Aspectos destacados:
- El efecto en el entrenamiento de los pilotos es variado
- La aviación corporativa se posiciona bien para la recuperación
- Las jubilaciones pueden aumentar
- La pandemia aumenta la aviación corporativa
Al comienzo de este año, toda la aviación se enfrentaba a una severa escasez de pilotos, y la aviación corporativa tuvo que competir con la aviación comercial para reclutar un grupo limitado de candidatos calificados. Ahora, los pilotos establecidos se enfrentan a licencias no remuneradas o incluso pierden sus empleos, a medida que las aerolíneas ajustan sus operaciones para un largo periodo de recuperación.
Impacto en el entrenamiento de los pilotos
Antes de la crisis del coronavirus, la industria había invertido fuertemente en promover la educación y las carreras en el área de aviación. En febrero, United Airlines compró una escuela de vuelo en Phoenix para dar apoyo a su programa de reclutamiento de pilotos Aviat.[1]La aerolínea tenía planes para capacitar hasta 10,000 nuevos pilotos durante la década siguiente. La falta de estabilidad actual puede desalentar a algunos pilotos estudiantes para completar sus carreras y convencer a otros que la aviación es un campo de estudio demasiado inestable.
El piloto regional Mike Czarnecki le dijo a FightGlobal:[1] “Estoy preocupado por la próxima generación, porque seremos menos que antes”. Su hijo actualmente se está entrenando como piloto.
Pero la realidad tanto para Czarnecki como para su hijo es que, a su tiempo, la aviación se recuperará. Esas habilidades especializadas aún tendrán demanda. La pregunta es cuánto tiempo tardará la recuperación y qué empleos atraerán a la mayor parte de los pilotos existentes y los recién contratados.
La recuperación puede favorecer a la aviación corporativa
Se espera que tome de 3 a 5 años a las aerolíneas recuperarse y volver a los niveles de tráfico que tenían en 2019. Durante ese tiempo, la seguridad de los trabajos y las perspectivas de crecimiento de la aviación comercial estarán en duda.
Si bien la aviación corporativa ha sufrido muchas de las mismas alteraciones que las aerolíneas, está mejor preparada para recuperarse más rápidamente a medida que más personas de altos ingresos deciden adquirir un avión o contratar los servicios de un avión privado en el futuro.
Alerion Aviation, una compañía de servicios de aviación que ofrece gestión de aeronaves, chárters, mantenimiento y servicio de operadores de base fija (FBO, por sus siglas en inglés) a propietarios y operadores de aeronaves privadas, vio una disminución inicial en el negocio como resultado de la pandemia del coronavirus, pero mantuvo su personal de vuelo en la nómina a la espera de un retorno rápido para dar servicios una vez que las personas puedan comenzar a viajar nuevamente.
“Si damos una licencia no remunerada a nuestros pilotos y ellos comienzan a dedicarse a otras actividades, entonces es probable que no estén disponibles”, afirma Bob Seidel, director ejecutivo de Alerion y piloto. “El reclutamiento, la contratación y el entrenamiento tomarían meses que agregarían más daño del que ya estamos sufriendo por la pérdida de negocio”.
Seidel, quien se ha mantenido activo en cuanto al reconocimiento de la escasez de pilotos y el apoyo a la formación de nuevos pilotos para la industria mediante su trabajo en la State University of New York (SUNY), considera que aún existen buenas perspectivas para los futuros pilotos a largo plazo.
Efectos en las jubilaciones
En primer lugar, esta última recesión puede llevar a los pilotos de mayor experiencia a decidir jubilarse. Los que están en un nivel sénior no van a querer enfrentar otro ciclo de licencia no remunerada, nos cuenta. Es posible que exista una ola de jubilaciones y jubilaciones anticipadas debido a esta última conmoción. Si los pilotos no están pilotando aviones a más tardar en junio, entonces United aceptará jubilaciones. Esto dejará lugar para que las personas se presenten, y hemos visto un gran interés en las carreras de aviación. La escuela de aviación de SUNY tenía dificultades para encontrar estudiantes y actualmente se ha llenado por completo.
La periodista especializada en aviación Victoria Bryan decidió llevar su pasión a los cielos al comenzar una carrera como piloto. Hace casi dos años, salió de Alemania para reubicarse en Nueva Zelanda y estudiar en una escuela de vuelo local.
La crisis ha puesto su sueño en pausa, pero sigue siendo optimista con respecto a completar su entrenamiento. Un resultado positivo de la crisis actual, como ella señala en un artículo que escribió acerca de su actual experiencia en la escuela de vuelo,[2] es que finalmente existirá una buena cantidad de pilotos retirados y con licencia no remunerada disponibles para que las escuelas de vuelo tengan personal adecuado.
“Nuestra escuela perdió instructores porque las aerolíneas necesitaban personal de vuelo y enfrentamos demoras en nuestros entrenamientos. No era posible realizar el proceso de calificación en el periodo de 18 meses”, escribe Bryan.[2] “Irónicamente, las escuelas de vuelo ahora están mejor posicionadas que en los últimos años.
“Dado que ninguna aerolínea está buscando personal, ahora existen suficientes pilotos calificados para trabajar como instructores de vuelo para entrenar a sus cadetes. Por eso, una vez que se levanten las restricciones de confinamiento en Nueva Zelanda, mi entrenamiento debería avanzar más rápido que lo anticipado anteriormente”.
Será importante asegurar que dichos estudiantes sigan comprometidos con su carrera de piloto para evitar que, cuando llegue la recuperación después del coronavirus, haya una mayor escasez de pilotos que antes de la pandemia.
Y no será fácil, considerando los costos de estudio para los cadetes y la lenta recuperación de empleos, lo que hará más probable que los pilotos con experiencia sean contratados antes que los recién graduados.
Algunos de esos pilotos con experiencia querrán cambiar de las aerolíneas a la aviación corporativa, y es posible que los graduados miren con buenos ojos las oportunidades en la aviación corporativa también. Mientras que las aerolíneas ofrecen itinerarios de trabajo más regulares que las operaciones chárter, las vulnerabilidades financieras de la industria de las aerolíneas son evidentes. Es posible que las aerolíneas dejen de estar en posición de ofrecer los mismos paquetes laborales tentadores que atrajeron a los pilotos de la aviación corporativa antes de la pandemia.
“Perdimos a cinco personas que se fueron a las aerolíneas el año pasado y tres de ellas nos han contactado porque quieren volver”, nos cuenta Seidel de Alerion. “Y existe la posibilidad de que la recuperación sea más rápida para la aviación corporativa, ya que los que tienen los recursos para realizar vuelos privados ahora deciden hacerlos”.
Los vuelos privados se consideran esenciales
Seidel ha identificado algunas señales de que se avecinan cambios que favorecen a la aviación privada, ya que algunas personas que anteriormente veían a los vuelos privados como un lujo ahora los consideran esenciales. Es posible que haya una mayor predisposición por abandonar los viajes aéreos comerciales para evitar las aglomeraciones en los aeropuertos y las cabinas repletas de gente, así como para tener un mayor control sobre los compañeros de viaje.
“El año pasado por esta época estábamos trabajando en una negociación de adquisición. Este año estamos trabajando en seis. No creo que la industria tenga un incremento del 600 %, pero nuestra pequeña participación en el negocio se ha mostrado tan activa que esto me dice algo”, afirma Seidel.
“Cualquiera que sea la forma de recuperación, se necesitarán pilotos. La clave, al menos por ahora, es ser flexible para lograr atravesar la crisis. La gente tendrá que ser ágil”, nos cuenta. “Tendrán que ser pragmáticos, pero la oportunidad sigue ahí”.
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