Transcripción

Amanda Agati:  

Es el momento para la edición de noviembre de “Adding Alpha”, y este mes estamos descendiendo por la madriguera de las criptomonedas. Sin importar si es un escéptico, un creyente o un poco de los dos, las criptomonedas ya no son una simple moda pasajera. Tienen cierto poder de permanencia. Así que analicemos rápidamente cómo hemos llegado a este punto, qué es lo que está generando el reciente impulso y qué es en lo que nos enfocaremos próximamente.

Las criptomonedas son una forma digital o virtual de monedas que utilizan la criptografía a manera de seguridad. Las criptomonedas operan en redes descentralizadas integradas en la tecnología de cadena de bloques, que es un libro de cuentas distribuido que registra las transacciones entre un gran número de usuarios independientes de una red.

Bitcoin fue la primera criptomoneda y sigue siendo la más reconocida. También es la más grande por capitalización de mercado, con $2.2 billones. Sí, son billones, con b. Y tenga en cuenta que la capitalización de mercado total de la industria de criptomonedas se ubica actualmente en $3.7 billones.

Ethereum es la segunda más grande y se la conoce por habilitar contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas. Según el último conteo, existen alrededor de 20,000 tókenes más, según datos de CoinGecko. Sin embargo, la mayoría de estos simplemente son monedas meme sumamente especulativas.

Algunas de las características principales que hacen que las criptomonedas sean tan particulares para las finanzas tradicionales incluyen la descentralización, es decir, ninguna autoridad central, como un banco o el gobierno, tiene control sobre las criptomonedas.

Seguridad 

Las transacciones se protegen a través de algoritmos criptográficos. 

Transparencia: la cadena de bloques garantiza que todas las transacciones se puedan verificar públicamente. Oferta limitada: algunas criptomonedas, como Bitcoin, tienen un tope de oferta, lo que contribuye a su propuesta de valor.

Y por último, negociación entre pares. Esto permite las transacciones directas sin intermediarios. Hemos llegado muy lejos desde los días oscuros de los bajos niveles de 2022. Bitcoin ha tenido un incremento anualizado del 89 % desde entonces, mientras que el incremento anualizado de Ethereum ha sido de un 45 %.

Y eso incluye el incremento aproximado del 20 % que ambas han tenido en lo que va del año. Los flujos institucionales se están acelerando debido a la creación de varios ETF de criptomonedas, los cuales han hecho que sea mucho más sencillo para los inversionistas acceder a la adopción de las criptomonedas en una cartera de activos múltiples.

También se está observando que la infraestructura de las criptomonedas finalmente está comenzando a madurar, ya que varias instituciones financieras tradicionales recientemente han comenzado a desarrollar soluciones innovadoras para la custodia de criptomonedas.

Entonces, considerando todo este impulso y el interés creciente de los inversionistas, ¿qué es lo que está atrayendo a los inversionistas a las criptomonedas?

Diversificación

Las criptomonedas se comportan de una manera distinta a las acciones y los bonos, pues ofrecen una exposición no correlacionada a los mercados públicos, además de innovación, ya que esta tecnología solo tiene 15 años, así que todavía nos encontramos en sus primeras etapas.

La tecnología de la cadena de bloques permite el financiamiento descentralizado, la tokenización y contratos inteligentes, lo que tiene la posibilidad de abrir nuevas fronteras en la tecnología financiera. Sin embargo, las criptomonedas no están exentas de riesgos. El principal riesgo de las criptomonedas es la volatilidad.

Estoy segura de que para este momento ustedes ya saben que las criptomonedas tienen una volatilidad sumamente elevada debido a que se comercializan las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y la volatilidad del mercado de criptomonedas equivale a aproximadamente cuatro veces la volatilidad de las acciones que cotizan en bolsa.

Por ello, si usted no tiene cuidado, como diría la Reina de Corazones, le “cortarán la cabeza”. Y el segundo riesgo más importante de las criptomonedas es la incertidumbre regulatoria. Está mejorando, pero sigue habiendo mucha incertidumbre con respecto a cómo definirlas, es decir, si representan o no una clase de activos.

¿Son títulos? ¿Son materias primas? ¿Son algo completamente diferente? ¿Y qué sucede con la supervisión? Resulta difícil ver que casos de uso significativos se consoliden sin antes tener las respuestas a estas preguntas importantes.

Aunque sigue habiendo algunas incógnitas, estamos adquiriendo una mayor claridad y la coyuntura ha tenido muchos cambios tan solo durante el último año, pues tanto la administración como el entorno regulatorio ahora brindan un apoyo mucho mayor a la industria de criptomonedas.

La Ley de Claridad fue aprobada por la Cámara de Representantes en julio y se encuentra bajo la consideración del Senado. De ser aprobada y promulgada, esta legislación histórica crearía un marco de estructura de mercado para los activos digitales.

Ayudaría a dar claridad a la jurisdicción regulatoria para al final sentar las bases para una oleada potencialmente significativa de innovaciones nuevas para los casos de uso de las criptomonedas que muchos participantes del mercado han estado esperando desde hace años.

Las criptomonedas siguen siendo altamente especulativas y no son del todo aptas para todos los inversionistas. Sin embargo, la industria está creciendo rápidamente y la tecnología de cadena de bloques tiene el potencial de ofrecer oportunidades de inversión atractivas.

Si usted no sabe a dónde se dirige, manténgase atento de las ediciones futuras de “Adding Alpha”, donde exploraremos con mayor profundidad los dominios de la madriguera de las criptomonedas.