Las mascotas son como miembros de nuestra familia. Como dueños de mascotas, somos responsables de su cuidado y bienestar.

Si ocurriera algo que le impidiera ocuparse del cuidado de su mascota, ¿cómo abordarían sus planes actuales esa contingencia? 

¿Ha pensado siquiera en un plan para su mascota en el caso de su fallecimiento o incapacidad? Aquí le ofrecemos una visión general de algunos aspectos que debe tener en cuenta a la hora de planificar el cuidado de su mascota.

Las mascotas no son personas; es necesaria una planificación especial

Aunque consideremos a nuestras mascotas como miembros de la familia, la ley no reconoce a los animales como personas. En cambio, la ley clasifica a los animales como propiedad personal. Por lo tanto, no se puede dejar dinero directamente a las mascotas (al igual que no se puede dejar dinero a la nevera). Normalmente no tendría validez dejar una donación en su testamento a su mascota.[1] Sin embargo, con una planificación adecuada, usted puede proveer para sus mascotas en su plan de sucesión. El tipo de plan que establezca para sus mascotas dependerá de varios factores, incluida la disponibilidad de una persona fiable y de confianza para el cuidado de su mascota, su voluntad de que se cumplan sus deseos, el costo potencial y la complicación de utilizar una estructura formal y las necesidades únicas de su mascota.

Cómo elegir a un cuidador

Quizá la decisión más importante que usted puede tomar a la hora de planificar para su mascota es la selección de un cuidador que se ocupe de ella ante el fallecimiento o la incapacidad de usted. Para algunos, identificar a un cuidador puede ser fácil si un amigo íntimo o un familiar ya se ha hecho cargo de su mascota de vez en cuando durante ausencias breves. Para otros, puede ser más difícil. En los casos en los que no tenga a nadie que cuide de su mascota, usted debería plantearse contactar a una sociedad humanitaria local u organización similar para disponer de un nuevo hogar para su mascota en caso de que fallezca o quede incapacitado. Antes de dejar una mascota a alguien o a una organización en su testamento, consulte con esa persona u organización antes de firmar su testamento para determinar si esa persona u organización está dispuesta a asumir esta responsabilidad. Una vez que usted entrega su mascota a una persona u organización, esa persona u organización es legalmente propietaria de su mascota (recuerde que las mascotas se consideran propiedad personal), con todos los derechos de un propietario de mascotas, incluido el derecho a aplicar la eutanasia a la mascota. Crear un plan con anticipación ayudará a evitar una situación en la que su mascota pueda ser sometida a eutanasia.

Si nombra a una persona para que cuide de sus mascotas, también debe designar a uno o varios sucesores en caso de que la primera persona elegida fallezca antes que usted o decida posteriormente no cuidar de su mascota. 

Recuerde que las circunstancias pueden cambiar y que una persona que antes podía cuidar de una mascota, sin tener la culpa, quizás no pueda tener una mascota.

Además, si tiene más de una mascota, considere si debe designar a la misma persona como cuidador de todas sus mascotas. Puede que no sea práctico que una sola persona asuma esta responsabilidad. Por ejemplo, es posible que no sea adecuado que la misma persona cuide de su caballo y de su periquito (ya que esas mascotas tienen necesidades muy diferentes).

En vida: nombrar a un agente con poder notarial

Debería considerar la posibilidad de designar a un agente con su poder notarial para que tome decisiones con respecto a su mascota en caso de que quede incapacitado o no esté disponible (por ejemplo, cuando esté de viaje y su capacidad de contacto sea limitada). En casos como este, sería útil que alguien de su confianza pudiera actuar rápidamente en su nombre si fuera necesario tomar una decisión, como la autorización para realizar un procedimiento médico de emergencia, con respecto a su mascota. El agente que nombre para el cuidado de sus mascotas puede ser diferente del agente que nombre para manejar sus finanzas. Además, es posible que desee crear un poder notarial limitado separado que se refiera únicamente al cuidado de sus mascotas. De este modo, usted no necesita revelar su poder de representación general permanente al agente que cuida de su mascota ni a las personas que le prestan servicios a ella. Recuerde, si utiliza agentes separados (uno para proporcionar cuidados y otro para gestionar sus fondos), asegúrese de dar instrucciones al agente que gestiona sus fondos con respecto al pago del cuidado de sus mascotas.

Como alternativa, como se describe a continuación, puede crear un fideicomiso para el cuidado de su mascota mientras usted viva. En caso de que no pueda cuidar de su mascota en vida, el fiduciario y el cuidador nombrado podrían intervenir inmediatamente.

Después de su fallecimiento: planes informales o formales

El plan que establezca para cuidar de su mascota tras su fallecimiento puede ser formal o informal. El hecho de que usted utilice un plan formal o informal dependerá de sus metas, objetivos y del deseo de que el plan que cree sea realmente ejecutable, si es necesario. Además, el costo puede ser un factor a la hora de elegir un plan, ya que un plan formal puede ser más costoso de establecer y administrar.

Planes informales

Los planes informales son fáciles de crear, pero hasta cierto punto, dependen de la buena voluntad de la persona que usted elija para cumplir sus deseos. En un plan informal típico, agregaría un legado en su testamento para dar su mascota a una persona o al cuidado de una organización específica. También puede dar un legado de dinero en efectivo a esta persona u organización para ayudar a solventar el costo de los cuidados que debe recibir. Si bien la donación de la mascota constituye una transferencia legal de propiedad (la persona a la que le dio la mascota es ahora su propietaria), la donación de dinero en efectivo, incluso si el testamento especifica que el dinero se utilice para el cuidado de la mascota, no es una obligación legalmente exigible. Si el receptor del dinero en efectivo decide utilizarlo para otros fines, no hay forma legal de exigir que el dinero se utilice para el cuidado de la mascota.

Si tiene amigos o familiares de confianza que aman a las mascotas propias (y quizás a la suya) y usted sabe que quien la reciba la cuidará adecuadamente, la no ejecutabilidad de un plan informal quizás no sea una preocupación. 

Sin embargo, si no tiene a alguien que se comprometa a llevar a cabo esta tarea, un plan informal quizás no sea su mejor opción. Además, siempre debe nombrar a un cuidador sucesor en caso de que la persona principal nombrada no pueda cuidar de su mascota. Aunque ya se ha mencionado, es importante reiterar esta advertencia: una vez que usted entrega su mascota a una persona, esta es legalmente propietaria de su mascota, con todos los derechos de un propietario de mascotas, incluido el derecho a practicarle la eutanasia.

Su plan debe tener en cuenta cierto retraso entre su fallecimiento y la transferencia de su mascota al cuidador nombrado. En muchas jurisdicciones, la legalización de su testamento puede tardar una semana o más. (La legalización es el proceso oficial, diferente en cada estado, por el que se autentifica su testamento y se le da efecto). Asegúrese de que alguien se encargue inmediatamente del cuidado de su mascota durante el tiempo que transcurra entre su fallecimiento y la entrega de su mascota al cuidador designado.

Planes formales

Hay dos tipos de fideicomisos que puede crear para cuidar de sus mascotas: un fideicomiso “tradicional” para mascotas o un fideicomiso “reglamentario” para mascotas.

Los fideicomisos tradicionales requieren que un ser humano sea el beneficiario del fideicomiso. Este tipo de fideicomiso debe ser redactado por un abogado experto en esta materia. Normalmente, este tipo de acuerdo requiere que tanto la mascota como los fondos que se utilizarán para cuidarla se entreguen al fideicomiso. Se nombra al cuidador de la mascota beneficiario del fideicomiso, y los fondos son distribuidos por el fideicomisario (tal vez, alguien distinto del cuidador) al cuidador, con la intención de que los fondos se utilicen para cuidar la mascota. Las distribuciones del fideicomiso al cuidador pueden efectuarse con la condición de que este las utilice para cuidar su mascota. Si usted nombra a un fideicomisario distinto del cuidador, es posible que el fideicomisario desee supervisar el uso de los fondos por parte del cuidador (ya que se distribuyen sujetos a un requisito específico en cuanto a su uso). Si lo desea, los términos del fideicomiso también pueden permitir que se distribuyan fondos adicionales al cuidador como compensación por cuidar a su mascota. Siempre que el fideicomiso cumpla la ley del estado en el que se crea, y la ley estatal haga cumplir las distribuciones condicionales de un fideicomiso, el cuidado de su mascota puede hacerse cumplir ante los tribunales.

Una alternativa al fideicomiso tradicional es el fideicomiso reglamentario para mascotas. Los 50 estados y el Distrito de Columbia han promulgado leyes (de ahí el término “reglamentario”) que permiten los fideicomisos para mascotas.[2] Un fideicomiso para mascotas que cumple con la ley estatal es un fideicomiso ejecutable que puede permitir que se cumplan sus deseos con respecto al cuidado de su mascota y que los fondos aportados al fideicomiso se utilicen para ese fin. Los términos del fideicomiso reglamentario para mascotas deben cumplir con la ley del estado que lo rige. Por eso, es importante que contrate a un abogado que pueda asesorarle sobre este tema y redactar el fideicomiso.

Hay muchas cosas que hay que tener en cuenta a la hora de crear un fideicomiso reglamentario para mascotas, incluido cuándo terminará el fideicomiso, la selección de un fideicomisario o cofiduciarios, la decisión de cuánto dinero debe financiar el fideicomiso y a dónde irán los fondos sobrantes cuando termine el fideicomiso. Además, la ley estatal puede exigir que la mascota esté viva en el momento de la creación del fideicomiso. Cada estado tiene sus propias normas sobre algunos de estos puntos o sobre todos ellos, por lo que es muy importante recurrir a un abogado que conozca las normas de su estado. Por ejemplo, el reglamento del fideicomiso para mascotas de Pensilvania[3] exige que el fideicomiso finalice con el fallecimiento de la mascota o, si el fideicomiso se crea para más de una mascota, con el fallecimiento de la última mascota sobreviviente. En otros estados, sobre todo en los que tienen leyes que limitan la duración de los fideicomisos, se puede exigir que un fideicomiso para mascotas finalice cuando se cumplan 21 años desde la fecha en que se creó el fideicomiso (se volvió irrevocable) o el fallecimiento de la mascota, lo que ocurra primero.[4] Estas normas son muy importantes si tiene una mascota, como un caballo o un gato, que puede sobrevivir a la duración del fideicomiso.

Al considerar el monto de fondos para su fideicomiso para mascotas, tenga en cuenta que un tribunal puede rechazar (o reducir) el monto que usted desee aportar. Por ejemplo, la ley de Florida contiene una disposición que impide la “sobrefinanciación” de un fideicomiso para mascotas: “La propiedad de un fideicomiso... puede aplicarse solo al uso previsto de la propiedad, excepto en la medida en que el tribunal determine que el valor de la propiedad del fideicomiso excede el monto necesario para el uso previsto. Salvo que se disponga lo contrario en los términos del fideicomiso, los bienes que no se requieran para el uso previsto deben distribuirse al fideicomitente, si está vivo, o, de lo contrario, como parte del patrimonio del fideicomitente”.[5]  Por lo tanto, al considerar la financiación de un fideicomiso para mascotas, asegúrese de que el monto que usted aporte sea razonable dadas las necesidades particulares de sus mascotas y también establezca un plan de respaldo para cualquier fondo que pueda devolverse a sus bienes por estar más allá del uso previsto del fideicomiso.

Su fideicomiso para mascotas también puede designar a un tercero para que determine si el cuidador (o fideicomisario) está utilizando correctamente los fondos del fideicomiso para cuidar de su mascota y para que haga cumplir el fideicomiso, si es necesario. 

Esto proporciona un nivel adicional de supervisión para asegurarse de que el fideicomiso, y el cuidado de su mascota, se estén gestionando correctamente.

Como se ha descrito anteriormente, a veces pueden pasar semanas hasta que se legalice su testamento. Durante ese tiempo, no hay nadie que tenga la autoridad legal para administrar su propiedad (incluido el cuidado de su mascota). Por supuesto, puede haber hecho acuerdos informales para su mascota, pero dichos acuerdos no son legalmente vinculantes. Por lo tanto, es posible que desee crear un fideicomiso para su mascota mientra usted vive, de modo que, en caso de que quede incapacitado, el fideicomiso existirá y será capaz de llevar a cabo sus deseos con respecto al cuidado de su mascota. Además, como el fideicomiso ya existirá en el momento de su fallecimiento, no habrá retrasos causados por el proceso de sucesión para que el fideicomisario y el cuidador asuman sus funciones y comiencen a cuidar de su mascota. Si ya tiene un fideicomiso revocable, su abogado puede modificar ese documento para incluir un fideicomiso para mascotas. 

Instrucciones de cuidado

Independientemente de lo formal o informal que sea su plan de cuidado de mascotas, asegúrese de dejar las instrucciones de cuidado para que el cuidador de su mascota conozca cualquier problema de salud o de personalidad, medicamentos y otros cuidados específicos de su mascota. Sus instrucciones deben incluir los nombres e información de contacto de los veterinarios, peluqueros y otros profesionales que prestan servicios a su mascota. Si su mascota tiene una dieta específica o alguna alergia, debe documentarlo también. Sus instrucciones deben actualizarse según sea necesario.

Si no puede comunicarse o ha fallecido, para ser eficaz su cuidador necesitará toda la información posible sobre su mascota. 

Deberá dejar un archivo con todos los documentos pertinentes relativos a su mascota, como licencias, registros de vacunas y otros documentos importantes. Asegúrese de que su fideicomisario y cuidador sepan cómo acceder a esta información.

Consideraciones de la ley estatal

Como consideración final, la ley de su estado puede influir en su plan. Algunas leyes estatales exigen que las mascotas se entreguen al cónyuge sobreviviente o a los hijos menores de 21 años. Por ejemplo, en Nueva York, “los animales domésticos y de granja con su alimentación necesaria durante sesenta días”, junto con otros activos con un valor de hasta $20,000, no son activos de sus bienes, sino que se apartan automáticamente y pasan fuera de su testamento al cónyuge sobreviviente o, si no tiene cónyuge que le sobreviva, a sus hijos menores de 21 años.[6]

Incorporar un plan que se adapte a sus metas y objetivos

El plan adecuado para usted y su mascota dependerá de sus metas y circunstancias únicas. Su equipo de PNC Private Bank, junto con sus asesores legales y otros profesionales, puede ayudarle a planificar el cuidado de su mascota.