Los fabricantes son adaptadores innatos. Cuando algo sale mal, encuentran maneras para eludir el problema o desarrollar nuevas soluciones. La pandemia proporcionó el entorno perfecto para poner esta habilidad en exposición total.

Considera, por ejemplo, la sopa. Cuando azotó la pandemia de COVID-19, la demanda de sopas se disparó al igual que la mayoría de los demás artículos de alimentos enlatados. En respuesta a la demanda, un importante fabricante de sopa decidió reducir la cantidad de sopa por lata por casi la mitad. Al hacerlo, podía suministrar de un 10 % a un 15 % más de cajas en un momento en el que los supermercados necesitaban una mayor cantidad del producto.[1]

Otros fabricantes que se enfrentaron a la desaceleración de la demanda tuvieron que responder con diversos niveles de creatividad para mantener sus empresas a flote. Sin embargo, aunque el ámbito de la fabricación demostró habilidad, también es fácil ver que la industria ha tenido cambios permanentes debido a la experiencia. En algunos casos, la verdad salió habitualmente a la luz, permitiendo que las compañías usaran determinadas herramientas para lograr una mejor eficiencia en lo sucesivo. En otras situaciones, la nueva normalidad posterior a la pandemia obligó la implementación de cambios, ya sea que las organizaciones quisieran hacerlo o no. Analizamos algunas de las acciones más importantes en las cuales más compañías se seguirán basando a medida que la pandemia queda en el pasado y las empresas se ajustan al mundo posterior a COVID.

La automatización y la robótica se han convertido en el requisito mínimo

Mientras los fabricantes se enfrentaban a los brotes de COVID, tenían que separar a los empleados y desarrollar maneras para permitir el distanciamiento social en fábricas que no estaban acostumbradas ni diseñadas para mantener tal distancia. Automatizar las tareas para reducir la cantidad de personas en las fábricas se convirtió en una de las maneras más poderosas en las que las empresas más grandes manejaron la amenaza. Algunos también utilizaron la robótica para reemplazar el trabajo manual. Las herramientas permitieron que las operaciones siguieran en marcha, incluso frente a una pandemia mundial.

Tal cambio no desaparecerá debido a la reducción en el número de casos de COVID. Resultó que las compañías que ya se habían sometido a cambios de innovación dentro de la organización son las que tuvieron el mejor rendimiento durante la pandemia. Las que no habían comenzado a integrar la innovación en sus fábricas tuvieron el peor rendimiento. ¿Y cuál es una de las maneras más importantes para remodelar la fábrica al darle un diseño innovador? Automatizar e integrar la robótica en la medida de lo posible. De los directivos que atraviesan este proceso de innovación, el 35 % lo mencionan como un área de enfoque, según McKinsey.[2]

Una mejor perspectiva de la cadena de suministro

En la misma encuesta, el 45 % de los encuestados indicó que se están enfocando en implementar la conectividad y la visualización de datos a lo largo de la cadena de suministro para mejorar el rendimiento. Básicamente, esto permite que una empresa observe cada parte de la cadena de suministro al monitorear los artículos, desde la granja o la mina de la cual proviene el producto, hasta el distribuidor y la mano del fabricante, antes de enviarse a las tiendas.

Tal perspectiva se volvió fundamental para las compañías que pretenden seguir operando al mismo tiempo que gestionan una cadena de suministro global. ¿Por qué? Puesto que las compañías enfrentaron retrasos y cancelaciones durante la pandemia, cuando un proveedor tenía que cerrar de repente debido a un brote de COVID o porque un puerto en el país en el que el proveedor opera está cerrado para los barcos extranjeros. Las empresas se dieron cuenta que entre más perspectivas tuvieran, más podían planificar para lo inesperado.

Este nivel de análisis de datos y transparencia continuará en lo sucesivo, dado que las empresas ven el valor y actualmente tienen la tecnología disponible para obtener tal perspectiva.

La fuerza laboral a distancia permanecerá en casa

Para muchos fabricantes, la reducción de costos se volvió muy importante en el momento álgido de la pandemia. En el caso de quienes tuvieron que recortar la producción, la reducción de costos proporcionó una táctica para asegurar la viabilidad durante los cierres. Para quienes observaron un aumento en la demanda, la reducción de costos permitió que un mayor número de recursos se destinaran a igualar la demanda. ¿Y cuál fue una de las tácticas que los fabricantes emplearon para reducir los costos? Cambiar al trabajo a distancia los puestos para los que fuese posible.

Casi la mitad de los fabricantes (44 %) recurrieron al trabajo a distancia para hacer exactamente esto.[3] Dado que muchos empleados están adoptando el estilo de vida del trabajo desde casa, eso significó que en lo sucesivo, las compañías observarán un modelo híbrido en el que algunos días se trabaja en la oficina y algunos días se trabaja a distancia.

Esta tendencia también refleja cambios en los empleos no pertenecientes al área de fabricación, ya que muchos sectores han optado por tener más puestos a distancia en el caso de los cargos que no requieren una oficina para tener éxito.

El enfoque y las metas han cambiado

Durante años antes de la pandemia, los fabricantes a menudo se enfocaban en dos cosas: aumentar la productividad y disminuir los costos. Ese ya no es exclusivamente el caso. En la encuesta de McKinsey, el 18 % de los fabricantes indica que la iniciativa más estratégica es integrar la agilidad en la organización, siendo dicha respuesta citada más que cualquier otra iniciativa. Un 17 % adicional de fabricantes mencionó agregar flexibilidad para personalizar los productos y responder a las necesidades del cliente.

Esto tiene sentido debido a la experiencia obtenida por la pandemia. La idea de que las compañías necesitan opciones reincide en los días iniciales de COVID, cuando las empresas tenían que luchar para mantener la producción en marcha. Es una nueva normalidad, pues los fabricantes jamás quieren enfrentar esa sorpresa otra vez.

El comercio electrónico está aquí para quedarse

Cuando los fabricantes se enfrentaban a la desaceleración de sus distribuidores en el pasado, podían hacer muy poco para eludir el proceso de venta. Eso ha cambiado con la llegada del comercio electrónico. Recurrir a las ventas en línea permitió que muchos fabricantes elaboraran herramientas que brindaran acceso a sus productos sin la necesidad de su distribuidor o cliente tradicional.

Por ejemplo, los proveedores de productos de alta gama para restaurantes comenzaron a ofrecer la posibilidad de que los clientes realizaran compras directamente de la compañía (y no al mayor) cuando los restaurantes tuvieron que cerrar debido a las órdenes de clausura. Kellogg, el fabricante de alimentos, amplió su división digital, que ya había comenzado a vender productos populares en Amazon.com. También permitió que los minoristas compraran productos al por mayor en línea, a medida que la demanda de bienes se disparó a principios de la pandemia. Además, amplió sus ventas directas al cliente en el caso de ciertos productos, particularmente en los mercados fuera de Estados Unidos.[4]

Tales acciones de parte de los fabricantes y proveedores no desaparecerán. Esto brinda protección contra otro golpe repentino, como una pandemia, al mismo tiempo que amplía la base de clientes de la compañía.

Es un futuro que muchos fabricantes podrían haber predicho, pero es uno que COVID aceleró hacia la práctica común de una forma más rápida de lo que cualquiera habría imaginado.