavos por hora, así como una semana laboral de 40 horas como máximo. También fijó la edad mínima para trabajar en 16 años.[4]

La última vez que se aplicó un aumento al salario mínimo fue en 2009.[5] Eso convierte el periodo entre 2009 y la actualidad en el periodo más largo en el que no se ha aplicado un aumento al salario mínimo desde que se promulgó la Ley de Normas Laborales Justas de 1938.

Aumento al salario mínimo: ventajas y desventajas

A primera vista, aumentar el salario mínimo podría parecer una acción simplemente positiva, pero la realidad tiene más matices. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso,[6] aunque un aumento al salario mínimo federal sin duda aumentaría los ingresos de algunas familias lo suficiente para que se ubiquen por encima del nivel de pobreza, otros trabajadores cuyos salarios son bajos probablemente se verían afectados negativamente por las pequeñas empresas que necesitan recortar su fuerza laboral para sobrevivir al aumento salarial.

También es importante mencionar que desde hace años los académicos han estado realizando estudios sobre el impacto del aumento al salario mínimo. Dependiendo de cómo usted desee que se desarrolle el argumento, probablemente encuentre un estudio que demuestre su punto de vista. Algunos estudios han demostrado ya sea impactos negativos mínimos[7] o ningún impacto en absoluto.[8] Por otro lado, estudios adicionales han demostrado que el aumento al salario mínimo provocó la disminución del salario del trabajador promedio que cobra el salario mínimo (porque las tiendas en las que aumentó el salario mínimo se vieron obligadas a reducir los horarios laborales disponibles para los empleados que trabajan por horas), y afectó negativamente la elegibilidad de los trabajadores para recibir beneficios.[9]

Estrictamente desde la perspectiva del propietario de una pequeña empresa, estas son algunas de las principales ventajas y desventajas para tener en cuenta.

Pros

Quienes defienden aumentar el salario mínimo argumentan que el aumento proporcionaría un impulso para los trabajadores cuyo salario es bajo y disminuiría el número de personas que viven en condición de pobreza. Un importante ejemplo del gobierno fue la Ley de Aumento del Salario de 2021, que tenía el objetivo de aumentar paulatinamente el salario mínimo a $15 para 2025. Se estimó que incrementaría el salario de 32 millones de trabajadores (el 21 % de la fuerza laboral) al permitirles obtener un ingreso extra de $3,300 al año. Además, el 59 % de los trabajadores cuyos ingresos familiares totales se encontraban por debajo de la línea de pobreza habrían recibido un aumento salarial. Dichos aumentos habrían sido particularmente significativos para los trabajadores de color, ya que el 31 % de los afroamericanos y el 26 % de los latinos habrían obtenido aumentos salariales[10].

Esta entrada de dinero en efectivo en manos de los ciudadanos también podría estimular la economía en general. Después de todo, una sociedad que gana más dinero tiene más dinero para gastar. Las pequeñas empresas podrían ver un incremento en sus ganancias debido a eso.

Contras

Uno de los grandes temores con respecto al aumento del salario mínimo es la inflación adicional de los costos laborales de las empresas.[11] Los costos laborales se dividen en las cuatro categorías de costos variables, fijos, directos e indirectos.[12]

  • Costos laborales variables: Incluyen los empleados que trabajan por horas y se basan en la cantidad total de producción.
  • Costos laborales fijos: Incluyen a los trabajadores asalariados cuyos costos siguen siendo los mismos a pesar de cualquier fluctuación.
  • Costos laborales directos: Involucra a los empleados que están a cargo de la producción de un producto o servicio dentro de una compañía (p. ej., trabajadores de la línea de ensamblaje o choferes de envíos).
  • Costos laborales indirectos: No se pueden rastrear a un servicio o producto individual proporcionado por la compañía (p. ej., personal de mantenimiento o administrativos).

La distinción entre cada una de estas categorías entrará en juego en la siguiente sección cuando hablemos sobre cómo las compañías pueden crear un plan para disminuir el impacto de los aumentos al salario mínimo.

¿Qué pueden hacer las empresas?

Al tener en cuenta las principales ventajas y desventajas, las pequeñas empresas pueden empezar a proponer ideas con respecto a cómo resistir cualquier cambio salarial al que se enfrenten.

Una de las maneras más rápidas para disminuir el impacto de un aumento, aunque definitivamente no es la más sencilla ni la más orientada al trabajador, es reducir los costos laborales o la oferta de beneficios para los empleados. Esto se puede hacer disminuyendo el número de horas disponibles para los empleados que trabajan por horas o, desafortunadamente, despidiendo a los miembros del personal que son asalariados. Pero, obviamente, los despidos se deben emplear como último recurso. Las empresas también pueden recortar los costos laborales directos al disminuir su nivel de producción (reduciendo así algunos de los gastos generales relacionados con tales costos) o al reducir los costos laborales indirectos (por ejemplo, al eliminar ciertos programas de administración).

Otra opción es trasladar el aumento de los costos al consumidor. El incremento de los costos de ciertos productos y servicios puede provocar que algunos clientes reconsideren cuánto gastar en ciertas empresas. Por otro lado, el incremento de los salarios en general puede ayudar a combatir la preocupación referente al gasto excesivo y asegurar que los consumidores sigan regresando por más, sin importar el incremento de los costos.

Los propietarios de empresas deben estar preparados para lidiar con el aumento del salario mínimo, cuando sea que se presente, así como lidiar con el posible efecto que este tendrá en sus costos laborales y en sus políticas y prácticas laborales. Para obtener consejos adicionales sobre cómo navegar los crecientes costos de los empleados y asegurar que su compañía siga prosperando, consulte el centro de pequeñas empresas de PNC.