Los fondos asesorados por donantes (DAF, por sus siglas en Inglés) son uno de los instrumentos benéficos de más rápido crecimiento en los Estados Unidos. La organización benéfica National Philanthropic Trust reunió datos de casi 1,000 organizaciones e identificó que tan solo en 2019 los DAF generaron más de $25 mi millones en subvenciones y recibieron $38,810 millones en contribuciones adicionales.[1] Es importante que las organizaciones que patrocinan los DAF implementen políticas de gobernanza sólidas para administrar las responsabilidades fiduciarias relacionadas con este instrumento. Una guía del programa de DAF es clave para controlar las expectativas de los donantes y dar a conocer los deberes fiduciarios. Específicamente, puede ayudar de dos maneras:

  1. Permite que las organizaciones que patrocinan los DAF informen a los donantes nuevos y actuales con respecto a las reglas y los parámetros de su programa.
  2. Proporciona las divulgaciones necesarias y explica a los donantes cómo las organizaciones patrocinadoras adaptan su programa para que se ajuste mejor a sus capacidades y amplitud, suponiendo que cumplan las obligaciones legales que tienen ante sus donantes con respecto a las divulgaciones.

Una guía del programa de DAF bien redactada explica el programa y presenta un conjunto claro de pautas que los donantes deben seguir durante cada una de las fases del ciclo de vida de la cuenta de su DAF. Consulta la Figura 1 para ver los elementos clave de una guía del programa de DAF.

Figura 1: elementos clave de una guía del programa de DAF

Cómo establecer un DAF
  • Tipos de donantes
  • Activos para establecer un DAF
  • Saldo mínimo de la cuenta
  • Contribuciones adicionales
  • Plan de sucesión
Inversión de activos del DAF
Recomendaciones de subvenciones
  • Proceso de recomendación de subvenciones
  • Uso elegible y no elegible
  • Monto mínimo de la subvención
  • Programación y entrega
Consideraciones sobre impuestos
Cargos e informes
Otros términos y condiciones

Fuente: PNC

En este documento, analizaremos estos elementos comunes que pueden ayudar a las organizaciones a crear una guía del programa que sirva como base para un DAF exitoso. Al inicio de la guía del programa de DAF, debes presentar la buena labor que tu organización está llevando a cabo. Destaca la misión y los logros de tu grupo para ayudar a convencer a los posibles donantes para que abran la cuenta de donación de su DAF con tu organización. Incluye detalles sobre sus valores, misión, proyectos y actividades, al igual que sobre el papel importante que tu organización juega para las causas, los representados y las comunidades a las que atiende.

Cómo establecer un DAF

Las pautas enunciadas con claridad pueden ayudar a tus donantes a abrir y gestionar su DAF con facilidad. Esta sección se debe enfocar en los tipos de donantes que pueden establecer un DAF en tu organización, los activos que se pueden utilizar para financiar la cuenta, los saldos mínimos de las cuentas, las pautas para realizar contribuciones adicionales y la planificación de sucesión.

1. Tipos de donantes

Las organizaciones patrocinadoras normalmente toman en consideración los fondos abiertos por individuos, corporaciones, fideicomisos o patrimonios, aunque cada organización tomará una decisión propia dada la posibilidad de que se requieran conjuntos de trabajo adicionales en el caso de determinados tipos de donantes. Esta sección también de explicar cómo los donantes establecerán los fondos e incluso puede incluir un ejemplo de utilización. Asegúrate de establecer, en la guía del programa, un proceso y un procedimiento en torno a cada elemento, incluido el papeleo.

2. Activos para establecer un DAF

Determina los activos que tu organización permitirá para agregar fondos a la cuenta de un DAF. Las formas comunes para agregar fondos a una cuenta incluyen cheques, tarjetas de crédito/débito, transferencias electrónicas, transferencias de dinero y títulos negociables. Es posible que algunas organizaciones acepten activos no tradicionales, como obras de arte y bienes raíces. Es importante tener en cuenta que estos activos implican consideraciones adicionales. Como nota final, esta sección también puede incluir instrucciones referentes a la entrega de los activos.

3. Saldo mínimo de la cuenta

Debes saber las ventajas y las desventajas al momento de decidir cuál será el saldo mínimo de la cuenta correspondiente al programa de tu DAF. En términos generales, existe un equilibrio entre la posibilidad de que haya más trabajo administrativo (es decir, al permitir que las cuentas tengan saldos mínimos más bajos) y que el programa se abra a un mayor número de posibles donantes (es decir, los saldos mínimos más bajos podrían ser más atractivos para un grupo más grande de donantes). Si tu organización decide solicitar un saldo de cuenta mínimo, debes usar esta sección para mencionar el monto requerido y explicar qué sucederá si el saldo de la cuenta disminuye por debajo del requerimiento mínimo.

4. Contribuciones adicionales

Las opciones de contribuciones adicionales normalmente son las mismas opciones que los donantes tenían para su contribución inicial, aunque con frecuencia tienen un monto de contribución mínima más bajo o no tienen un monto mínimo. Al igual que la consideración de saldos mínimos de cuentas, el límite de las contribuciones adicionales se debe basar en el equilibrio entre la carga administrativa implicada al aceptar las contribuciones adicionales y el volumen deseado de contribuciones adicionales.

5. Plan de sucesión

Debes tener opciones claras para el plan de sucesión en tu guía del programa de DAF a fin de ayudar a prevenir la fricción entre los sucesores si un donante fallece o se torna incapacitado y no puede hacer recomendaciones referentes a las subvenciones o inversiones. Es posible que los programas que no permiten establecer planes de sucesión requieran que los activos restantes de la cuenta del DAF sean transferidos a su fondo general, lo que proporciona una infusión de dinero en efectivo potencialmente grande para la organización. Es posible que otros programas permitan que el donante o el asesor primario designe un asesor sucesor, quien entonces asume la responsabilidad de los activos restantes de la cuenta tras el fallecimiento o la incapacidad del donante o del asesor primario. Nuevamente, se trata del equilibrio entre la posibilidad de recibir una gran infusión de dinero en efectivo y la posibilidad de reducir el grupo de posibles donantes al desalentar a aquellos que quieren utilizar la cuenta de su DAF para la donación generacional.

Si tu organización permite la planificación de sucesión, esta sección debe indicar las opciones disponibles. Estos pueden incluir:

  • Designar a un sucesor (o sucesores) como asesor primario del DAF
  • Distribuir el saldo restante de la cuenta a entidades benéficas previamente recomendadas por el asesor primario
  • Crear una dotación con los fondos restantes para beneficio de una organización preaprobada

Si tu organización decide no permitir el establecimiento de planes de sucesión, esta sección puede determinar que, en el supuesto de que fallezca un donante, los activos restantes sean transferidos al fondo general de la organización. La guía del programa también debe mencionar si estas opciones se aplican cuando un donante o asesor primario se torna incapacitado.

Inversión de activos del DAF

Al redactar esta sección, hay que entender que la organización patrocinadora debe implementar una absoluta discreción con respecto a la inversión de los activos del DAF. Una vez que el donante hace una contribución, la organización patrocinadora tiene el control legal sobre la contribución, pero el donante conserva los privilegios de asesoría en cuanto a la distribución de los fondos y la inversión de los activos en la cuenta.[2]

Una ventaja de los DAF para los donantes es que la organización patrocinadora tiene la responsabilidad de administrar la inversión, además de las responsabilidades administrativas y normativa de dicha inversión, así como los costos relacionados. Dicho esto, la desventaja es que, si bien el donante conserva sus privilegios de asesoría y la organización patrocinadora generalmente seguirá las solicitudes del donante, este cede el control final de los activos. Esta es la razón por la que consideramos que es especialmente importante que las organizaciones benéficas patrocinadoras demuestren la administración responsable de esos activos.

Las organizaciones patrocinadoras normalmente ofrecen unas cuantas carteras de inversión preestablecidas entre las cuales el donante puede elegir para asignar sus fondos. Las carteras ofrecidas se deben invertir en diferentes asignaciones de activos diseñadas para cumplir los objetivos de riesgo y de retorno de una amplia gama de posibles donantes.

Recomendaciones de subvenciones

Las subvenciones son el propósito fundamental de los DAF. Al redactar tu guía del programa, debes explicar cómo funcionan las recomendaciones de subvenciones a fin de evitar una posible controversia entre el patrocinador y el donante. Esta sección debe abordar la forma en que un asesor primario puede hacer la recomendación de una subvención, el uso elegible y no elegible de las subvenciones, el monto mínimo de las subvenciones y las expectativas correspondientes a la programación de la entrega de la subvenciones.

1. El proceso de recomendación de subvenciones

Normalmente, hay dos maneras mediante las cuales las organizaciones patrocinadoras permiten que los asesores primarios realicen la recomendación de subvenciones, es decir, a través de un portal de donantes en línea o en un formulario descargable. Una vez presentada la recomendación, la organización patrocinadora debe realizar una revisión de debida diligencia de la subvención para asegurar que la finalidad de esta cumpla todos los requerimientos. La guía del programa debe mencionar claramente que todas las recomendaciones de subvenciones realizadas por un asesor primario solamente son consultivas y no son vinculantes en forma alguna.

2. Usos elegibles y no elegibles

Las distribuciones provenientes de un DAF se pueden aportar a cualquier organización benéfica 501(c)(3). Además, la publicación 2008 de IRS “Explicación de la hoja de guía de fondos asesorados por donantes” (Donor-Advised Funds Guide Sheet Explanation) explica que las subvenciones se deben utilizar exclusivamente para fines benéficos y no pueden generar un beneficio privado que no esté permitido. La guía del programa debe explicar claramente al donante toda restricción referente al uso de los fondos de la subvención que sea impuesta, ya sea por la ley aplicable o por la organización patrocinadora.

Los ejemplos de beneficio privado o uso no elegible de los fondos de las subvenciones incluyen los siguientes:

  • Pago de cargos por membresía
  • Compra de boletos para un evento de recaudación de fondos
  • Compra de productos en una subasta benéfica
  • Contribuciones políticas o actividades de lobby
  • Pagos que beneficien al asesor primario, donante u otra persona relacionada
  • Pagos realizados a personas
  • Pagos realizados a una organización con respecto a la cual se considera que contraviene la misión de tu organización*

Además, el Aviso 2017-73 del IRS menciona una aclaración adicional con respecto a los usos elegibles y no elegibles, específicamente en lo referente a los donantes que reciben más de un beneficio incidental derivado de una distribución realizada de un DAF, las distribuciones provenientes de un DAF que se utilizan para liquidar las promesas benéficas y los DAF que se utilizan para eludir las limitaciones de apoyo público.

Para comprender a cabalidad las restricciones legales referentes al uso de las subvenciones de los DAF, así como toda excepción correspondiente a dichas restricciones, las organizaciones patrocinadoras deben consultar con sus asesores legales.

3.  Montos mínimos de las subvenciones

Al determinar el monto mínimo de desembolso de las subvenciones, debes considerar la capacidad administrativa de tu organización. Los montos mínimos más bajos, por lo general, generarán un volumen más grande de desembolsos de subvenciones, lo que posiblemente aumentará la carga administrativa. Después de determinar tu monto mínimo de desembolso elegido, debes abordar cómo el monto mínimo se aplica cuando el saldo restante de la cuenta cae por debajo del monto mínimo de desembolso.

Es común que una organización patrocinadora establezca un desembolso mínimo requerido, que, por lo general, es un monto bajo, durante un periodo de tiempo definido. Si tu organización tiene un desembolso mínimo requerido, esta sección debe resumir lo que sucede cuando una cuenta no cumple este requerimiento. Esto podría incluir:

  • Notificar al asesor primario que no se ha cumplido el requerimiento de desembolso mínimo y mencionar el periodo durante el cual se debe subsanar esta situación.
  • Explicar al asesor primario las consecuencias de no cumplir este requerimiento.
  • Por último, si el problema no se corrige durante el periodo especificado, transferir el saldo restante de la cuenta al fondo general de tu organización o distribuir dicho saldo según lo dispuesto en el plan de sucesión.

Como organización patrocinadora, quizás también debas solicitar que determinado porcentaje de las subvenciones totales distribuidas por una cuenta se destinen a una causa específica, que normalmente será una causa que tu organización apoye.

4. Programación de la entrega de subvenciones

Debes utilizar esta subsección para establecer las expectativas de los donantes con respecto a cuánto tiempo debe tardar en realizarse el desembolso de una subvención después de recibir una recomendación. ¿Tu organización revisará las solicitudes de subvención en lotes diarios, semanales, mensuales o a medida que se reciban? Especificar este punto en la guía del programa puede ayudar a gestionar las expectativas de los donantes. Por último, también vale la pena incluir el periodo desde que se aprueba la subvención hasta el momento en que la entidad benéfica prevista recibe el dinero de la subvención (p. ej. “Una vez aprobada la solicitud, la subvención se debe procesar en un periodo de 3 a 5 días laborales”).

Consideraciones sobre impuestos

Si bien el factor que impulsa las contribuciones de los donantes es apoyar una misión en la que creen, los donantes también encuentran motivación en los posibles beneficios fiscales. La sección de consideraciones fiscales no debe hacer ninguna promesa a los posibles donantes con respecto a las deducciones fiscales. En esta sección, debes reconocer que los donantes que establezcan un DAF pueden calificar para una deducción fiscal, pero debes recomendar que cada donante consulte con un profesional de impuestos con respecto a su elegibilidad.

Cargos e informes

Si tu organización decide cobrar cargos administrativos u otros cargos operativos a las cuentas de los DAF, utiliza esta sección para mencionar todos los costos. Asegúrate de especificar que estos costos se solventarán con el saldo de la cuenta y no son cubiertos por el asesor primario.

Por último, menciona detalles sobre cómo los asesores primarios pueden ver la información relacionada con sus cuentas.

Otros términos y condiciones

Utiliza esta sección final para añadir cualquier divulgación legal y demás términos y condiciones de los cuales deba tener conocimiento el donante. Las divulgaciones que pueden ser necesarias incluyen la información referente a las demás partes involucradas, como el proveedor de inversiones o el proveedor de tecnología, qué sucede si hay una contradicción en los acuerdos, y mencionar aspectos específicos, entre otras cosas. Consulta con un profesional legal para identificar todas las divulgaciones que es necesario incluir en tu guía del programa.

Conclusión

Toda guía del programa de DAF debe abordar los puntos anteriores con cierto nivel de detalle. Dado que las pocas regulaciones gubernamentales permiten que cada organización patrocinadora adapte su programa, es importante que cada organización determine cuáles son las opciones que mejor se ajustan a sus capacidades y metas.