- Un presupuesto familiar comienza por comprender sus ingresos mensuales totales.
- Clasificar los gastos en fijos, variables, obligatorios y opcionales permite identificar con mayor claridad los patrones de gasto.
- Definir metas financieras claras facilita la toma de decisiones sobre cómo priorizar el ahorro, los gastos y el pago de deudas.
- Usar una estructura como la regla 50/30/20 puede brindar un punto de partida útil para la elaboración de su plan.
- Monitorear sus gastos y revisar su presupuesto regularmente ayuda a mantenerlo alineado con sus necesidades financieras.
Si el dinero escasea, es probable que ya sepa cuándo entra y cuándo sale. Aunque lleve un control exhaustivo de su dinero, crear un presupuesto formal puede ser beneficioso para su salud financiera.
Por un lado, elimina la presión de tener que controlar las finanzas mentalmente, lo que libera espacio mental para perseguir otras metas. También le ayuda a revisar y comparar sus opciones financieras y crea hábitos financieros positivos que pueden ayudarle a medida que sus ingresos aumentan.
Crear un presupuesto también es más sencillo de lo que piensa. Desde hacer el seguimiento de sus gastos hasta prepararse para los contratiempos, aquí le explicamos cómo crear un presupuesto que pueda ayudarle a alcanzar sus metas financieras.
Paso 1: Determine sus ingresos totales
El primer paso para crear un presupuesto familiar realista es determinar con exactitud los ingresos totales de los que dispone. Comience por identificar todas las fuentes de ingresos confiables, tales como:
- Ingresos primarios: Ingresos regulares como sueldos, salarios o ingresos generados por el autoempleo.
- Ingresos secundarios: Pensión alimenticia, manutención de los hijos, pensiones o beneficios del gobierno.
- Otras fuentes: Empleos secundarios, ingresos por alquiler, dividendos de inversiones.
Céntrese en los ingresos netos (los montos después de impuestos y deducciones), ya que usar las cifras brutas puede dar una idea poco realista de los fondos disponibles para gastar.
Para las fuentes de ingresos estables, utilice sus recibos de nómina más recientes para calcular los totales mensuales. Si tiene ingresos variables, por ejemplo, los provenientes de trabajo autónomo o por encargo, calcule el promedio de los últimos tres o seis meses. Si tiene dudas, elija las estimaciones más conservadoras. Hacer una leve subestimación puede ayudarle a mantener los gastos bajo control.
Paso 2: Enumere y clasifique sus gastos
Determine cuánto está gastando cada mes y en qué está gastando. Empiece revisando sus estados de cuenta bancarios y de tarjetas de crédito recientes. Analice al menos uno a tres meses para detectar patrones e identificar cargos regulares. Si usted es cliente de cuenta de cheques de PNC, puede acceder a sus estados de cuenta y a la actividad de su cuenta en la Banca en Línea de PNC o a través de la aplicación de la banca móvil PNC Mobile.[1]
Divida sus gastos en dos categorías principales:
- Gastos fijos: Estos no cambian mucho de un mes al siguiente. Ejemplos incluyen los pagos de alquiler o de hipoteca, las primas de seguro, los pagos de automóvil y los de préstamos estudiantiles.
- Gastos variables: Estos fluctúan en función del uso o de decisiones. Ejemplos incluyen los alimentos, la gasolina, los servicios públicos, la atención personal y el entretenimiento.
Luego, profundice aún más clasificando cada gasto como obligatorio u opcional. Los gastos obligatorios normalmente incluyen la vivienda, el transporte, los alimentos, la atención médica y los pagos de deudas. Los gastos opcionales pueden incluir rubros como salidas a cenar, servicios de suscripción, pasatiempos y obsequios.
Este proceso puede llevar cierto tiempo, en particular si sus transacciones no están claramente identificadas. Sin embargo, tener un desglose claro puede revelar cómo su presupuesto familiar se alinea con hábitos reales y dónde podrían ser útiles los ajustes.
Paso 3: Establezca metas financieras
Crear un presupuesto familiar al cual ajustarse requiere ver más allá de los números. Si su presupuesto incluye metas mayores, será más sencillo tomar decisiones estratégicas sobre cómo priorizar los gastos, ahorrar o liquidar deudas.
Empiece por definir sus metas según el plazo. Por ejemplo:
- Corto plazo (un período de un año): Establecer un fondo para emergencias, liquidar una tarjeta de crédito o ahorrar para unas vacaciones.
- Mediano plazo (de 1 a 5 años): El pago inicial de una vivienda, un nuevo vehículo o educación adicional.
- Largo plazo (más de 5 años): La jubilación, gastos futuros de universidad u otros objetivos importantes de la vida.
Al establecer metas, sea específico. En lugar de “ahorrar más”, pruebe “ahorrar $1,000 para gastos urgentes en seis meses”. Las metas claras facilitan el seguimiento de su avance.
Paso 4: Compare ingresos y gastos
Ahora que tiene un panorama claro de sus ingresos y sus gastos, es momento de comparar los totales. Reste sus gastos mensuales totales de sus ingresos mensuales netos. Si el resultado es positivo, es posible que tenga un margen para destinar una mayor cantidad a ahorros, pago de deudas u otras metas. Si es negativo, será necesario que haga algunos ajustes antes de lograr un presupuesto familiar viable.
Primero revise sus gastos variables y opcionales. Estas categorías a menudo ofrecen una mayor flexibilidad para el cambio. Considere reducir el gasto en ciertos rubros, como salidas a cenar, entretenimiento o servicios de suscripción. Si esto no es suficiente, quizás deba explorar opciones como adquirir seguros menos costosos, refinanciar préstamos o encontrar formas para reducir los pagos de los servicios públicos. A menudo, unas cuantas decisiones intencionadas pueden marcar una diferencia significativa.
Paso 5: Elabore su plan de presupuesto
Una vez terminado el trabajo preliminar, podrá elaborar su presupuesto familiar. Comience decidiendo qué cantidad se asignará a cada categoría de gasto en función de sus necesidades fijas, gastos flexibles y metas financieras. Si tiene dudas, utilice la regla 50/30/20 como punto de partida:
- 50 % para lo necesario: Vivienda, servicios públicos, alimentos, seguro y pagos de deudas requeridos.
- 30 % para lo deseable: Gastos no indispensables, como salidas a cenar, entretenimiento o suscripciones.
- 20 % para ahorros y pagos extra de deudas: Contribuciones al fondo para emergencias, ahorros para la jubilación o realizar pagos superiores al mínimo en los préstamos.
Si bien este enfoque no funciona en todas las situaciones, quizás le ayude para empezar a priorizar. Si es necesario, ajuste los porcentajes para que reflejen mejor sus necesidades familiares.
Paso 6: Controle sus gastos
Seguir un presupuesto significa llevar un registro de sus estados de cuenta, documentos financieros y recibos. Por eso es importante encontrar un método de organización que le funcione.
Puede crear una serie de carpetas digitales o físicas para guardar sus documentos financieros más importantes.
Los clientes de Virtual Wallet pueden utilizar la herramienta Gastos + Presupuestos en la Banca en Línea o en la aplicación PNC Mobile. Esto le permitirá consolidar los métodos de gasto (tarjetas de débito, tarjetas de crédito, pagos de facturas, etc.) y crear presupuestos por categorías de gasto (educación, comestibles, entretenimiento), todo en una sola vista. Luego puede configurar alertas[2] que le ayuden a mantenerse al tanto de los gastos, de modo que pueda ajustarse a su presupuesto.
También necesitará un calendario digital o físico para hacer un seguimiento de su flujo de caja cada mes. Encuentre uno que se adapte a sus necesidades y empiece a elaborar su presupuesto anotando los días de pago y otros ingresos. Si usted es cliente de Virtual Wallet, el calendario incorporado de Virtual Wallet lo hace por usted.
Paso 7: Haga ajustes a su presupuesto y revíselo con regularidad
Un presupuesto familiar no es estático. Los gastos cambian, los ingresos varían y las metas evolucionan. Para asegurar que su presupuesto familiar se mantenga relevante, reserve tiempo cada ciertos meses para revisarlo y hacer los ajustes necesarios.
Empiece comparando sus gastos reales con las cantidades que presupuestó. Si excede el gasto consistentemente en una categoría, considere aumentar ese límite y reducir otro. Si gasta menos de lo previsto en algunas áreas, redirija los fondos extra a los ahorros o al pago de deudas.
Tenga en cuenta que algunos meses podrían generar gastos extra. Diseñe su presupuesto con cierta flexibilidad, de manera que los imprevistos, como una factura médica, una reparación de automóvil u otro tipo de gasto, no desestabilice su presupuesto.
Elaborar un presupuesto es sinónimo de libertad económica
La elaboración de presupuestos le permite identificar con precisión los recursos disponibles, las obligaciones existentes y los márgenes para ajustes. Dicha claridad brinda más margen para tomar decisiones informadas y puede aliviar cierta ansiedad respecto a las decisiones de gasto.
Los beneficios de elaborar un presupuesto pueden tardar algún tiempo en rendir frutos. Al principio tendrá que invertir un poco más de tiempo y energía en establecer su presupuesto, hacer seguimiento de sus gastos y revisar sus finanzas.
A la larga, el presupuesto le ahorrará tiempo. Sabrá adónde va a parar su dinero, en lugar de tener que hacer cálculos mentales a lo largo del mes. También se ahorrará horas de estrés, ya que la elaboración de un presupuesto le ayudará a dar seguimiento a su progreso para alcanzar sus metas, en lugar de tener que adivinar cómo lo está haciendo.
Establecer hábitos presupuestarios positivos ahora constituirá una base sólida para una mejor administración financiera, permitiéndole sentir confianza y seguridad en sus finanzas, independientemente de sus ingresos.