Augustine (Gus) Faucher es vicepresidente sénior y economista en jefe de The PNC Financial Services Group, y se desempeña como portavoz principal en todos los asuntos económicos de PNC.

Antes de unirse a PNC en diciembre del 2011 como especialista sénior en macroeconomía, Faucher trabajó durante 10 años en Moody’s Analytics (anteriormente Economy.com), donde fue director y economista sénior. Fue responsable de dirigir el modelo informático de la economía estadounidense de la firma, editaba una publicación mensual sobre las perspectivas económicas de los EE. UU., cubría la política fiscal y monetaria, y analizaba varias economías regionales. Anteriormente, trabajó durante seis años en el Departamento del Tesoro de los EE. UU., y enseñó en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Fue nombrado vicepresidente sénior en marzo de 2015, economista principal adjunto en febrero de 2016, y a su función actual en abril de 2017.

Faucher es citado con frecuencia en los medios de comunicación internacionales, nacionales y regionales, The Wall Street Journal y The New York Times. Se ha presentado en ABC World News, CBS Evening News, NBC Nightly News y Nightly Business Report, y se presenta regularmente en CNBC, CNN y Fox Business. Además, se presenta regularmente en CBS Radio, NPR y Marketplace.

 

Transcripción del webcast:

Hola, soy Gus Faucher, economista principal de PNC Financial Services Group, y presentaré el panorama económico para el primer trimestre del 2023. Estados Unidos se encuentra en un entorno de tasas de interés crecientes, y la inflación se aproxima a su máximo nivel en 40 años. La Reserva Federal está aumentando de forma agresiva tanto las tasas de interés a corto plazo como las tasas de interés a largo plazo. Esto a su vez hace que aumenten los costos de solicitar préstamos para los hogares y las empresas. Esto tiene la finalidad de desacelerar el crecimiento económico en un afán por reducir la inflación.

El mercado laboral sigue siendo sumamente sólido y el crecimiento del empleo ha sido bueno desde finales del 2022 y comienzos del 2023. La tasa de desempleo se aproxima a su nivel más bajo en 40 años, y la economía estadounidense ha recuperado la totalidad de los 22 millones de empleos que perdió durante marzo y abril del 2020 debido a la pandemia, y el empleo de hecho se encuentra actualmente por encima del nivel que tenía antes de la pandemia. De hecho, el sólido crecimiento del empleo es una preocupación para la Reserva Federal, ya que a esta le preocupa que el ajustado mercado laboral esté llevando al alza los salarios y la inflación.

Pero hay buenas noticias con respecto a la inflación. La presión relacionada con los envíos está disminuyendo, según el Índice de Presión de la Cadena de Suministro Global de la Reserva Federal de Nueva York. Esto se basa en cosas como los fletes de envío, las encuestas de los gestores de compra y los retrasos de los envíos. El valor a largo plazo se fija en cero. Aún sigue habiendo cierta presión relacionada con los envíos en el sistema, pero dicha presión ha disminuido con respecto al nivel que tenía hace un año y continúa normalizándose. Esto a su vez está ayudando a que disminuya la inflación.

Hay diferentes tipos de inflación en la economía de los Estados Unidos. La inflación de la energía ha sido el principal impulsor de los precios altos, pero esta ha estado desacelerándose, pues se observó una gran disminución en los precios de la gasolina y en los precios de algunos otros productos de energía durante el año pasado. La inflación de los precios de los alimentos y las bebidas es elevada a medida que los mercados se ajustan a la fuerte demanda de alimentos en casa y a la fuerte demanda de los restaurantes. Sin embargo, eso en efecto parece estarse acomodando. Los precios de los productos, excluyendo los alimentos y los productos de energía, han contribuido en gran medida a la inflación, pero se ha observado una desaceleración en ese sentido a medida que la presión en la cadena de suministro ha disminuido. Sin embargo, actualmente la gran preocupación para la Reserva Federal es lo que llamamos la inflación de los servicios básicos. Estos son los servicios que compramos como consumidores, excluyendo los alimentos y los servicios de energía, es decir, cosas como la educación, la atención médica y la vivienda. Esta se ha acelerado desde el 2021, lo que es particularmente preocupante para la Reserva Federal, ya que este tipo de inflación suele ser persistente. Suele persistir de un mes a otro, por lo que a la Reserva Federal le preocupa mucho que la elevada inflación de los servicios básicos podría incorporarse en la economía y generar una inflación elevada a largo plazo. Como resultado, la Reserva Federal ha estado aumentando las tasas de interés en un afán por moderar el crecimiento económico.

Particularmente, se ha observado la desaceleración del mercado de vivienda, pues la hipoteca de tasa fija a 30 años ha pasado de menos del 3 % en fechas tan recientes como el 2021 a aproximadamente un 7 %. No es de sorprender que, dadas las elevadísimas tasas de hipotecas y los grandes incrementos de los precios de las viviendas que se han observado en años recientes, la demanda de viviendas esté descendiendo. Las ventas de viviendas unifamiliares existentes han tenido una disminución de aproximadamente un 30 % desde principios del 2022, y lo mismo ha ocurrido con el inicio de obras de vivienda, por lo que la moderación del mercado de vivienda es un factor que contribuye a un crecimiento económico más débil.

PNC de hecho espera que haya una recesión a principios del 2023 mientras la economía continúa absorbiendo el impacto de estas tasas de interés más altas. Sin embargo, esta recesión debe ser bastante leve y mucho más parecida a las recesiones que hubo a principios de la década de 1990 o en los primeros años del presente siglo, y no a la Gran Recesión de 2007 a 2009 ni a la recesión que se relaciona con la pandemia de coronavirus. Un motivo importante por el cual esta recesión será leve es el hecho de que los consumidores en general se encuentran en una buena situación. Las familias han ahorrado mucho dinero durante la pandemia con los pagos de estímulo y la menor cantidad de oportunidades para gastar. Aunque la tasa de ahorro ha disminuido desde entonces, las familias aún tienen más de $1 billón en ahorros extras que pueden usar para apoyar su gasto. Además, los balances generales de los consumidores se encuentran en una buena situación. Las familias liquidaron muchas deudas cuando recibieron los pagos de estímulo durante la pandemia, y también han tenido la capacidad de refinanciar sus deudas con tasas de interés más bajas. Entonces, aunque las tasas de interés están aumentando, los pagos de deudas, como proporción de los ingresos familiares, se siguen ubicando en niveles mínimos históricos.

Otro motivo por el cual esta recesión debe ser bastante leve es el hecho de que las empresas no estarán dispuestas a despedir a los trabajadores. El mercado laboral está más ajustado ahora estructuralmente de lo que estaba antes de la pandemia. La tasa de participación de la fuerza laboral, que representa la proporción de adultos que están trabajando o buscando trabajo, es aproximadamente un punto porcentual más baja de lo que era antes de la pandemia. Esto ha generado problemas de suministro de mano de obra. Se espera que estos problemas persistan, incluso si se produce una recesión, por lo que las empresas no estarán dispuestas a despedir a los trabajadores, incluso si la economía en efecto se desacelera. Esto a su vez limitará el impacto a los empleos y el impacto a los ingresos familiares y debe contribuir a lo que con suerte será una recesión leve.

Dadas las crecientes tasas de interés para moderar la inflación, el panorama económico de referencia de PNC es que habrá una recesión leve a partir del segundo trimestre del 2023, la cual durará aproximadamente hasta finales del próximo año. Se prevé que el PIB real tenga una contracción de aproximadamente un 1 %. El mercado laboral se verá afectado. Se prevé que la tasa de desempleo, que era de aproximadamente un 3.7 % y se ubicaba cerca de su nivel más bajo en 50 años a finales del 2022, supere el 5 % a finales del 2023 o a principios del 2024, y habrá pérdidas de empleos. Sin embargo, esta recesión será mucho más leve que la Gran Recesión de 2007 a 2009 o que la recesión provocada por el coronavirus.

Muchas gracias por su tiempo, pueden encontrar todos nuestros materiales en PNC.com/economicreports. Pueden seguirme en Twitter en @GusFaucherPNC. Gracias.