El veterano del ejército John Kelly recibió a Ranger, un perro de servicio entrenado por Guardian Angels en 2016. Kelly se ha convertido en un fuerte partidario de Guardian Angels, una organización sin fines de lucro que vincula a perros de servicio con veteranos que tienen discapacidades, sin costo alguno para el beneficiario.

 

Una pregunta relativamente simple cruzó por la mente de Stacy Juchno poco después de convertirse en patrocinadora ejecutiva del Grupo de recursos empresariales para empleados militares de PNC: ¿qué tipo de actividad podría ser el mejor compromiso para el grupo?

Por esa misma época, Juchno, jefa del departamento de auditoría interna de PNC, tuvo conocimiento acerca de Guardian Angels, una organización sin fines de lucro que vincula a perros de servicio con veteranos que tienen discapacidades.

¿“Qué tal si puedo lograr que el grupo patrocine a un perro de servicio, y que podamos seguir la jornada del veterano y el perro?” Juchno recuerda haber meditado entonces sobre ello.

De aquella idea, surgió entonces una iniciativa mucho mayor en apoyo a los veteranos. En 2016, Guardian Angels estableció y PNC patrocinó Mutt Strut, una recaudación de fondos que comenzó como una caminata benéfica para personas y mascotas en Frick Park en Pittsburgh. Otros dos mercados, a saber, Erie en Pennsylvania y en Dayton, Ohio, más tarde agregaron eventos y en 2020 a causa de la pandemia del COVID-19 Mutt Strut se hizo virtual. A través de su evolución, el compromiso para honrar el servicio de los veteranos y ayudar a aquellos que lo necesitan se mantiene firme.

En cinco años, PNC recaudó y donó suficiente dinero para dotar de fondos a 57 perros de servicio de Guardian Angels. El costo de cada perro varía de $20,000 a $25,000. Guardian Angels no traslada ninguna parte de esos costos a los beneficiarios del perro.

“Nuestros empleados encontraron una mejor manera no solo para comprometer a nuestro EBRG (Grupo de recursos empresariales para empleados) militar con los Guardian Angels y con los increíbles perros de servicio, sino también que ayudaron a involucrar a muchos veteranos y defensores de los veteranos en la comunidad”, dijo Juchno. “Antes del comienzo de Mutt Strut, yo pensé que si creábamos conciencia acerca del suicidio de los veteranos, habríamos tenido éxito. Soñé con que cada veterano tuviera un perro. Mis expectativas se siguen superando”.

 

Una solución que salva la vida de veteranos

Carol Borden, fundadora y directora ejecutiva de Guardian Angels, todavía recuerda el pronóstico del tiempo para el Mutt Strut inaugural. Las nubes cubrían todo el cielo al amanecer. La lluvia parecía inevitable.

“Pero de repente, cuando salió el sol, resultó el día más hermoso, y así se mantuvo durante todo el evento, por lo que resultó ser una señal de cómo sería el futuro”, dijo Borden, cuya organización opera en Williston, Florida. “Si debo soñar con un patrocinador ideal, sería PNC”.

El primer Mutt Strut recaudó casi $200,000. En 2017, el total aumentó a aproximadamente $300,000. En 2019, los eventos en Pittsburgh, Erie y Dayton combinados recaudaron $511,000. Dependiendo solamente de un formato virtual durante la pandemia de la COVID-19, el Mutt Strut recaudó más de $250,000.

La extensión de los eventos a nuevas áreas atrajo a la causa a más empleados de PNC, y la idea de la defensa de los veteranos se diseminó incluso entre aquellos que nunca sirvieron y que carecían de vínculos familiares con las fuerzas armadas.

“Para mí todo salió bien después de escuchar algunas de las historias de los veteranos y ver a los perros en acción”, dijo Jeff Szumigale, director de mercado de administración de patrimonio de PNC en Erie. “Fue entonces cuando entendí la situación muy claramente y pensé: ‘Dios mío, creo que tengo un buen amigo que podría usar esto’.

Uno no necesita ser un veterano para ayudar o interesarse. Casi todo el mundo conoce a alguien que estuvo en el ejército, y es probable que una de esas personas esté experimentando algún problema”.

En 2020, Guardian Angels nombró a PNC como su Patrocinador del año. PNC se enorgullece de trabajar con Guardian Angels, que mantiene un notable historial con los veteranos. Trágicamente, según un reporte de 2019 del Departamento de Veteranos, durante los últimos diez años o un poco más, cada día un promedio de 17 veteranos murieron a causa de suicidio. Sin embargo, ninguno de los más de 350 veteranos vinculados con perros de servicio de Guardian Angels desde la fundación de la organización en 2010, está entre esas estadísticas.

“Esta es una solución que funciona, y no existe una cantidad suficiente de personas que tenga conocimiento acerca de ello”, dijo Chris Phillips, una veterana de la marina que trabaja para PNC como enlace de asuntos militares y dirige sus esfuerzos al apoyo a Guardian Angels en la ejecución de los eventos de Mutt Strut. “Nunca te das cuenta de a quién le estás cambiando la vida hasta que alguien se te acerca”.

Predicar con el ejemplo

Phillips espera que el éxito de la versión virtual de Mutt Strut signifique que el mensaje de PNC y Guardian Angels empezará a llegar a los veteranos en línea en lugar de depender únicamente de la asistencia a eventos en persona.

“Los veteranos no prestan servicio por código postal”, dijo ella. “Creo que este año, realmente tratamos de demostrar que estamos sirviendo a todos nuestros veteranos en todas las comunidades existentes”.

Aunque la recaudación de fondos es fundamental para su misión, comenzar a hablar acerca de las discapacidades con los veteranos es solo una gran prioridad para Guardian Angels y sus patrocinadores.

“Cuando se presenta una oportunidad de hablar con los veteranos directamente”, dijo Borden, “los animo a que no solo comprendan lo que estos perros pueden hacer por ellos, algunas cosas que ni siquiera un cuidador puede hacer. También les hago darse cuenta de que son líderes y que son modelos a seguir para otros veteranos. Tampoco se trata solo de aquellos con PTSD (Trastorno por estrés postraumático). Ya sea que su discapacidad se relacione con su salud mental o movilidad, los veteranos deben experimentar el impacto que un perro de servicio puede tener en sus propias vidas y luego compartirlo, y ellos lo hacen”.

El veterano del ejército John Kelly recibió a Ranger, su perro de servicio de Guardian Angels en 2016, y muy pronto se convirtió en un apasionado partidario de la causa.

“Durante mucho tiempo, estuve sin lo que consideraría mi honor, viéndolo desde el mismo sentido que un samuray”, dijo Kelly. “Caminaba por todas partes sintiéndome vacío por dentro. Y ustedes me ayudaron a salir de eso”.

“Con la visión estratégica del Mutt Strut y Guardian Angels, y con el apoyo de PNC, ustedes están salvando vidas todos los días”.