Capeando el temporal

El brote de COVID-19 y las repercusiones económicas subsiguientes presentaron serios desafíos para los patrocinadores y participantes de los planes de contribuciones definidas. Había una preocupación generalizada de que los empleadores se verían obligados a recortar las contribuciones al plan debido a los desafíos comerciales y que se producirían retiros masivos de las cuentas de jubilación a medida que aumentaran los permisos laborales y el desempleo. Sin embargo, la inmensa mayoría de los patrocinadores y participantes de los planes de jubilación parecen haber tomado medidas importantes (o no haber actuado en algunas áreas) que probablemente les ayudaron a ellos, y a sus planes, a superar con éxito la crisis.

Estadísticas a tener en cuenta

A pesar de la pandemia, la mayoría de los empleadores se resistieron a introducir cambios importantes en sus planes de jubilación:

  • El 3.6 % hicieron cambios de diseño de los planes debido a la COVID-19[1]
  • El 5.2 %suspendieron o redujeron las contribuciones equivalentes y 2.2 % suspendieron o redujeron las contribuciones no equivalentes como consecuencia de la pandemia, lo que es significativamente menor que el 18.5 % y 26.8 %, respectivamente, que lo hicieron entre 2008 y 2009 como resultado de las condiciones económicas[1]

Muchas organizaciones tomaron medidas para apoyar a los empleados en momentos difíciles:

  • El 66.7 % de las organizaciones adoptaron una o más disposiciones opcionales de la Ley CARES[1]
  • El 51.8 % de las organizaciones comunicaron el impacto de los préstamos y distribuciones en los ahorros para la jubilación a los participantes o están trabajando en ello[1]

Hubo relativamente poco pánico entre los participantes de los planes:

  • El 25 % de los participantes cambiaron su asignación de activos en el 2020[2]
  • El 25.6 % de los planes presentaron un aumento en la actividad de préstamos y un 37.2 % tuvieron un aumento de los retiros por dificultades o en servicio desde el inicio de la COVID-19[1]

Algunos participantes y numerosos empleadores redoblaron sus esfuerzos en materia de jubilación:

  • El 31 % de los participantes incrementaron los montos de su contribución en el 2020[2]
  • El 79 % de los empleadores aumentaron las comunicaciones sobre los beneficios de jubilación y/o el bienestar financiero debido a la pandemia[3]

Lo que debes saber

La preparación para la jubilación ya era un problema antes de la pandemia y se mantiene como una preocupación. Las personas que sufrieron el impacto de la pérdida de empleo pueden acabar jubilándose antes de lo previsto, lo que puede ponerlas en riesgo de recibir ingresos de jubilación insuficientes. Los trabajadores cuyas horas o salarios se redujeron se enfrentan a una dificultad adicional para alcanzar sus metas financieras, y su capacidad para jubilarse cómodamente y a tiempo se verá afectada. Incluso los empleados que no se vieron afectados directamente por una pérdida de salario podrían tener miembros de sus núcleos familiares que sí experimentaran este problema, lo que podría tener un impacto sobre las metas generales de jubilación del núcleo familiar.

Los programas de bienestar financiero se valoraban antes de la incertidumbre económica causada por la pandemia y deberían seguir siendo un foco de atención importante para los empleadores que buscan ayudar a los empleados a afrontar los impactos persistentes de la COVID-19 de manera integral.

Los patrocinadores de planes pueden considerar la posibilidad de ofrecer beneficios del empleador que no se asocien tradicionalmente a los planes de jubilación, como las cuentas de ahorro de emergencia y los programas de ayuda para préstamos estudiantiles, ya que pueden ayudar a los empleados a prepararse mejor para lo inesperado.

La realización de encuestas entre los empleados puede ayudar a los patrocinadores del plan a priorizar sus esfuerzos en relación con el diseño del plan y la educación, así como los beneficios en el lugar de trabajo fuera del plan. Es probable que los trabajadores de cualquier organización tengan muchas y variadas preocupaciones a medida que siguen atravesando este difícil período, y dar a los empleados la oportunidad de sentirse escuchados es fundamental.

Los tiempos difíciles pueden ser una oportunidad para fomentar confianza y lealtad, lo que en última instancia puede hacer que una organización y su plan de jubilación sean más fuertes. A la larga, la pandemia terminará, por lo que es crucial considerar cómo se juzgarán las acciones del patrocinador del plan en los próximos años. En qué medida las organizaciones ayudaron a sus empleados a gestionar la crisis y qué herramientas y recursos les proporcionaron para ayudarles a mantenerse en el camino de alcanzar sus metas pueden ser características distintivas en el futuro.