Decidiste que era el momento de un cambio. O bien, alguien tomó esa decisión por ti. Sea como sea, cambiar de empleo puede afectar tus finanzas a corto y largo plazo. Ten en cuenta estos consejos mientras te preparas para una transición laboral y la realizas.

  1. Guarda dinero en efectivo. Por supuesto, no debes guardarlo bajo el colchón, sino en cuentas de cheques y de ahorros, donde aún puedas acceder a este fácilmente. Si vas a empezar a trabajar de inmediato en un nuevo empleo, es posible que haya un desfase entre tu último sueldo de un empleador anterior y tu primer sueldo de tu empleador nuevo. Debes asegurar que aún podrás pagar las facturas de servicios de este mes. Especialmente si pierdes el empleo de manera inesperada, debes tener suficiente dinero ahorrado para cubrir los gastos de manutención durante por lo menos tres a seis meses. Mucho mejor si tienes suficiente para un año.

  2. Analiza tus hábitos de gasto. Si experimentas una pausa laboral, identifica las áreas en las cuales puedes reducir gastos para evitar endeudarte. Si esperas recibir un aumento salarial en un empleo nuevo en el que vas a comenzar de inmediato, piensa en lo que harás con ese dinero extra. ¿Eres el responsable financiero de otros? Este puede ser un buen momento para modificar parte de tu presupuesto para incluir otros rubros, como seguro de vida, aportaciones a tu fondo para la jubilación o ahorros para la universidad.

  3. Conoce tus beneficios. Primeramente, debes contactar a tu departamento de recursos humanos para averiguar cuándo terminarán tus beneficios actuales. Pide opiniones para solucionar la interrupción en el seguro de salud entre un empleo y otro, en caso de ser necesario. Es posible que necesites encontrar y adquirir una póliza de corto plazo que te brinde cobertura durante unos cuantos meses antes que entren en vigor tus nuevos beneficios. Y, si te han despedido, asegúrate de preguntar por tu indemnización. Aunque no es requisito, algunos empleadores ofrecen beneficios que van desde pago de una indemnización hasta ayuda con la búsqueda de empleo. Después, lo antes posible, debes darte a la tarea de conocer los beneficios que ofrece tu nuevo empleador. En todo caso, normalmente esto forma parte del proceso de incorporación en las compañías.    

  4. Determina qué hacer con tu plan 401(k). Tienes opciones. Puedes dejarlo intacto, retirarlo, transferirlo a un plan con tu nuevo empleador o transferirlo a una cuenta IRA (cuenta individual para la jubilación). Cada opción tiene sus pros y sus contras. Habla con un asesor financiero para que te ayude a decidir cuál es la mejor opción para ti.

¿Tienes más preguntas sobre cómo administrar tu dinero mientras cambias de empleo? Visita tu sucursal de PNC más cercana y habla hoy con un representante de PNC.

 

VERSIÓN EN TEXTO DE IMAGEN

  • Los millennials en promedio cambian 4 veces de empleo durante los primeros 10 años después de salir de la universidad.
  • 62 % de todos los estadounidenses tienen menos de $1,000 en su cuenta de ahorros 
  • 21 % no tienen una cuenta de ahorros

Fuente: Encuesta de Google Consumer para GOBankingRates.com, 2015

Estudio realizado por LinkedIn, 2016