Resulta evidente que la meta de la mayoría de los inversionistas es generar retornos positivos. Por lo tanto, parecería ilógico vender una inversión con el propósito expreso de incurrir en una pérdida. Sin embargo, debido a que los títulos individuales experimentan volatilidad en los precios periódicamente, algunos inversionistas hacen esto al aplicar una práctica que comúnmente se denomina recolección de pérdidas fiscales.

¿Qué es la recolección de pérdidas fiscales?

La recolección de pérdidas fiscales implica vender un título cuyo valor ha disminuido con respecto a cuando se adquirió y, al hacerlo, incurrir en una pérdida de capital.

La pérdida de capital ocurre cuando un inversionista vende un activo subyacente a un precio inferior al costo por el cual lo adquirió. Dichas pérdidas pueden ser valiosas para los inversionistas, ya que pueden utilizarse para compensar las obligaciones fiscales generadas por las ganancias provenientes de la venta de otros activos de capital, dividendos y un monto limitado de ingresos ordinarios.

Los inversionistas pueden trasladar las pérdidas de capital. Si no se utilizan todas las pérdidas de capital en las que incurrió un inversionista durante el año fiscal en curso, pueden utilizarse en años posteriores. Resulta importante que los inversionistas trabajen con asesores fiscales y de inversión al considerar cómo las pérdidas de capital pueden afectar su situación financiera personal.

El dinero en efectivo recaudado mediante la venta de estos títulos por un monto inferior a su costo puede utilizarse posteriormente para comprar otro activo similar al que se acaba de vender (la similitud se puede definir de varias maneras, tales como la clase de activo, el riesgo o la exposición geográfica). Al adoptar este enfoque de dos pasos, el inversionista puede conservar su estrategia de cartera original y, al mismo tiempo, generar una pérdida de capital, lo que ayuda a compensar las ganancias de capital y reducir los impuestos. En este caso resulta necesaria una advertencia. Resulta importante al emplear esta estrategia evitar que se apliquen las “reglas de venta ficticia”, las cuales pueden limitar la capacidad de un inversionista de usar la pérdida generada por la venta de un activo.

Si bien la recolección de pérdidas fiscales puede parecer relativamente compleja, al trabajar con su asesor usted tiene la posibilidad de lograr sus metas de una forma más rápida debido al impacto compuesto de la reducción de las obligaciones fiscales a lo largo del tiempo. Desde luego, como siempre, también le recomendamos que consulte con un profesional de impuestos con respecto a su situación financiera particular.

La recolección de pérdidas fiscales genera pérdidas de capital para compensar las ganancias de capital.

  • En 2025, se pueden deducir hasta $3,000 en pérdidas de capital no utilizadas contra los ingresos ordinarios.
  • Las pérdidas de capital no utilizadas se pueden trasladar a otro año fiscal.

El poder potencial de la recolección de pérdidas fiscales

Los siguientes ejemplos ilustran el poder potencial de la recolección de pérdidas fiscales (suponiendo que se han conservado todos los activos durante al menos un año):

Ejemplo con recolección de pérdidas fiscales

Jane inició el año con una cartera de inversión valuada en $1,000,000. Durante el transcurso del año, los mercados financieros sufren cierta volatilidad a corto plazo y en un punto el valor de su cartera de inversión había presentado una disminución del 10 %, lo que dejó el valor de su cartera en $900,000.

El asesor de inversiones de Jane le ayudó a aprovechar esta volatilidad a corto plazo al vender los títulos individuales que habían contribuido a la reducción de $100,000 en el valor de su cartera, generado así una pérdida de capital a largo plazo de $100,000 para Jane. Suponga además que Jane reinvirtió los fondos obtenidos por la venta en activos similares a los que fueron vendidos y no se aplicaron las reglas de venta ficticia.

Una vez que el asesor de Jane reequilibró su cartera, el mercado se recuperó y el valor de la cartera de Jane tuvo un aumento del 17 %. Durante el transcurso de la recuperación, el asesor de Jane administró activamente la cartera, lo que generó $50,000 en ganancias realizadas de capital a largo plazo, y al final del año dejó su cartera con un valor de $1.05 millones.

Conclusión

Cuando llegó el momento de que Jane presentara su declaración de impuestos, no adeudaba ningún impuesto sobre ganancias de capital en su cartera porque pudo utilizar $50,000 de su pérdida de capital de $100,000 a largo plazo para compensarlos contra su ganancia de capital de $50,000. Además, Jane ahora tiene $50,000 en pérdidas de capital que puede trasladar y usar en el futuro para compensar las ganancias de capital o (de forma limitada) los ingresos ordinarios.

Ejemplo sin recolección de pérdidas fiscales

Al igual que Jane, John también tiene una cartera de inversión que empezó el año con $1 millón y que posteriormente tuvo una pérdida del 10 % en cierto punto del año.

Sin embargo, a diferencia de Jane, John no vendió ninguno de los títulos que perdieron valor durante el transcurso del año, aunque sí realizó cambios a su cartera mientras esta tuvo una recuperación del 17 % durante el resto del año. Dichos cambios dieron lugar a $50,000 en ganancias de capital a largo plazo y dejaron el valor de la cartera de John en $1.05 millones al final del año, tal como el de la cartera de Jane.

Conclusión

Cuando John preparó su declaración de impuestos adeudaba $7,500 en impuestos sobre ganancias de capital (los $50,000 de ganancias de capital multiplicados por la tasa del impuesto del 15 % sobre ganancias de capital a largo plazo que se utilizó para los propósitos de este ejemplo).

Jane y John tuvieron resultados similares en cuanto a cómo sus carteras disminuyeron y luego recuperaron valor. Al final sus carteras tenían el mismo valor, pero debido a que el asesor de Jane recolectó las pérdidas proactivamente durante el año, su rendimiento después de impuestos de hecho fue más alto (5.0 % para Jane, frente a 4.25 % para John). Ella además creó un beneficio fiscal futuro a través de la pérdida de capital diferida.

La “regla de venta ficticia” es una regulación del IRS que prohíbe a los inversionistas realizar una deducción de impuestos sobre las pérdidas contraídas a partir de la venta de una inversión si posteriormente adquieren la misma inversión o una inversión “sustancialmente idéntica” ya sea 30 días antes o 30 días después de haber vendido el activo original. Si se produce una venta ficticia, el inversionista no puede usar la pérdida para compensar ninguna obligación de impuestos.

¿Es la recolección de pérdidas fiscales lo indicado para usted?

Existen muchas consideraciones técnicas que se deben tener en cuenta al utilizar una estrategia de recolección de pérdidas fiscales (lo que incluye la programación de la venta de activos, las asignaciones de clases de activos y las selecciones de inversión). Al trabajar con un asesor, usted puede aumentar la probabilidad de lograr sus metas a largo plazo al gestionar las obligaciones fiscales de dichas metas en el contexto de su situación financiera particular.