Transcripción
Amanda Agati:
Ha llegado el regreso a clases, lo que significa que en la edición de Adding Alpha de este mes, es momento de estudiar y examinar las ganancias para ayudarnos a determinar cómo se podría desarrollar el resto del año.
Considerando que la temporada de ganancias del segundo trimestre del índice S&P 500 ha quedado registrada, ¡vaya trimestre tuvimos! Con una enorme tasa de crecimiento interanual del 11.9 % para el trimestre, podría parecer difícil recordar que al ingresar a la temporada de ganancias la estimación no era ni siquiera del 5 %. Eso hace que la sorpresa al alza sea de un impresionante 7.7 %, lo que representa uno de los trimestres más sólidos del ciclo.
Eso sí que suena como un boletín con excelentes notas, aunque más bien podría parecer un boletín con notas buenas si no calificamos usando una distribución estadística de los puntajes, ya que se está observando cierta evidencia de que la concentración del mercado está regresando. Al excluir a las Siete magníficas, la tasa de crecimiento de las ganancias desciende a razón de aproximadamente 380 bps para ubicarse en un 8.1 %.
Sigue siendo una cifra sólida y la sorpresa al alza sigue estando muy por encima del promedio a cinco años de 450 bps.
Es lo suficientemente buena para mantener el repunte del mercado con una relación precio-ganancia futura bastante buena de 22x, pero considerando que el índice S&P 500 tan solo había aumentado alrededor de un 4 % desde el inicio de la temporada de ganancias hasta finales de agosto, lo que nos indica es que simplemente algunas de las buenas noticias ya se habían incluido en la recuperación en forma de V a finales de la primavera.
Aunque aún parece haber una gran división entre las Siete magníficas y las 493 compañías inferiores, la temporada de ganancias del segundo trimestre demostró un hecho importante: el ciclo de innovación de la IA sigue creciendo y recibimos la última parte de dicha confirmación con los sólidos resultados que $NVDA tuvo la semana pasada.
Sin embargo, no todos obtuvieron una calificación aprobatoria en su boletín de ganancias del segundo trimestre. Las ganancias del sector de energía descendieron casi un 20 % y el sector de materiales fue el único cuyas ganancias generales fueron inferiores a razón de aproximadamente un 1 % por debajo de las estimaciones de consenso. No es tanto una indicación de que la actividad manufacturera básicamente se está debilitando, a pesar de que lo que sugeriría el hecho de que los datos de la reciente encuesta de ISM/PMI se encuentran de vuelta en territorio de contracción, ya que el mismo sector industrial observó que las estimaciones de crecimiento de las entradas brutas fueron revisadas al alza para el tercer trimestre. En lugar de ello, más bien es un reflejo de la presión que los costos tienen en la cadena de suministro y la ineficiencia que afecta los márgenes de ganancias de los fabricantes y los mediocres precios del crudo que afectan al sector de energía debido a la dinámica de producción suministrada en exceso.
A pesar de algunos de estos desafíos que “no son del todo nuevos” y de la “coyuntura de inflación más persistente de lo que cualquiera desearía”, ninguna de estas situaciones parece tener un impacto sustancial en los márgenes de ganancias. El índice S&P 500 registró un margen de 13.7 % para el segundo trimestre, lo que marca el mejor trimestre desde 2022, el cual se ubica a tan solo 25 bps del máximo histórico. Ciertamente es un entorno complicado, pero las compañías aún siguen buscando maneras para generar un apalancamiento operativo positivo.
Mientras el calendario avanza al mes de septiembre y la estacionalidad comienza a ingresar, podría haber un aumento en la volatilidad. A primera vista, parece haber excelentes calificaciones con revisiones positivas en el tercer trimestre para el índice S&P 500, aunque esto está siendo generado en gran medida por... sí, adivinaron, las Siete magníficas. Si se excluye a las Siete magníficas, el crecimiento proyectado del 7.5 % para el tercer trimestre desciende a aproximadamente 600 bps.
La disminución es generada en gran medida por el sector de atención médica (con un enorme descenso de 700 bps secuencialmente), el cual se mantiene bajo con presión considerable en cuanto a los costos y las cuestiones regulatorias. Sin embargo, la mayoría de los sectores también observaron el descenso de las revisiones, desde el sector de productos de primera necesidad hasta el industrial (con disminuciones de entre 200 y 400 bps secuencialmente). Seguimos hablando del crecimiento positivo, pero es posible que algunos sectores que tuvieron un repunte durante el verano tengan que repetir un grado, o en este caso, quizás tan solo un trimestre de ganancias…
Si vemos el panorama general, parece que el crecimiento de ganancias de 2025 se está convirtiendo en un sólido 10.6 % y se proyecta que se acelere a un 13.4 % en 2026. ¿Acaso esa podría ser la elusiva reaceleración de mitad de ciclo con la que he estado soñando todo el año?
Entre una cosa y otra, ha llegado el mes de septiembre. Y aún queda muchísima “tierra” por cubrir, cuando menos un par de reducciones a las tasas de parte de la Fed para generar un “viento de cola” y la suficiente confusión en la incertidumbre perdurable de la política para encender el “fuego”. Despiértenme cuando termine septiembre. Hasta luego. La clase ha terminado.