• El hecho de vivir al día con frecuencia se debe a la falta de una reserva financiera.
  • Un presupuesto realista ayuda a monitorear el gasto y priorizar los gastos básicos.
  • Reducir los gastos que no son esenciales libera dinero en efectivo para los ahorros y el pago de deudas.
  • Un fondo para emergencias puede ayudar a evitar que los reveses a corto plazo se conviertan en dificultades financieras a largo plazo.
  • Manejar y eliminar las deudas puede ayudar a reducir la tensión financiera y mejorar el flujo de caja.

Si la mayor parte de su salario desaparece en cuestión de días después de haber llegado a su cuenta, no está solo. Una encuesta reciente identificó que el 77 % de los trabajadores estadounidenses actualmente viven al día, y este es un problema que se presenta en casi todos los niveles de ingresos.1 Incluso si usted tiene un empleo estable, los gastos y las deudas crecientes pueden hacer que resulte difícil salir adelante.

Esta dificultad común a menudo se reduce a la falta de una reserva financiera. Cuando cada dólar está asignado a un gasto, no queda nada para emergencias o metas futuras. La buena noticia es que los pequeños cambios pueden ayudar a generar seguridad financiera perdurable. Hacer ajustes a los hábitos de gasto, establecer un fondo para emergencias y manejar las deudas de forma prudente son medidas que pueden ayudarle a romper el ciclo. Con el tiempo, estas medidas pueden dar un mayor margen y dirección para lograr la estabilidad financiera.

Señales de que está viviendo al día

¿No está seguro si está atrapado en este ciclo? Estas son algunas señales claras:

  • El saldo de su cuenta bancaria es de casi cero antes de su siguiente día de pago: Si su cuenta de cheques está vacía o casi vacía para cuando llega su siguiente día de pago, tiene una reserva financiera baja o no tiene tal reserva.
  • La mayor parte de su salario se destina a los pagos de facturas y deudas: Después de cubrir los gastos necesarios, queda muy poco dinero para ahorros u otras metas.
  • Los gastos imprevistos alteran el rumbo de sus finanzas: Si una reparación del automóvil, una factura médica u otro gasto sorpresa lo obliga a solicitar dinero prestado o usar sus tarjetas de crédito, resulta difícil salir adelante.
  • Depende de las tarjetas de crédito para cubrir los gastos básicos: Si regularmente paga los comestibles, la gasolina o las facturas mensuales usando una tarjeta de crédito sin tener en claro un plan para liquidarla, las deudas se pueden acumular.
  • No tiene un plan de ahorro: Vivir al día a menudo significa que no realiza contribuciones regulares a los ahorros, lo que hace que resulte más difícil establecer la seguridad financiera a largo plazo.
  • Se siente ansioso con respecto al dinero entre un día de pago y otro: Si el estrés financiero aumenta a medida que se acerca el día de pago, esta es una señal de que el flujo de caja es muy escaso.

Cómo dejar de vivir al día

Aprender cómo dejar de vivir al día comienza al comprender cómo es que esto sucede en primer lugar. Muchas personas suponen que el aumento de los ingresos resuelve el estrés financiero en automático, pero ese no siempre es el caso. Si no tiene un presupuesto sólido, ahorros y una estrategia de manejo de deudas, el dinero suele desaparecer tan rápido como lo recibe, sin importar cuánto gane. La clave para liberarse es asumir el control de sus gastos y tomar decisiones intencionadas.

1. Prepare un presupuesto realista

Un presupuesto es una de las herramientas más eficaces para romper el ciclo de vivir al día. Este presenta un panorama claro de los gastos, lo que ayuda a identificar las áreas en las que puede hacer ajustes a los gastos para liberar efectivo para los ahorros o el pago de deudas. Si no tiene un plan, es fácil que el dinero desaparezca y le quede poco al final del mes.

El mejor tipo de presupuesto es el que se utiliza de forma constante, así que elija el formato con el que se sienta más cómodo. Muchas personas utilizan una hoja de cálculo de presupuesto, un software, una aplicación o incluso lápiz y papel. La clave es asegurar que sea detallado y realista. 

Empiece enumerando todas las fuentes de ingresos, lo que incluye los salarios, empleos secundarios y cualquier otro ingreso. Después, monitoree todos los gastos, sin importar cuán pequeños sean, y clasifíquelos en una de las siguientes categorías:

  • Gastos fijos: Los gastos que son constantes de un mes a otro (p. ej., el alquiler, la hipoteca, los servicios públicos, el seguro, los pagos de préstamos).
  • Gastos variables: Los gastos que varían (p. ej., comestibles, gasolina).
  • Gastos discrecionales: Compras no esenciales (p. ej., salidas a comer, suscripciones, viajes).

Ver todos los gastos enumerados y clasificados a menudo revela patrones de gasto en los que puede hacer ajustes para liberar dinero extra.

2. Priorice sus gastos

Una vez que tenga claro cuáles son sus ingresos y gastos, el siguiente paso es decidir en qué gastar. Empiece a priorizar los gastos fijos como la comida y el transporte. Después, explore las áreas en las que puede reducir los gastos para permitirse ahorrar y hacer el pago de deudas.

Reducir los gastos no significa eliminar todo lo que le gusta. Incluso los pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia con el tiempo.

Identifique las áreas en las que puede reducir gastos

Después de revisar sus gastos, busque patrones de gastos discrecionales. A menudo estas áreas son las que ofrecen la mayor flexibilidad:

  • Salidas a comer y comida para llevar: Cocinar en casa puede reducir los costos de comida de manera significativa. Eliminar una o dos comidas en restaurantes por semana puede sumar cierta cantidad en el transcurso de un mes.
  • Servicios de suscripción: Muchas personas se olvidan de los servicios de streaming, aplicaciones o membresías que ya no utilizan. Cancelar los planes o bajar de categoría a un plan menos costoso puede crear un margen adicional en su presupuesto.
  • Entretenimiento y compras: Considere las alternativas gratuitas o de bajo costo, como pedir libros y películas prestados de la biblioteca o buscar eventos comunitarios en lugar de salidas costosas.
  • Compras compulsivas: Una regla simple, como esperar 24 horas antes de hacer compras de artículos no esenciales, puede reducir los gastos innecesarios.

Reducir el gasto tan solo en algunas de estas áreas puede liberar efectivo para empezar a romper el ciclo de vivir al día.  

3. Establezca un fondo para emergencias

Un fondo para emergencias es una reserva financiera que ayuda a cubrir los gastos imprevistos, como una reparación del automóvil, una factura médica o una factura de servicios públicos más alta de lo previsto. Si no cuenta con esta reserva, es probable que recurra al uso de tarjetas de crédito u otros tipos de deudas, lo que hace que sea más difícil salir adelante. Tener una reserva de dinero para emergencias reduce el estrés financiero y evita que los reveses a corto plazo se conviertan en dificultades financieras a largo plazo.

Para establecer un fondo para emergencias, empiece fijando una meta de ahorro. Aunque por lo general se recomienda tener una reserva equivalente a tres o seis meses de gastos, lleva tiempo acumular esa cantidad. En lugar de dejar que esto lo abrume, empiece de poco.

  • Empiece con una meta de cuando menos $500 o $1,000. Esto puede cubrir muchas emergencias pequeñas sin tener que recurrir al crédito.
  • Divídalo en objetivos más pequeños. Ahorrar $20, $50 o $100 a la vez es más manejable que intentar guardar miles de dólares al mismo tiempo.
  • Aumente la meta con el tiempo. Una vez que haya ahorrado la cantidad inicial, dedíquese a acumular cuando menos el equivalente a un mes de gastos, luego aumente la cantidad a medida que su estabilidad financiera mejore.

Una manera sencilla para establecer un fondo para emergencias es automatizar el proceso. Muchos bancos ofrecen un programa de ahorro automático, que transfiere una cantidad de dinero fija de forma regular desde una cuenta de cheques hacia una cuenta de ahorros separada. Esto ayuda a que el ahorro se vuelva un hábito y no una ocurrencia del momento. 

4. Manejar y eliminar las deudas

Con frecuencia las deudas son una de las razones principales por las que las personas quedan atrapadas en una situación en la que están viviendo al día. Los pagos con intereses altos pueden consumir una gran parte de los ingresos, lo que hace que resulte difícil asignar fondos para otros propósitos. La eliminación de deudas lleva tiempo. Sin embargo, implementar una estrategia puede permitir que las deudas sean más manejables y ayuda a asegurar que realice un progreso constante.

Liquide primero las deudas con intereses altos

Las deudas con intereses altos, como las tarjetas de crédito y los préstamos sobre salarios, pueden mantenerlo atrapado en un ciclo de pagos mínimos. Considere el método de avalancha, una estrategia para pagar deudas que se centra en liquidar primero las deudas más costosas mientras hace pagos mínimos en las demás deudas. Una vez que haya liquidado la deuda con intereses altos, utilice esos fondos para centrarse en la siguiente deuda con intereses altos, y así sucesivamente. Esta estrategia reduce los pagos de intereses con el tiempo, lo que le ayuda a ahorrar dinero y liquidar las deudas más rápido.

Considere la consolidación de deudas

Si está maniobrando múltiples deudas con tasas de interés altas, la consolidación de deudas podría simplificar los pagos y posiblemente reducir los costos. Algunas tarjetas de crédito ofrecen promociones con interés del 0 % durante un período establecido, aunque muchas cobran cargos por transferencia de saldo, lo que puede hacer de esta una opción costosa.

Un préstamo de consolidación de deudas, que se ofrece a través de un banco u otra institución financiera, combina múltiples deudas en un solo préstamo con un pago fijo y la posibilidad de una tasa de interés más baja. Estos préstamos por lo general no cobran cargos por transferencia de saldo, aunque es posible que tengan un cargo de apertura por única ocasión.

Si bien la consolidación de deudas no es la solución adecuada para todas las personas, en algunos casos puede hacer que el pago de deudas sea más manejable, en particular si los fondos escasean.

Crear un plan de pago de deudas

Un plan estructurado puede permitir que enfrentar las deudas sea menos abrumador. Esta es la manera de abordarlo:

  1. Enumere todas las deudas. Incluya los saldos, las tasas de interés y los pagos mínimos.
  2. Determine la cantidad extra que puede destinar a las deudas cada mes. Incluso los pagos adicionales pequeños ayudan a reducir los gastos de intereses.
  3. Establezca un cronograma. Crear una meta clara para liquidar las deudas ofrece motivación y estructura.
  4. Haga los ajustes necesarios. Las situaciones financieras cambian, si se tiene más dinero disponible, aumentar los pagos puede acelerar el proceso.

En resumen

Romper el ciclo de vivir al día lleva tiempo. Sin embargo, los cambios pequeños y constantes pueden generar estabilidad financiera perdurable. Un presupuesto realista ayuda a monitorear los ingresos y los gastos, lo que permite que sea más sencillo priorizar los gastos. Reducir los gastos no esenciales libera efectivo para los ahorros y el pago de deudas, mientras que un fondo para emergencias ofrece una reserva para los gastos imprevistos. El manejo y la eliminación de las deudas reduce la tensión financiera y mejora la flexibilidad financiera a largo plazo.

Aunque esto puede parecer intimidante, es fundamental que empiece donde está. Dar pequeños pasos, como ahorrar unos cuantos dólares a la vez, reducir los gastos innecesarios o hacer un pago extra en sus deudas, pueden sumar con el tiempo, reduciendo el estrés y creando un futuro financiero más sólido.